José Luis García-Pérez: "El público no me impone, me pone"
- Estrena Diario de un loco de Gogol este viernes en el Matadero
- "Son las palabras más bonitas que me ha tocado decir en mi vida"
José Luis García Pérez irrumpe en la terraza del bar del Matadero, con pañuelo al cuello (ha venido en moto) y gafas de espejo. Aquí nació Diario de un loco, la obra que estrenará oficialmente el 18 de este mes en la sala grande de las Naves del Español.
Esta soleada tarde de octubre, entre conversaciones de niños y abuelos, su imponente voz rota que recuerda a la de los actores brillantes de generaciones anteriores, se impone para transmitirnos con pasión arrolladora la ilusión que le produce "cada día" ser el loco, el hombre y el niño de de Diario de un loco de Gogol.
A pesar de la barba y su aspecto viril, sus ojos también parecen, por momentos, cuando nos lo cuenta, los de un niño travieso.
RTVE.es Diario de un loco ¿es un monólogo?
-Nos gusta llamarlo ‘espectáculo unipersonal’ porque los monólogos están denostados por la confusión entre lo que es teatro y otras cosas a las que no se puede llamar teatro. Si anuncias un monólogo la gente espera que te sientes en un banco y cuentes chistes durante una hora o 70 minutos que es lo que dura nuestro montaje.
¿Es complicado este papel?
-Es complicado porque el viaje que hace Aksenti Ivanovich es un viaje emocional muy potente, pero a la vez es para mí muy gustosito de hacer, me hace crecer como actor. De ese viaje aprendo no sólo como intérprete sino como persona, porque la manera de ser de este personaje te hace más grande a ti, es un niño (a pesar de su edad) y eso abre muchas puertitas cada día; a mí me hace sonreír y ser cada día más feliz
El espectador está ante un personaje que le cuenta –en forma de diario- su vida, y en un momento dado, descubre que Ivanovich está trastornado ¿es así?
-Sí, pero ni es normal desde el principio ni “se le va la olla”. Estuvimos pensando en poner otro título : Diario de un hombre (loco). Porque la locura ¿Quién la mide? Y está escrita en la segunda mitad del XIX, donde las circunstancias vitales de una persona para que la consideraran loco eran diferentes a las actuales.
Su locura está mas provocada por la soledad que por un problema mental. Aunque por lo que dice, te vas a casa pensando ¿está loco o el que está loco soy yo o estamos todos locos y él es el único cuerdo?
No es el monólogo de un loco que grita…y todo esto. Es un personaje para llevárselo a casa.
¿Hay surrealismo en este relato como en otros de Gogol de la misma época?
-La parte surrealistas es que Nikolai se cree que es el rey de España…Parece que Gogol lo escribió antes de ayer…
El mundo que él crea es la parte más surrealista. Yo tengo la sensación de que lo recluyeron en el manicomio donde está y se olvidaron de él y sigue viviendo allí, y allí, en su jaula, ha recreado el mundo que nos cuenta. Recrea toda una vida, toda una historia
La escenografía es muy importante: es parte una celda y utilizamos el espacio fabril de la sala grande del Matadero tan versátil, el Matadero nos regala la sala 1 con esos fondos, además se van a disponer las gradas de un modo distinto…
(La obra se estrenó en julio en la azotea del Matadero pero el estreno absoluto es esta semana en la sala principal del Matadero)
¿Cómo surge el proyecto de llevar a escena esta historia originaria como La nariz de 'Historias de San Petersburgo'?
-Tenía muchas ganas de producir y de hacer algo solo, desde hace tiempo…
Conocí a Luis Luque (el director) que estaba en la ayudantía de dirección (Carlos Saura) de El gran teatro del mundo (montaje en el que García-Pérez también participó). Me gustó su sensibilidad, su sentido del humor. Esta obra tiene mucha emoción, sentido del humor (el público se ríe mucho). De la sonrisa a lágrima hay muy poquito camino
Y le propuse hacer algo para el Fringe y me propuso él este Diario de un loco. Lo leí en dos horas, y el enamoramiento fue absoluto . Y desde entonces nos acompaña. Creo que no hubiese podido escoger una obra mejor. Digo las palabras más bonitas que he me tocado decir nunca en ningún espectáculo, sin duda. Te lo juro. Se une la potencia literaria de los rusos más el surrealismo de Gogol y su poesía. Es la hostia
Además de todo lo dicho ¿Por qué venir a verte?
-Porque te hace reflexionar sobre qué es la locura, cómo tratamos al que tenemos al lado, la imposibilidad de cambiar los roles sociales; en una época prerrevolucionario si te toca ser burócrata lo serás toda tu vida…
Además es un diario que ocurre sobre la marcha. Por ejemplo, el 3 de diciembre todo gira en torno a ¿Por qué soy lo que soy? Porque lo creemos, ¿somos lo que queremos ser?...¿somos el reflejo de lo que los otros quieren que seamos?...
Es un espectáculo que te moviliza por dentro a mi como actor y a los espectadores que lo han visto y me lo han contado.
Y al que le gusten los actores, debe verlo porque es un ejercicio actoral chulísimo.
Tu que has hecho grandes papeles en el cine, ¿que diferencia básica encuentras con las tablas?
-El cine tiene muchas cosas (velocidad, capacidad de resolución, detalles..). En el cine concentras toda tu energía en un puntito, un objetivo. Bien, pues en el teatro tienes todo eso y algo más, el público, y ante eso no hay comparación.
¿Tu miras al público cuando estás en el escenario? ¿Te impone?
-Si. Generalmente, dependiendo de la iluminación, ves más o menos filas. No me impone, me pone…