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Las lluvias desbordan los contenedores de agua radioactiva de Fukushima

  • La operadora Tepco no descarta que se haya filtrado al mar
  • Es el último de una serie de problemas con el líquido que se usa en la central
  • El OIEA avala los esfuerzos por descontaminar el territorio afectado

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Imagen de archivo de la central de Fukushima, Japón
Imagen de archivo de la central de Fukushima, Japón.

Las fuertes lluvias que han afectado a la central nuclear de Fukushima, en Japón, han provocado el desbordamiento de agua contaminada en 12 puntos alrededor de los tanques de almacenamiento de líquido radiactivo, según ha informado a Efe un portavoz de la operadora de la planta.

Tokyo Electric Power (TEPCO) esperaba que el domingo cayeran entre 30 y 40 milímetros de agua de lluvia en la planta nuclear, aunque finalmente recibió hasta 127 milímetros, lo que provocó que fallaran los mecanismos previstos para achicar el líquido.

"Intentamos bombear el agua, pero no fue suficiente", ha detallado a Efe el portavoz, que ha confirmado que subestimaron la tormenta y no pudieron hacer nada por evitar que desbordara las barreras de contención.

Los técnicos registraron una lectura máxima de 710 becquereles por litro de radiación en el agua desbordada, unas 24 veces más que el tope de 30 becquereles por litro de sustancias contaminantes establecido por el Gobierno.

"En estos momentos estamos investigando el desbordamiento, aún no tenemos conocimiento de la cantidad de agua ni descartamos que una parte se haya podido filtrar al océano", ha añadido a Efe el portavoz.

El último de una serie de fallos

Hace apenas cinco días, los técnicos de la central pusieron en marcha un operativo de emergencia para contener las fuertes lluvias y vientos del devastador tifón Wipha por Japón, que por el momento se ha saldado con 27 muertos.

Como parte del operativo, TEPCO abrió las válvulas de drenaje y vertió al mar líquido contaminado con índices radiactivos inferiores a los 15 becquereles de cesio 134 por litro, una medida permitida por la Agencia de Regulación Nuclear de Japón (NRA).

Este nuevo problema en la central se produce en un mes en el que la planta ha registrado diversos errores humanos que han causado fugas masivas de agua contaminada o nuevos vertidos al mar.

La acumulación de agua altamente radiactiva en la central es en estos momentos el principal problema para los cerca de 3.500 operadores que trabajan a diario en la planta en su objetivo de cerrar la crisis atómica iniciada por el terremoto y tsunami de marzo de 2011.

El OIEA alaba los avances en la descontaminación de la zona afectada

Pese a los problemas que sufre la central, este lunes, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) se ha mostrado "muy impresionado" por los avances realizados por las autoridades japonesas en descontaminación de las zonas afectadas por la crisis nuclear.

El equipo llegó a Japón la semana pasada a petición del Gobierno  nipón para analizar los progresos durante el último año en las labores  para reducir la radiación en Fukushima. Sin embargo, en esta ocasión no ha analizado los avances dentro de la central nuclear.

"Todo lo que se puede comprar en el mercado está a salvo porque la monitorización de la cadena alimentaria asegura que el producto no tiene radiación y su consumo es seguro", ha detallado Juan Carlos Lentijo, responsable del equipo de expertos de la misión del OIEA.

 

Lentijo ha destacado ante los periodistas "la gran coordinación" a nivel nacional, regional y local de las autoridades niponas, un factor que, en su opinión, ha permitido "mejorar la implementación y las estrategias establecidas" en la descontaminación.

A pesar de que el informe preliminar sobre las labores de limpieza radiactiva apenas recoge puntos negativos, el OIEA quiso remarcar que en la gestión de Japón "hay espacio para la mejora", sobre todo en lo referido a la percepción del público en general y de los afectados.

"El programa de comunicación es impresionante con numerosas medidas que han mejorado, pero el equipo (del OIEA) considera que se necesitan todos los esfuerzos posibles a la hora de fomentar la respuesta permanente de los ciudadanos, especialmente de los afectados", ha detallado Lentijo, actual director de la división del ciclo de combustible nuclear y de tecnología de residuos del OIEA.

En su opinión, las medidas y los trabajos en curso para descontaminar las zonas con alta radiación "no son muy fáciles de comprender", con lo que ha considerado necesario "trasladar los beneficios y los problemas" de estas actividades y responder a sus dudas e inquietudes, añadió el español.

En este sentido, el informe preliminar del equipo, formado por 16 expertos del organismo, ha aplaudido decisiones como la de repartir dosímetros a los afectados, algo que les permite realizar sus propias mediciones eliminando en parte los temores a la radiación.