Jordi Cadena desmonta tópicos sobre la violencia machista en 'La por' ('El miedo')
- El director de Elisa K trae una cinta "más de preguntas que de respuestas"
- El belga Coninx presenta Marina, la biografía fílmica de Rocco Granata
- Ha competido también Night moves, de Kelly Reichardt
Una película "más de preguntas que de respuestas" y que trata de desmontar los tópicos que rodean a la violencia de género en el ámbito familiar, ha afirmado el español Jordi Cadena en el filme La por (El miedo), proyectado este lunes a concurso dentro de la 58 Semana Internacional de Cine de Valladolid.
Cadena (Barcelona, 1947), más que a reflejar los tópicos de la violencia machista, invita a reflexionar sobre la "persistencia del mal" y la asimilación del maltrato, "como si fuera algo inherente a la sociedad", ha expuesto en una rueda de prensa posterior a la proyección.
La por, basada en la novela M (2005), de Lolita Bosch, "no es una película de terror", ni tampoco una crónica social, sino que ha tratado de acercarse a la violencia machista "de una forma distinta", desde la mirada del protagonista adolescente de la familia donde se inscribe el problema.
La historia, protagonizada por Igor Szpakowski, Roser Camí, Ramón Madaula y Alicia Falcó, transcurre en unas veinte horas donde el director ha subrayado, como elementos de expresión, los silencios y las miradas de los personajes para mostrar, sin necesidad de palabras, sentimientos como el miedo o la inquietud.
El regreso al largometraje de Jordi Cadena tras Elisa K (2010) será estrenado en las salas de cine el 22 de noviembre y es la última baza del cine español en la 58 Seminci, tras la participación de Mar Coll con Todos queremos lo mejor para ella, en la gala inaugural, y de Santiago Tabernero con "Presentimientos", el domingo.
Marina, la biografía fílmica de Rocco Granata
La por ha sido proyectada junto al filme Marina, del belga Stijn Coninx, la biografía fílmica y novelada del músico ítalo-belga Rocco Granata, nacido en 1938, con el trasfondo social del drama de los europeos que, a mediados del siglo XX, buscaron en las minas belgas el sustento de sus familias.
Coninx, ganador de la Espiga de Plata en la Seminci de 1990 con Koko flanel, recurre a la celebridad de un personaje para meditar sobre la dureza de la emigración, los casos de victoria y de fracaso de miles de ciudadanos anónimos procedentes de países en reconstrucción después de la Segunda Guerra Mundial, como ocurrió con Italia.
Pero también es la historia de la relación de un padre con su hijo o la de un adolescente "que de la noche a la mañana se convierte en un extraño, en un extranjero", ha precisado Coninx en una rueda de prensa.
No es estrictamente una biografía, ni tampoco un documental, ni exactamente una ficción, aunque tiene un poco de todo ello: "Habría dado para unas cinco películas", ha comentado el realizador acerca de este relato "positivista" sobre la inmigración, que desliza aspectos dramáticos de gran dureza.
El chabolismo, las jornadas laborales de dureza extrema, el ambiente enconado en contra del inmigrante, el desarraigo, los conflictos familiares y las dudas sobre la decisión tomada sobrevuelan en este filme de época que comienza en 1948 y ha sido producido por los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne.
Night moves, de Kelly Reichardt
Ha competido también Night moves, de Kelly Reichardt, última apuesta del cine estadounidense en el festival, después de Short Term 12, de Destin Daniel Cretton, y de Paul Schrader con The canyons, en ambos casos este pasado domingo y la última fuera de concurso por parte del veterano realizador, a quien el festival ha dedicado un ciclo y un libro y ha entregado una Espiga de Honor.
Reichardt, nueva en la Seminci, ha competido con su quinto largometraje: el relato de tres jóvenes activistas ecologistas que traman la voladura de una presa hidroeléctrica, como expresión y símbolo del rechazo que profesan hacia el progreso deshumanizado.
La variopinta extracción de los tres protagonistas, un militar retirado, un estudiante aplicado de clase media y una joven refractaria de la vida consumista, delata el enfoque social que la directora pretende imprimir a una cinta donde también aborda la incapacidad de los jóvenes para afrontar las consecuencias de su desafío.