La oposición acusa a Merkel de beneficiar a BMW en la UE a cambio de donaciones
- La CDU recibió 690.000 euros de la familia Quandt, principales accionistas
- Merkel bloqueó la ley para que los coches limiten sus emisiones de CO2
- Los Verdes han rechazado seguir negociando con Merkel para formar gobierno
Las donaciones de la empresa alemana BMW a la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Angela Merkel han levantado polvareda en Alemania. Los Verdes se han retirado de las negociaciones para formar gobierno con la canciller y la oposición se pregunta si ha habido o no tráfico de influencias.
El partido de Merkel recibió una donación de 690.000 euros de grandes accionistas de la empresa alemana BMW poco después de las elecciones generales y en medio de la presión de Alemania para revisar el acuerdo de emisiones de los vehículos en la Unión Europea.
Los donativos procedieron de la poderosa familia Quandt, que posee el 47 % de las acciones de la compañía. En concreto, el 9 de octubre la CDU recibió tres pagos de 230.000 euros cada uno procedentes de Johanna Quandt, la viuda del empresario Herbert Quandt a quien se atribuye la transformación de BMW, y de sus hijos, Stefan Quandt y Susanne Klatten, según datos publicados en la página de internet del Bundestag (Cámara baja).
La CDU ha confirmado la información que publicó este martes la edición digital del semanario alemán Der Spiegel, pero ha subrayado que los donativos "no tienen conexión con ninguna decisión política".
Esta donación posterior a los comicios del 22 de septiembre no es nada novedosa. Tras las anteriores elecciones de 2009 el partido de Merkel recibió un total de 450.000 euros de los tres propietarios de BMW. Sin embargo, lo que ha levantado sospechas es el momento elegido para hacer esas donaciones.
Presión de Alemania en la UE
"Hasta ahora los donativos más elevados del año electoral 2013 no se efectuaron hasta que pasaron las elecciones. Esto suscita la pregunta de si la familia Quandt/Klatten quería mantener alejado su apoyo de la lucha electoral", advierte Christina Deckwirth de la organización LobbyControl.
Deckwirth critica la "cercanía temporal" de estos donativos a la decisión de los ministros de Medioambiente de la Unión Europea, atendiendo las exigencias de Alemania, de reabrir las negociaciones para flexibilizar la nueva norma que obliga a reducir las emisiones de CO2 de los automóviles a fin de minimizar su impacto sobre la industria.
El Parlamento Europeo cerró un acuerdo en junio sobre la norma que obligará a los fabricantes de autos a reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de los vehículos hasta 95 gramos por kilómetro de aquí a 2020. Sin embargo, Berlín bloqueó el compromiso unos días después y consiguió este lunes renegociar el acuerdo.
Según los analistas, Daimler y BMW son los fabricantes que producen los coches menos eficientes energéticamente, lo que significa que les resultaría difícil cumplir con esos 95 gramos por kilómetro.
"BMW tiene a Merkel en el saco"
"Hace tiempo que se ha convertido en un caso extremo de venta política", ha opinado el vicepresidente de la fracción parlamentaria del partido de La Izquierda en el Bundestag, Klaus Ernst.
"BMW tiene a Merkel en el saco", ha declarado al diario alemán Leipziger Volkszeitung. "Nunca antes nadie lo había hecho tan abiertamente. Es posible que tenga también consecuencias parlamentarias", ha agregado.
Las primeras consecuencias han sido políticas. El colíder de los Verdes, Juergen Trittin, ha publicado en su Twitter que la familia Quandt "había comprado la política climática de Merkel el 9 de octubre por 690.000 euros". Una dura acusación que no ha tenido una respuesta contundente del Ejecutivo.
La información sobre los donativos y la sombra del tráfico de influencias ha pesado en el ánimo de los Verdes, que han rechazado este mismo martes seguir dialogando con Merkel para formar gobierno. Los ecologistas no eran los socios favoritos de la canciller, pero su retirada deja a Merkel con menos fuerza para negociar con el SPD y, previsiblemente, la obligará a hacer más concesiones ante unos socialdemócratas que todavía están pagando el coste politico de la primera "gran coalición" con la CDU.
En Alemania las formaciones políticas se financian a través de las cuotas que pagan los afiliados, las aportaciones del Estado, las donaciones y las contribuciones especiales.
La ley de Partidos de Alemania obliga a las formaciones a informar inmediatamente al Bundestag de todas las donaciones que superen los 50.000 euros. Mientras, las donaciones entre 10.000 y 50.000 euros se incluyen en los informes anuales de los partidos políticos.