Kerry asegura que las diferencias regionales no dañan las "profundas" relaciones con Riad
- Considera al reino saudí y a Egipto los principales actores en el mundo árabe
- Los saudíes desconfían de la vía diplomática con Irán
El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, ha calificado a Arabia Saudí como un aliado "muy, muy importante" y el país árabe más decisivo junto con Egipto. Kerry, de visita este lunes en el reino saudí con la intención de suavizar los desacuerdos entre ambos países, ha asegurado que EE.UU. seguirá apoyando a la oposición moderada en Siria mientras que Riad ha insistido en que Irán no debe formar parte de las conversaciones de Ginebra 2.
En una rueda de prensa tras reunirse con el ministro de Exteriores saudí, Saud al Faisal, el secretario de Estado estadounidense ha afirmado que las relaciones entre Washington y Riad son "estratégicas y profundas", y ha asegurado que las posibles diferencias en algunas cuestiones regionales "no afectan" a las relaciones bilaterales. "Nuestra relación con Arabia Saudí es estratégica y profunda en los ámbitos de política, seguridad, comercio e inversión", ha señalado Kerry.
El secretario de Estado se ha reunido con el rey Abdullah ycon su homólogo saudí, Saud al Faisal, que le recibió el domingo a su llegada al país. Al Faisal ha comentado que su país ha aceptado las explicaciones del secretario de Estado, quien le aseguró que EEUU "no va a permitir a Irán que desarrolle armas nucleares" después de sus últimos acercamientos con Teherán.
El ministro saudí ha restado importancia al posible deterioro de las relaciones entre Riad y Washington y ha resaltado que los lazos bilaterales se basan en la "sinceridad" y que las disputas son "algo natural". Entre estas divergencias hay "muy pocas" relacionadas con los objetivos de ambos países, mientras que la mayoría se refieren a las "tácticas" o la forma de actuar, puntualizó Al Faisal.
La guerra civil de Siria
La situación en Siria también ha sido uno de los puntos fundamentales en las conversaciones. Riad se opone también a que Irán participe en las negociaciones para una salida negociada a la guerra siria en la Conferencia de Ginebra 2.
Faisal ha insistido en que, en cualquier caso, las negociaciones no podrán tener lugar si no se cuenta con presencia de la oposición siria. Al Faisal ha explicado que Arabia Saudí está de acuerdo con EEUU en celebrar la conferencia de Ginebra, pedir la renuncia de Al Asad y reconocer a la Coalición Nacional Siria (CNFROS), la principal alianza opositora, como representante legítimo del pueblo sirio.
Sin embargo, el diplomático saudí ha mostrado sus discrepancias con Estados Unidos sobre "las tácticas que llevan a esos objetivos" y ha argumentado que debe ser la CNFROS la que decida si va a acudir a Ginebra. En ese sentido, el ministro de Exteriores saudí, Saud al Faisal, ha exigido a Irán que abandone su posición con la que, ha asegurado, está ayudando al Gobierno a atacar a su propio pueblo.
Por su parte, Kerry, ha insistido en que el presidente sirio, Bachar al Asad, "ha perdido su legitimidad y debe renunciar", y ha asegurado Estados Unidos "no se quedará al margen mientras Al Asad siga matando a personas inocentes".
División respecto a Irán
El reino de La Meca ha hecho notar recientemente su malestar por lo que percibe como política débil de la administración Obama por permitir la continuación de la guerra en Siria y la construcción de asentamientos israelíes en los territorios palestinos ocupados. Los saudíes también desconfían de los movimientos de EE.UU. para reducir la tensión con Irán, pricipal rival regional, y reabrir las negociaciones sobre el programa nuclear iraní.
Sin embargo, en un tono conciliador, el ministro de Exteriores saudí, Saud al Faisal, ha manifestado que las diferencias forman parte de las relaciones entre los dos países. Kerry ha asegurado que, pese a las negociaciones con Irán, EE.UU. no romperá sus lazos con Ryad.