Republicanos y demócratas, al límite del plazo en EE.UU. para pactar elevar el tope de deuda
El Senado retoma las negociaciones para evitar la suspensión de pagos
- La Cámara de Representantes no ha votado finalmente el plan republicano
- La agencia de calificación Fitch pone la nota de EE.UU. en perspectiva negativa
Estados Unidos se acerca peligrosamente al plazo límite en el que agotará el máximo de endeudamiento permitido y podría entrar en suspensión de pagos, lo que tendría graves consecuencias en todo el mundo. Hasta el momento, demócratas y republicanos han sido incapaces de cerrar un acuerdo para ampliar ese tope, cuando queda un solo día para alcanzar el techo de deuda.
El dramatismo sobre la incertidumbre fiscal se ha agudizado este martes con el anuncio de la agencia de calificación Fitch de situar en perspectiva negativa la nota que otorga a la deuda de Estados Unidos, que por ahora mantiene la Triple A, la máxima calificación. Como consecuencia de la anterior crisis fiscal, en julio y agosto de 2011, la agencia Standard and Poor's ya quitó esa nota máxima a la deuda emitida por la primera potencia mundial.
La presión está ahora en el Senado, que ha retomado las negociaciones, mientras que la Cámara de Representantes no ha sometido este martes a votación la propuesta elaborada por los republicanos, ya que no han logrado el apoyo suficiente dentro del propio partido.
A pesar de la cercanía de la fecha límite, en la noche del martes, el líder demócrata, Harry Reid, y el republicano, Mitch McConnell, en el Senado, se han mostrado "optimistas". Reid y McConnell han vuelto a sentarse a negociar poco después de que la Cámara de Representantes decidiese cancelar la votación sobre un plan alternativo de los republicanos.
"El senador Reid y el senador McConnell han retomado las negociaciones y son optimistas de que se alcance un acuerdo", ha asegurado Adam Jentleson, portavoz de Reid, en un comunicado.
En el mismo sentido se ha expresado Don Stewart, portavoz de McConnell, al subrayar que, "dados los acontecimientos de esta noche, ambos senadores han decido trabajar hacia una solución que reabriría el gobierno y prevendría la suspensión de pagos".
Falta de acuerdo en el seno del Partido Republicano
Poco antes, los republicanos de la Cámara de Representantes tomaban la decisión de no someter a voto una propuesta que incluía proporcionar los fondos necesarios para reabrir hasta el 15 de diciembre la Administración (cerrada parcialmente desde el 1 de octubre) y, por otro lado, elevar el techo de endeudamiento para permitir los pagos hasta el próximo 7 de febrero, mientras se seguía negociando.
La razón de la retirada del proyecto ha sido la falta de acuerdo en el seno del propio Partido Republicano, donde los miembros de la facción Tea Party se resisten a abandonar su objetivo de utilizar la urgencia fiscal para desarmar la reforma sanitaria de Obama.
Por ello, la presión recae ahora sobre el Senado, con mayoría demócrata, donde durante el fin de semana se llevaron a cabo discusiones para preparar una propuesta bipartidista.
La inesperada cancelación de los republicanos se ha producido apenas unas horas después de que el presidente de la Cámara, el republicano John Boehner, anunciase en un comunicado: "[La Cámara] votará hoy para reabrir el Gobierno y evitar la suspensión de pagos".
Obama rechaza la última propuesta republicana
Antes de esa retirada, la Casa Blanca ya había rechazado esa propuesta anunciada por los republicanos de la Cámara de Representantes, ya que Barack Obama consideraba "inaceptable" ese proyecto.
A un día de una posible suspensión de pagos, sin embargo, el presidente Obama sigue mostrándose optimista. Prefiere un plan conjunto elaborado por los jefes de filas demócrata y republicano del Senado y subraya que los senadores de ambos grupos están trabajando sobre una propuesta bipartidista "de buena fe", para poner fin a una "crisis fabricada, que ya ha perjudicado a familias y empresarios estadounidenses".
"Obama ha dicho y repetido que los miembros del Congreso no deben exigir un rescate para asumir su responsabilidad fundamental: votar un presupuesto y pagar las facturas del país", ha explicado una portavoz de la Casa Blanca, Amy Brundage, quien matiza que, "desgraciadamente, es lo que pretendía la última proposición de los republicanos de la Cámara".
Brundage acusa a los dirigentes republicanos de elaborar la propuesta para "contentar a un pequeño grupo de representantes del Tea Party, los mismos que han desencadenado la parálisis de la Administración", desde el 1 de octubre.
Poco después, el portavoz presidencial, Jay Carney, ha indicado que Obama confía en "el potencial" de las conversaciones en el Senado.