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Telefónica vende el 65,9% de su filial checa al grupo PPF por cerca de 2.500 millones de euros

  • Tras efectuar la transacción, PPF prevé lanzar una OPA por el resto de acciones
  • Telefónica mantendrá una participación del 4,9% en la compañía
  • La empresa española seguirá como socio industrial y comercial durante 4 años

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Telefónica ha alcanzado un acuerdo para la venta del 65,9% de su  filial checa al grupo PPF, propiedad del multimillonario Petr  Kellner, por un importe de 2.467 millones de euros en efectivo, según  ha anunciado este martes la operadora a la Comisión Nacional del  Mercado de Valores (CNMV). Dicho importe incluye un pago inicial en metálico de 2.063  millones de euros al cierre de transacción y una cantidad aplazada de  404 millones de euros durante los próximos cuatro años.

Adicionalmente, y antes de que se realice la transmisión de  acciones, Telefónica, que actualmente posee el 70,8% de su filial  checa,  recibirá 260 millones de euros en concepto de dividendo a  distribuir en noviembre de 2013.

Una vez ejecutada la transacción, PPF prevé lanzar una Oferta  Pública de Adquisición (OPA) obligatoria por el resto de acciones que  conforman el capital de la operadora checa. No obstante, Telefónica  mantendrá una participación del 4,9% en la compañía y permanecerá  como su socio industrial y comercial durante un período de cuatro  años. Este acuerdo está sujeto a la obtención de las autorizaciones de  competencia pertinentes.

Acelerar el desendeudamiento de Telefónica

Entre los impactos contables derivados de la transacción, la  operadora presidida por César Alierta ha destacado el efecto positivo  en la reducción del nivel de endeudamiento del grupo de,  aproximadamente, 2.685 millones de euros, en virtud del valor actual  del precio a pagar por PPF y de la cantidad a recibir en concepto de  distribución a accionistas.

De esta forma, la operación permite a Telefónica acelerar su  proceso de desapalancamiento y cumplir el objetivo de deuda neta  establecido para finales de este año. Asimismo, la transacción generará una minusvalía contable de,  aproximadamente, 56 millones de euros en los resultados del tercer  trimestre de 2013.

El precio de la transacción supone una valoración de más de seis  veces Ebitda 2014, lo que representa, según la operadora, un múltiplo  atractivo en una operación en la que no se produce consolidación en  el mercado y por tanto, no se generan las sinergias  correspondientes.

Como consecuencia de la transacción, Telefónica República Checa y  Telefónica Eslovaquia cambiarán su denominación social, pero  continuarán utilizando la marca comercial O2 durante un tiempo máximo  de cuatro años.

Además, la compañía entrará a formar parte del 'Telefónica's  Partners Programme', una iniciativa a disposición de determinados  operadores que les permite apalancarse en la escala de Telefónica y  cooperar en áreas de negocio clave.

Giro estratégico del grupo

La operadora ha destacado que este anuncio sigue a los acuerdos  recientemente alcanzados en Irlanda y Alemania y se une al conjunto  de iniciativas que han permitido dar un profundo giro estratégico al  grupo. 

"En un año decisivo para su proceso de transformación, Telefónica  continúa ejecutando con éxito su objetivo estratégico de aumentar la  flexibilidad financiera y enfocarse en reforzar las operaciones de  sus mercados más relevantes", ha subrayado.

Telefónica inició operaciones en la República Checa en 2005 y  fundó Telefónica Eslovaquia en 2007. Telefónica República Checa opera  bajo la marca comercial O2 tanto en la República Checa como en  Eslovaquia y, a junio de 2013, cuenta con 9,3 millones de clientes de  telefonía móvil, fija y televisión de pago en ambos países.