Enlaces accesibilidad

Cuando Japón fascinó a España

  • CaixaForum Madrid inaugura Japonismos, sobre la influencia artística japonesa
  • Se podrán ver más de 180 obras, desde Mariano Fortuny a Joan Miró

Por
Biombo de los portugueses. S. XVII. Musée national des arts asiatiques Guimet. © RMN-Grand Palais (musée Guimet, Paris) / Daniel Arnaudet
Biombo de los portugueses. S. XVII. Musée national des arts asiatiques Guimet. © RMN-Grand Palais (musée Guimet, Paris) / Daniel Arnaudet

El término japonismo se utiliza para denominar la influencia de la cultura japonesa en la occidental. A la fascinación por esa cultura se experimentó en España desde finales del siglo XIX hasta las primeras décadas del XX dedica CaixaForum Madrid una exposición que se suma a la celebración del año dual España-Japón.

Convertido en uno de los movimientos culturales más significativos de la Edad Contemporánea, y fundamental para entender el arte de fin de siglo, el auge del coleccionismo japonés, las exposiciones dedicadas al mismo y las publicaciones aumentaron el interés por un arte que inspiró a numerosos artistas occidentales. Manifestaciones artísticas como pintura y grabado, dibujo e ilustración, joyería y decoración, literatura y cine se vieron influenciadas por un gusto que tuvo especial importancia en el Modernismo.

Aunque existe una amplia investigación sobre el tema, la exposición que abrirá mañana sus puertas en CaixaForum Madrid, tras mostrarse con algunos cambios en Barcelona, es la primera que trata y estudia en profundidad la fascinación que sintieron los creadores españoles por el japonismo.

Y lo hace a través de importantes piezas cedidas por más de cien prestadores, entre los que se encuentran importantes instituciones así como coleccionistas privados que por primera vez han prestado sus obras.

Desde Fortuny a Joan Miró

El comisario Ricardo Bru ha realizado una importante labor de búsqueda de estas piezas "que en más de un cincuenta por ciento no se han visto nunca" y calificó de "magnifico" el conjunto que forma la exposición.

El interés de Bru se ha centrado en tratar una única idea "el descubrimiento y progresiva fascinación por Japón, por un arte que llega a Europa en 1860, que se convierte en una de las expresiones artísticas más ricas y que descubren los artistas españoles. El arte fue evolucionando y el japonismo fue evolucionando con él".

Así, se pueden contemplar desde pinturas de Mariano Fortuny fechadas en 1869 hasta el retrato de Enric Cristofol pintado por Joan Miró en 1917.

Formada por más de 180 obras, la exposición forma parte del Año Dual España-Japón que celebra el 400 aniversario de la llegada a España de la conocida como "Embajada Keicho a Europa". Esa comitiva, encabezada por el Samurai Hasekura Tsunenaga y el fraile franciscano español Luis Sotelo fue la primera misión diplomática nipona que llegó a España.

El descubrimiento de un arte "nunca visto"

El comisario recordó que a partir de 1624 hubo un aislamiento total de Japón, hasta que en 1868 volvió a abrirse a occidente "y empezó el descubrimiento de un arte que nadie había visto". El recorrido se inicia con una aproximación a los primeros contactos entre ambas culturas entre 1549 y 1624 a través de obras como el "Biombo de los portugueses", de principios del siglo XVII, cedido por el Musée Guimet, "una joya excepcional" que se presentó por primera vez en París en la Exposición Universal de 1878.

También en este espacio se puede contemplar la carta que el embajador Hasekura Tsunenaga entregó a la ciudad de Sevilla. El documento se ha convertido en uno de los más bellos y apreciados de los primeros contactos diplomáticos entre España y Japón. A continuación se pueden contemplar obras que reflejan la huella del japonismo en movimientos y corrientes artísticas de 1900 a través de artistas como Manet, Toulouse-Lautrec o Alfred Stevens.

La pintura de Mariano Fortuny Los hijos del pintor en el salón japonés, que el Museo del Prado ha descolgado de su exposición La belleza encerrada para formar parte de esta muestra, es una de las primeras piezas en las que se puede apreciar la fascinación y la influencia del arte japonés en un artista español, que también experimentó Darío de Regoyos, Madrazo o Martín Rico.

Objetos decorativos, muebles, cerámicas reflejan en otro espacio la renovación estética de las artes decorativas e industriales. La exposición de Barcelona de 1888 es también protagonista de la exposición, en la que se analiza el maridaje entre japonismo y modernismo, que convirtió el arte japonés en un ingrediente esencial de la modernidad artística de finales de siglo.

Obras de Picasso, Dalí, Masriera, Nonell o Juan de Echevarría reflejan como, superado el modernismo, el descubrimiento de nuevas facetas del arte japonés continuó seduciendo a artistas de las tendencias más dispares