Ikea, como chinos por su casa
- Familias enteras aplican al pie de la letra lo de "sentirse como en casa"
- Meriendan, juegan a las cartas y se echan la siesta en las camas de la tienda
- Ikea se ha adaptado a estas costumbres para seguir vendiendo sus productos
Entrar en el apetitoso mercado de 1.300 millones de potenciales clientes que supone China implica, para la grandes superficies multinacionales, hacer ciertas concesiones.
Ikea lo tiene claro, dejar a los clientes que echen una pequeña cabezadita en los sofás o que se acurruquen bajo el edredón en una de sus camas es un precio muy bajo a pagar teniendo en cuenta que el gigante asiático será el país con mayor volumen de venta de todo el grupo antes de que acabe la década.
Actualmente es ya el que más crece al año, un 17 % anual. China y Rusia están tirando de los números de Ikea hacia arriba (el grupo cerró el año pasado con un beneficio de 3.200 millones de euros) en un momento en el que la crisis ha estancado las ventas en Europa.
A pasar el fin de semana a Ikea
Así que, lejos de esconder la manera en que los chinos tienen de adueñarse literalmente de las tiendas, Emilio Sánchez, un español que lleva seis años al frente del departamento de expansión en el país, nos acompaña por la zona de camas y sofás donde duermen plácidamente decenas de clientes. La mayoría han tenido la delicadeza de descalzarse.
"Es habitual que haya familias enteras merendando o echando la siesta, como puedes ver aquí mismo", explica Emilio mientras señala a un hombre del que apenas asoma la cabeza entre los almohadones.
Al otro lado, una familia con sus dos hijos ha ocupado una coqueta habitación infantil donde los niños juegan a sus anchas con los peluches que han cogido de la sección de al lado.
"Este cuarto es más acogedor que el que tenemos en nuestra casa y a mi hijo prefiere jugar aquí", dice sin ningún pudor la madre de los pequeños.
A unos metros, un matrimonio con su bebé descansa en el sofá mientras ve la televisión. "Estamos muy a gusto aquí, no es como en otras tiendas donde no nos dejan ni tocar los muebles", asegura.
“Mi hijo prefiere jugar aquí, esta habitación es más acogedora que la nuestra“
Las tiendas más grandes del mundo
Y seguimos el recorrido mientras conocemos otras peculiaridades del mercado chino a las que la multinacional ha tenido que adaptarse. Por ejemplo, el menor tamaño de las casas, lo que les obliga a diseñar la exposición pensando en espacios más reducidos.
También, en la sección de enseres de cocina, han tenido que incorporar un tipo de productos específicos de la cultura local, como los palillos o los boles, aunque el 98 % de los artículos que vende Ikea son iguales en todo el mundo.
Y por supuesto, las tiendas son en China más grandes que las de cualquier otro país y las únicas que se distribuyen en varias plantas. La de Shanghai, recién inaugurada, tiene siete. "Lo habitual es que si una de Madrid ocupa 25.000 metros cuadrados, las de aquí tengan 45.000", matiza Emilio Sánchez .
Hay que hacer espacio para que entre el gigante asiático. Por la tienda de Pekín pasaron el año pasado seis millones de personas.