De Blasio, primer alcalde demócrata de Nueva York en veinte años
- Barre a su rival, el republicano Joe Lohta
- La lucha contra la desigualdad será su primer reto
El candidato demócrata Bill de Blasio ha ganado de forma clara la batalla para ser el próximo alcalde de la ciudad de Nueva York. Con el 84% de los colegios electorales escrutado, De Blasio obtenía el 73% de los votos, frente al 24 % de su rival, el repubicano Joe Lohta.
De Blasio sustituiría al actual alcalde, Michael Bloomberg, tras 12 años en el cargo. A Bloomberg le antecedió el también republicano Rudolph Giuliani. De Blasio se convierte en el primer edil demócrata de Nueva York desde David Dinkins (1990-94).
Bandera del progresismo
De Blasio ha enarbolado la bandera del progresismo y la lucha contra la creciente desigualdad, tras los años de mejoría económica poco equilibrada bajo Bloomberg. El demócrata definió su campaña desde el principio como una "historia de dos ciudades", la de los millonarios y la de millones de personas que viven bajo el umbral de la pobreza o muy poco por encima.
Nueva York "ha elegido el camino progresista", ha proclamado en español el nuevo alcalde en la fiesta de su campaña, en Park Slope (Brooklyn) entre el delirio de sus seguidores, especialmente los latinos.
"Esta noche empezamos a caminar juntos como una sola ciudad", ha añadido De Blasio, quien desde 2009 es defensor del pueblo de Nueva York y antes fue concejal durante ocho años.
De Blasio, un blanco casado con una afroamericana, ha abanderado la lucha contra la práctica policial conocida como stop and frisk, por la que la Policía para y cachea a personas sin motivo claro, y que se ha centrado de forma muy desproporcionada en hispanos y negros.
Todo ello, junto con el mensaje contra la desigualdad y a favor de mejorar la educación pública y de construir más viviendas a precios accesibles, le ha ganado el apoyo arrollador de las minorías étnicas, que en Nueva York son ya la mayoría de la población.
"Hoy habéis hablado fuerte y claro por una nueva dirección para Nueva York", ha afirmado De Blasio, quien ha reconocido que el trabajo "acaba de empezar" y no se hace ilusiones, porque, dijo, "luchar contra la desigualdad nunca ha sido fácil".
El que será el alcalde número 109 de la ciudad de los rascacielos ha repasado los principales temas que han definido su campaña y recordó que "a unos pocos les va tan bien" mientras otros quedan atrás, y afirmó que la lucha contra la desigualdad "es el reto definitorio de nuestro tiempo".
Por ello es por lo que va a pedir que los más ricos paguen "un poco más" a fin de financiar la educación preescolar para todos los niños de la ciudad, así como programas educativos especiales por las tardes.
Con su hija Chiara y su hijo Dante a su lado, De Blasio ha insistido en que el Gobierno municipal debe respetar las libertades civiles de la población, y ha pedido que la Policía y los ciudadanos "trabajen de la mano" para lograr "vecindarios fuertes".
Los neoyorquinos "no estamos definidos por el frío acero de nuestros rascacielos", sino que "todos somos mejores cuando todos tenemos una oportunidad", recalcó.
Luces y sombras de la era Bloomberg
Los doce años del republicano Michael Bloomberg en la alcaldía de Nueva york han producido un desarrollo económico y urbanístico evidente, y esos cambios y la baja criminalidad (en 2013 se batirá seguramente el récord de 2012 del año con menos homicidios) han generado cifras sin precedentes de turistas y de ingresos.
Las empresas de construcción se centran en construir proyectos de viviendas de lujo, que son los que generan más beneficios, y hay más apartamentos de precios millonarios que nunca.
Pero esa mejoría se ha repartido de forma muy desigual, ya que de los 8,3 millones de habitantes de la ciudad, el 46% son pobres o sobrepasan por poco el umbral de la pobreza, mientras que las escuelas públicas de las zonas más pobres siguen sin funcionar adecuadamente.