Cuatro de cada diez personas en España respiran aire contaminado por encima del límite legal
- Unos 17,3 millones de personas respiran aire contaminado
- Cerca de 20.000 personas mueren cada año a causa de la contaminación
- Son datos del Informe de calidad del aire 2012 de Ecologistas en acción
Unos 17,3 millones de personas en España, es decir, el 37% de la población, respiran aire contaminado por encima de los valores legales establecidos por una Directiva europea (la 2008/50/CE, pdf). Es una de las principales conclusiones del Informe de la calidad del aire 2012 de Ecologistas en acción (pdf), que subraya que en nuestro país unas 20.000 personas mueren de forma prematura a causa de la contaminación.
La ONG ha puesto de manifiesto que la contaminación de la atmósfera "incide en la aparición y agrava las enfermedades de tipo respiratorio, así como otras asociadas, como las vasculares y los cánceres", según datos de la Organización Mundial de la Salud. Esta organización ha incluido recientemente el aire contaminado en el grupo de sustancias que provocan cáncer.
Por otra parte, Ecologistas en acción señala que si se tuvieran en cuenta los límites de contaminación recomendados por la OMS el número de personas que respiran aire contaminado sería de 44,1 millones de personas, un 94% de la población.
Los datos del presente estudio provienen de los facilitados por las Comunidades Autónomas a partir de sus redes de medición de la contaminación.
Efectos sobre la salud
El informe de los ecologistas señala, haciendo referencia a una publicación de los investigadores González Medel y Fernández López, que cada vez es "más evidente la relación entre contaminación y aparición de alteraciones en el sistema inmunológico".
También las "modernas epidemias de eccemas de contacto, alergias cutáneas u oculares, asma ambiental o patologías más agresivas como enfermedades autoinmunes o el espectacular aumento en el número de linfomas".
El documento destaca, asimismo, que el incremento de las alergias se está convirtiendo en un grave problema para la calidad de vida de todas las personas que se está viendo agravado por la proliferación de vehículos diésel.
Recomendaciones para reducir la contaminación
Ecologistas en acción señala en su informe que las principales vías de actuación para reducir la contaminación del aire son reducir el tráfico motorizadoen las zonas metropolitanas
; disminuir la necesidad de movilidad y potenciar el transporte público (en especial el eléctrico); dar facilidades a los medios no motorizados en las ciudades, y que se adopten de forma generalizada las mejores tecnologías industriales disponibles para disminuir las emisiones.
Los principales contaminantes en España
Los contaminantes más perjudiciales para la salud en nuestro país son las partículas en suspensión (PM10 y PM2,5), el dióxido de nitrógeno (NO2), el ozono troposférico (O3), y el dióxido de azufre (SO2).
Las partículas en suspensión son sustancias dispersas en el aire como las que genera la combustión de carburantes fósiles por el tráfico, partículas liberadas por materiales mal quemados o gases contaminantes, entre otros. El informe apunta que estos elementos penetran en el tracto respiratorio y en los pulmones, causando más incidencia en los niños, ancianos y personas con padecimientos respiratorios y cardiacos. Unos 35,6 millones de personas están afectados por las partículas PM10.
El principal causante del dióxido de nitrógeno son las emisiones provocadas por los automóviles, sobre todo los diésel. El NO2 tiene efectos directos en la salud, en los tramos "más profundos de los pulmones". El NO2 ambién tiene efectos indirectos, ya que al pasar por distintas reacciones químicas da lugar a ozono troposférico. Casi ocho millones de personas respiran NO2.
Este último contaminante, el O3, es un "potente agente oxidante" que se forma por reacciones fotoquímicas en las que participan la radiación solar, el dióxido de nitrógeno (NO2), el oxígeno y compuestos orgánicos volátiles, sobre todo en las tardes de verano. Las elevadas concentraciones de O3 pueden causar irritación en los ojos, superficies mucosas y pulmones y una población de 38,5 millones de personas está expuesta a este contaminante.
Por último, el dióxido de azufre (SO2), ha disminuido desde los años 80 debido, principalmente, a que se han sustituido combustibles más contaminantes como el carbón por otros en las calderas de calefacción. Sin embargo, ciertas industrias, centrales térmicas y de ciclo combinado, las refinerías de petróleo y el tráfico marítimo siguen emitiendo SO2.