Eduard Fernández: "En 'Todas las mujeres' interpreto a un embaucador, un mentiroso"
- El actor protagoniza el nuevo film de Mariano Barroso
- Hablamos con ellos sobre la película, que se estrena el 18 de octubre
Ganador de dos Goyas a Mejor Actor (Fausto 5.0) y Mejor Actor de Reparto (En la ciudad), nadie duda de que Eduard Fernández es uno de los mejores actores españoles de la actualidad. Pero la interpretación que realiza en la película Todas las mujeres (le nueva e imprescindible película de Mariano Barroso) es, posiblemente, la mejor de su larga carrera. La de un canalla tan patético como encantador, del que no podemos apartar la mirada ni un momento, al igual que las mujeres a las que intenta embaucar durante toda la película.
“Es la historia de Nacho, un veterinario que a raíz de una serie de incidentes se enfrenta a todas las mujeres que han significado algo en su vida, en una sucesión de encuentros forzados -asegura Barroso-. Quería Hacer una película sobre la relación de un hombre con las mujeres de su vida. Es muy difícil definir a una persona a través de la relación con otra, pero gracias a la suma de las visiones de esas seis mujeres llegamos a la esencia del personaje”.
“Nacho es un manipulador, un farsante, un mentiroso –asegura Eduard-. Un personaje que roba unos novillos a su suegro y, para no enfrentarse a él, busca otra solución, que es que las mujeres le saquen del lío. Tiene miedo y se dedica a poner a mujeres entre él y sus problemas. Viendo cómo se comporta con cada una de ellas, conseguimos hacernos un retrato completo del personaje”.
“Nacho tiene miedo al miedo”
“Nacho es un mentiroso y le cuesta decir las cosas como son –asegura Eduard-. Tiene miedo al miedo. Debería enfrentarse a sí mismo y a su vida, pero como no se atreve monta un lío tremendo. Es un personaje patético pero a la vez muy atractivo, porque lo hace todo con tanta intensidad y hasta el final, que ese empeño lo hace grande. Es un hombre muy vulnerable que deja en evidencia sus carencias y sus desgracias y eso le hace querido. Como actor es un placer interpretar a un personaje como este”.
“Nacho, el protagonista, no habla para decir lo que expresan las palabras sino para ganar tiempo –asegura Barroso-. Casi todo lo que dice es palabrería de charlatán para intentar embaucar a estas seis mujeres. Alguna se deja, pero la mayoría le tienen tan calado que no las engaña. Por eso cuando habla no está pensando en lo que dice, sino en cómo conseguir de cada una de estas mujeres lo que quiere. Pero se le van cerrando puertas porque sus estrategias son tan rastreras y cutres que le llevan a un callejón sin salida”.
Ahí se demuestra la grandeza como actor de Eduard. En todo momento el espectador tiene dos interpretaciones por el precio de una: “El pensamiento del personaje y sus diálogos van por líneas distintas –afirma Eduard-. En las películas que he rodado con Cesc Gay se aprecian los silencios y, como no hablo mucho, se aprecia el trabajo del actor. Pero Nacho habla a una velocidad de vértigo a la vez que está pensando en cómo llevar a esas mujeres a su terreno. Intentando que cada una haga lo que necesita de ellas”.
“Eduard es un grandísimo actor, al nivel de Al Pacino -comenta Barroso-. Escribimos el papel pensando en él, en su forma de hablar y en su ironía, porque la capacidad del actor de reírse de uno mismo era fundamental para que este personaje patético y miserable moralmente tuviera encanto a nivel humano. Eduard hizo suyo el personaje y lo hizo volar. Nos dio mucho más de lo que habíamos soñado”.
Seis actrices fabulosas
Pero este superlativo trabajo interpretativo de Eduard no sería posible sin las seis grandes actrices que tiene enfrente. Todas le obligan a crecerse como actor gracias a sus estupendas interpretaciones. Y cualquiera podría ganar el Goya a mejor actriz de reparto, porque todas se lo merecen.
“Cada personaje y cada actriz tienen su papel. Michelle Jenner es la amante, y con ella tiene una relación más ligera. Con la mujer (Lucía Quintana) hay una relación más seria, más de hablar, más respetuosa; con la madre (Petra Martínez) es más de broma, nos reíamos mucho; con su cuñada (Marta Larralde), más confusa, más ambigua; con la exnovia y abogada (María Morales), más de resentimiento de cosas pendientes, y con la psicóloga (Nathalie Poza) la relación era muy naif, porque el personaje se comporta como un niño, en una escena muy naif, lo que provoca mucha empatía. Es un personaje con muchos registros y muy variados, todo un desafío, que es lo que más me gusta de la película”.
“Cuando tiene delante a cada una de esas mujeres le importan, pero enseguida se olvida de ellas –comenta Eduard- Es un personaje que aprende poco a poco, cuyo principal problema es que no se aprecia a sí mismo. Y por eso es difícil que aprecie a los demás. Pero está en ello”
“Estuvimos ensayando con cada una de ellas -asegura Mariano-. La propuesta era intentar ir a la esencia del cine, a los actores y los diálogos. El paisaje del rostro humano, las caras. Hay poco despliegue técnico en la película pero muchas emociones”.
La película sale de una serie de televisión
Antes de ser una película, Todas las mujeres fue una serie de televisión de seis capítulos, cada uno de ellos dedicado a una de las mujeres. “Yo digo que este es un proyecto multimedia porque lo escribimos como una película, se convirtió en una serie de televisión y ahora vuelve a ser una película -afirma Barroso-. Y además, como mucha gente nos comenta, podría ser perfectamente una obra de teatro, porque todo transcurre en el mismo lugar y el argumento se reduce a actores hablando”.
“Es casi una especie de road movie sin salir de casa –continúa Mariano- cada mujer es una etapa de ese viaje del protagonista y la historia se prestaba a dividirla en seis capítulos. Pero las tres horas de la serie las hemos condensado en hora y media de película, con un nuevo montaje del que ha salido una historia nueva en la que la tensión se multiplica, porque el visionado no se interrumpe y el proceso narrativo se concentra. La historia va creciendo en tensión”.
“Me fascina la comedia con forma dramática –continúa Mariano- en la que el espectador puede reírse, no sin sadismo, de las peripecias de un personaje mezquino al que quieres que todo le vaya mal y fracase estrepitosamente, que se cueza a fuego lento. Para ello era fundamental separar lo moral y lo ético de de humano. Y en lo humano, Nacho es un personaje grandioso, en el sentido de que acepta su debilidad y pide ayuda a lo largo de toda la película. Al único que no reconoce que necesita ayuda es a sí mismo. Y eso le hace muy tierno”.
“Siempre está en una especie de huída hacia delante –comenta Mariano-, que es lo único que sabe hacer. Y gracias a las situaciones absurdas que producen la gente se ríe mucho. Para un director no hay mayor placer que el de comprobar que la gente disfruta de esa manera tan mágica”.
Todas las mujeres es una de las mejores películas españolas del año y demuestra que, para hacer cine, solo hace falta un buen guión, un buen director y unos buenos actores. Nacho es un canalla patético, sin duda, pero también uno de los personajes más humanos y más grandes del cine español reciente.
Se estrena este viernes, 18 de octubre.