El presunto terrorista libio Al Libi se declara "no culpable" en EE.UU. por los atentados de 1998
- Ha comparecido por primera vez ante un tribunal federal de Nueva York
- Se le acusa de organizar los ataques contra las embajadas de Kenia y Tanzania
El presunto terrorista libio Abu Anas al Libi se ha declarado "no culpable" ante un tribunal federal de Estados Unidos que le juzga como supuesto cerebro de la organización de los atentados cometidos en 1998 contra las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania.
"No culpable", ha respondido el abogado de Al Libi, cuyo auténtico nombre es Nazih al Raghie, cuando el juez federal Lewis Kaplan le ha preguntado cómo se declaraba el acusado de los cargos de terrorismo que presentó contra él la fiscalía federal del sur de Nueva York.
Al Libi fue trasladado a Nueva York el pasado fin de semana, después de que hace dos semanas fuera capturado en territorio libio en una operación de las fuerzas especiales estadounidenses, tras la cual fue interrogado a bordo de un buque de la Marina.
La primera comparecencia del acusado, de 49 años, apenas ha durado diez minutos, durante los cuales se le han leído los cargos y ha dicho que no tenía medios para pagarse un abogado, por lo que se le ha asignado un defensor de oficio.
La fiscalía no pedirá la pena de muerte
Al Libi, quien ha comparecido esposado, vestido con jersey gris y pantalón blanco y con larga barba, se ha mostrado calmado durante la comparecencia, en la que se ha requerido la asistencia de un traductor.
El representante de la fiscalía ha señalado que no pediría la pena de muerte contra el acusado, y el juez Kaplan ha fijado la próxima convocatoria de Al Libi para el 22 de octubre.
Según la fiscalía, Al Libi tomó parte en la organización de los atentados con coches bomba perpetrados el 7 de agosto de 1998 por la red terrorista Al Qaeda contra las embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania, en los que murieron 229 personas.
La acusación considera que el acusado realizó las fotografías de la embajada en Nairobi que fueron usadas para decidir dónde debían colocarse los vehículos cargados de explosivos.