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Drones que vigilan el crecimiento de las malas hierbas en los cultivos

  • Generan imágenes que difencian las malas hierbas de las plantas de cultivo
  • El 70% del campo no necesita herbicidas
  • Así pueden aumentar los beneficios agroeconómicos de los agricultores

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Vehículo Aéreo No tripulado en un campo de maíz

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CISC) ha desarrollado un sistema con drones, es decir, vehículos aéreos no tripulados, para detectar el crecimiento de malas hierbas en cultivos extensivos. Este sistema podría ayudar a reducir el uso de herbicidas, ya que se podrían aplicar de forma localizada en lugar de hacerlo en todo el campo.

Este nuevo sistema aumentaría los beneficios agroeconómicos de los  agricultores y evitaría la aplicación innecesaria de estos  fitosanitarios. Los resultados del trabajo han sido publicados en la revista PLOS ONE, según ha informado el CSIC en un comunicado.

Uso innecesario de herbicidas

Las malas hierbas presentes en los cultivos compiten por luz, espacio, agua y nutrientes con los cultivos y ello ocasiona importantes pérdidas económicas. Una de las herramientas más utilizadas en el control de malas hierbas en la agricultura extensiva actual es la aplicación de herbicidas, no solo en los rodales en los que se distribuyen las hierbas, sino en todo el campo de cultivo. 

“El 70% del campo no necesita tratamiento herbicida, por lo que aplicar los fitosanitarios de forma generalizada y sin tener en cuenta la localización de las infestaciones origina gastos y un impacto medioambiental innecesarios”, ha comentado la investigadora del Instituto de Agricultura Sostenible del CSIC, Francisca López-Granados.

El sistema desarrollado por López-Granados y su equipo genera imágenes multiespectrales de ultra alta resolución espacial y las analiza para detectar las zonas afectadas. 

“Gracias a los drones hemos obtenido imágenes con una gran resolución espacial, que combinadas con el uso de sensores remotos que captan en el espectro visible e infrarrojo cercano y con diferentes algoritmos de análisis de imagen, nos han permitido diferenciar las malas hierbas de las plantas de cultivo, que en fases tempranas de crecimiento tienen una apariencia muy similar. Y es en esos primeros estadios de crecimiento cuando hay que aplicar los herbicidas”, ha explicado López-Granados.

Para validar los resultados de la nueva técnica, los investigadores han llevado a cabo un muestreo de campo, cuyos datos han coincidido con los recogidos por los vehículos aéreos no tripulados. El estudio ha sido realizado en un campo de maíz.

“Buscamos una tecnología automatizada y barata que esté disponible incluso en días nublados, que se pueda adaptar a las circunstancias y a numerosos objetivos agronómicos, medioambientales o de otra índole, que requieran cartografía del terreno”, ha concluido la investigadora del CSIC.