El fiscal del caso Palau pide 27 años para Millet y Montull y siete para el extesorero de Convergència
- Acusa a Millet y Montull de malversación de fondos públicos
- Al extesorero de CDC, de tráfico de influencias y blanqueo
El fiscal ha pedido 27,5 años de prisión para el expresidente del Palau de la Música, Félix Millet, y para quien era su mano derecha, Jordi Montull, por varios delitos en el expolio económico del Palau de la Música y otros 7,5 años para el extesorero de CDC Daniel Osácar por tráfico de influencias y blanqueo de capitales.
Además, la Fiscalía cree que uno de los principales factores que propiciaron que el expolio del Palau se perpetuara durante décadas sin que nadie diera "la voz de alarma" fue un "círculo socioeconómico y político ensimismado, donde intereses de todo tipo convergieron en una conveniente ceguera".
En su escrito de calificación, el fiscal anticorrupción Emilio Sánchez Ulled acusa a Millet y Montull, entre otros, de delitos de malversación de caudales públicos, falsedad en documento mercantil, apropiación indebida y un delito contra la hacienda pública. También, pide 26 años de prisión para la ex directora financiera de la entidad, Gemma Montull.
Por el presunto entramado para el pago de comisiones ilícitas a CDC, el fiscal acusa de tráfico de influencias y blanqueo de capitales al extesorero Daniel Osàcar, y pide año y medio de prisión para el exdiputado convergente Jaume Camps. Además, plantea el comiso de 6,6 millones de euros a la formación nacionalista por las sumas que supuestamente recibió de Ferrovial a cambio de la adjudicación de obra pública en los gobiernos de Jordi Pujol.
Multas de 20 millones de euros
Por otro lado, el Ministerio Público reclama multas de 20 millones de euros a Osàcar y a los exresponsables del Palau por el blanqueo de capitales perpetrado mediante la trama de comisiones ilícitas, y de diez millones para Jaume Camps y los directivos de Ferrovial Pedro Buenaventura y Juan Elizaga, quienes afrontan una condena de cuatro años y medio de prisión.
Asimismo, en la introducción de su escrito de calificación, el fiscal plantea la necesidad de tener en cuenta toda una serie de "elementos sociológicos e incluso, si se quiere, psicológicos" para explicar un saqueo de una institución emblemática para Cataluña que se prolongó durante más de treinta años "sin que nadie formulara reparos".
Sánchez-Ulled resalta también el "arraigo histórico y el merecido prestigio cultural del Orfeó en la sociedad catalana", elementos que en su opinión "fueron habilidosamente explotados por Fèlix Millet y sus compinches para enmascarar sus ilícitos manejos, incluso los más turbios".
Según el fiscal, Millet dirigió el Palau "de forma personalísima y con un intenso cariz jerárquico a la vez que carismático" y, junto a su mano derecha Montull, aprovechó "descaradamente la confianza pública generada por el prestigio cultural y social inherente" a la institución.
Fue Fèlix Millet, en opinión del ministerio público, quien facilitó el contacto entre Ferrovial y CDC para el pago de comisiones ilícitas del 4 % por la adjudicación de obra pública, "peajes" que los imputados se repartían, supuestamente, a una proporción del 2,5 % para la formación y de 1,5 % para los saqueadores del Palau.
"Entramado delictivo"
El fiscal cree que el desvío de fondos a CDC contó también con la complicidad de la ex directora general del Palau Rosa Garicano, para la que pide una condena de ocho años y medio de cárcel y multas que suman doce millones de euros.
Además de detallar los mecanismos por los que Millet y Montull se apropiaron de fondos públicos y privados del Palau, el fiscal describe un "entramado delictivo" para la "financiación ilícita" de CDC que los expoliadores urdieron junto a Ferrovial y cargos de la formación entre los años 1999 y 2009, a cambio de la adjudicación de obras como la Ciutat de la Justicia o la línea 9 del metro.
En opinión del fiscal, en la organización de ese mecanismo participó "como mínimo" el extesorero de CDC fallecido en 2005 Carles Torrent en "colaboración directa" con Jaume Camps, quien "aunaba todos los elementos precisos para desempeñar funciones de enlace", dado que era parlamentario de la formación nacionalista y al mismo tiempo prestaba servicios profesionales para Ferrovial.
"El sistema fue luego continuado y perfeccionado por el acusado Daniel Osàcar", añade el fiscal, que admite que, pese a que ese extremo no ha podido ser acreditado, "la lógica apunta a que tales dirigentes debieron contar como mínimo con el asentimiento de altos responsables del partido".
Esos "altos responsables" de CDC se unieron al tesorero para "ejercer el ascendente que ostentaban sobre los cargos públicos pertenecientes o afines a su formación política" con el fin de asegurar el flujo de adjudicaciones que pretendía Ferrovial, remacha Sánchez Ulled.
"Bien partiera de CDC, bien de Ferrovial la iniciativa primera, lo cierto es que el acuerdo criminal era relativamente sencillo pero demoledor", sostiene el fiscal, que cree que mediante esa trama los imputados garantizaron "un flujo constante de contratación favorable a la empresa", estabilidad que lograron gracias a que las comisiones ilícitas "se fraccionaban en el tiempo".
Convenios de colaboración
Ese pago de comisiones se "enmascaró", según la acusación pública, mediante convenios "mendaces" de colaboración con la Fundación Trias Fargas afín a CDC (actual Catdem), entregas en efectivo y facturación falsa a través de empresas proveedoras del Palau de la Música y de la formación nacionalista.
Según el fiscal, Millet, los Montull y Rosa Garicano deben devolver al Palau de la Música y el Orfeó Català 18 millones de euros correspondientes a "retiradas ilícitas de fondos en efectivo", de los que 9,6 millones "han desaparecido sin dejar rastro alguno".
El fiscal lamenta que no se ha podido determinar quién cobró esos cheques porque "las entidades bancarias no han conservado la documentación justificativa".
El escrito de la Fiscalía pide también tres años de prisión para los administradores de las empresas que presuntamente emitieron las facturas falsas que permitieron el desvío de fondos a CDC y la misma pena para Raimon Bergós, abogado y exsecretario del Palau, por su participación en la facturación mendaz que hizo posible el desfalco.
CDC niega haberse lucrado con el Palau
Por su parte, CDC ha negado haberse lucrado del Palau de la Música y ha defendido la "irreprochable" actuación de Daniel Osàcar como responsable de las finanzas del partido y de su predecesor en el cargo, Carles Torrent, ante las acusaciones de la Fiscalía.
En un comunicado, CDC ha expresado el "máximo respeto" para todas las actuaciones judiciales y ha asegurado que continuará colaborando con la justicia para esclarecer todos los hechos que se le imputan.
Sin embargo, el partido presidido por Artur Mas ha considerado que los hechos que se imputan en el proceso judicial del expolio del Palau de la Música "son falsos y no probados". En este sentido, ha remarcado que utilizará todos los mecanismos para defender "su absoluta inocencia".