La OPAQ termina su primera ronda en Siria sin verificar dos instalaciones de armas químicas
- Según la organización, no se han podido inspeccionar por razones de seguridad
- La OPAQ ha verificado 21 de los 23 sitios declarados por el régimen
- Lajdar Brahimi llega a Damasco para potenciar la conferencia de paz
La inseguridad sobre el terreno en Siria ha impedido a los inspectores de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), el organismo que verifica el control de armas químicas a nivel mundial, pudiese visitar dos de los 23 sitios declarados el régimen de Bachar Al Asad como parte de un acuerdo para destruir su arsenal tóxico, ha asegurado la organización. Mientras que en el plano diplomático, el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Lajdar Brahimi, ha iniciado una visita crucial a Damasco para lograr la presencia del régimen sirio en la conferencia de paz de Ginebra 2.
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas ha verificado 21 sitios hasta 27 de octubre, la fecha límite acordada como parte del programa de destrucción de Siria. "Los dos sitios restantes no han sido visitados debido a razones de seguridad ", ha manifestado la OPAQ, que ganó el premio Nobel de la Paz este mes.
La visita de estos lugares ha planteado serios peligros para el equipo de inspectores lucha. "Los esfuerzos de la misión conjunta (con la ONU ) para garantizar la condiciones necesarias para el acceso seguro a los sitios continua", añade el comunicado.
Fases para el desarme
La organización ha indicado, además, que Damasco ha presentado una declaración formal sobre su programa de armas químicas tres días antes de que venciera la fecha límite establecida en el 27 de octubre, junto con un plan general para su destrucción que será analizado por el Consejo Ejecutivo de la OPAQ.
En la actual fase, los inspectores internacionales se centran en verificar las instalaciones de producción y almacenamiento de armas químicas a partir de los datos aportados por Damasco.
Al mismo tiempo, se trabaja para impedir la fabricación de nuevos equipos, lo que significa que se han destruido recursos de producción, de relleno y de mezclado. En una segunda fase, posterior al 1 de noviembre, comenzará la destrucción de las armas químicas.
Se calcula que Siria tiene unas 1.000 toneladas de armas químicas, por lo que su control, transporte y destrucción es "peligroso" y el proceso total puede tardar algo menos de un año, según las Naciones Unidas.
Brahimi en Damasco
Al tiempo que concluía la primera fase de los inspectores de la OPAQ, el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Lajdar Brahimi, iniciaba una visita crucial a Damasco en la que tratará de asegurar la presencia del régimen sirio en la conferencia de paz de Ginebra 2. Brahimi, que ha llegado a Damasco este lunes, se reunirá en la capital siria con responsables gubernamentales para preparar dicha cita, prevista para el próximo mes de noviembre, según han informado a Efe fuentes oficiales sirias.
Todavía no se ha confirmado si se entrevistará con el presidente de Siria con el que ha mantenido varios encuentros en sus visitas a Damasco desde que asumió la mediación en el conflicto en agosto de 2012. Esta segunda conferencia de Ginebra fue propuesta por Estados Unidos y Rusia en mayo pasado para llegar a una solución política que ponga fin a la guerra civil y aplicar lo acordado hace año y medio en el primer encuentro celebrado en la ciudad suiza, en junio de 2012.
Por su parte, el jefe de la organización islamista chií de Líbano Hizbulá, el jeque Hasan Nasralá, ha acusado este lunes a Arabia Saudí de obstaculizar el diálogo en Siria y los preparativos de la conferencia de paz. "Hay un Estado regional enfadado por lo que está ocurriendo en la región, Arabia Saudí, no es ningún secreto. Ha traído (a Siria) a decenas de miles de combatientes de todo el mundo y armas", ha asegurado Nasralá en un discurso por videoconferencia.
La organización libanesa es uno de los principales aliados regionales del régimen de Asad. Sobre la reunión de Ginebra, prevista para noviembre próximo, el líder de Hizbulá afirmó que "lo único aceptable es una solución política a través de un diálogo sin condiciones", informa Efe.