Juzgan a dos mossos de la misma comisaría que los ocho imputados por la muerte del empresario
- Por golpear presuntamente a un motorista sin carné y falsificar el atestado
- Otros tres mossos de dicha comisaría están imputados en otro caso
- El conseller de Interior vuelve a poner en duda el informe de la Policía Nacional
Un juez ha encontrado indicios suficientes para llevar a juicio a dos agentes de los Mossos d'Esquadra pertenecientes a la comisaría barcelonesa de Ciutat Vella por golpear presuntamente a un motorista que circulaba sin carné y falsificar después el atestado para imputarle un delito de atentado a la autoridad.
En un auto, al que ha tenido acceso Efe, el titular del juzgado de instrucción número 1 de Barcelona da por concluida la investigación sobre este caso de presunto abuso policial y ve indicios para juzgar a los dos mossos imputados por los delitos de falsedad documental, denuncia falsa y detención ilegal y por una falta de lesiones.
Este caso de supuesto abuso policial en la comisaría de Ciutat Vella, la misma a la que pertenecen los ocho agentes imputados por la muerte del empresario reducido en el Raval, ocurrió en mayo de 2012, cuando presuntamente los dos agentes imputados golpearon con un casco en la cabeza y propinaron puñetazos a un motorista tras perseguirlo cuando circulaba por el barrio sin carné.
El abogado de los mossos recurrió el auto ante la Audiencia de Barcelona, que, de acuerdo con el criterio de la Fiscalía, ha confirmado los delitos atribuidos a los agentes pero ha pedido al juez que especifique la situación procesal del motorista, imputado a raíz del atestado, antes de remitir el caso a las partes para que presenten sus escritos de defensa y acusación.
Precisamente, este martes, un juez ha acordado imputar a tres mossos pertenecientes a la misma comisaría después de que un periodista haya denunciado que le golpearon e insultaron durante su arresto.
"Numerosas declaraciones de testigos"
Según relata el juez en su auto, el motorista se disponía a aparcar su moto en la calle Mitjà de Sant Pere de Barcelona cuando se percató de que era observado por dos hombres que le "miraban raro", de acuerdo con la expresión que él mismo utilizó en su declaración ante el juez.
Ello motivó que el motorista saliera corriendo y los dos hombres, que resultaron ser mossos d'esquadra de paisano, le siguieron montándose en su propia moto hasta darle alcance.
Tras bajarse de la moto, añade, los dos mossos imputados le golpearon con el casco en la cabeza, por encima del oído, lo que motivó que el hombre cayera al suelo, donde le pegaron un puñetazo en la boca y en el pómulo.
Posteriormente, los agentes lo detuvieron y condujeron a la comisaría de Ciutat Vella, donde presuntamente los imputados confeccionaron un atestado en el que le atribuyeron los delitos de atentado a agentes de la autoridad y delito contra la seguridad del tráfico.
El juez concluye que hay indicios para llevar a juicio a los agentes de la policía catalana con base en las "numerosas" declaraciones de los testigos, cuyas versiones "no discrepan en sí de lo fundamental", la declaración de la víctima y los informes forenses.
También la Audiencia de Barcelona considera que las lesiones sufridas por la víctima "no parecen compatibles" con los hechos relatados por los mossos imputados "ni con la mínima violencia imprescindible para una detención".
El conseller vuelve a cuestionar el informe de la Policía
Además, el conseller catalán de Interior, Ramon Espadaler, ha vuelto a cuestionar este miércoles el informe de la Policía Nacional sobre la muerte de un empresario reducido a golpes por los Mossos d'Esquadra, al entender que erraron al transcribir una frase en la que la víctima decía que sangraba, antes de llegar la policía.
En la sesión de control del Parlament catalán, Espadaler ha puesto en duda otra vez este informe, que ya cuestionó la semana pasada, antes de que la juez que investiga el caso imputara a ocho mossos d'esquadra al considerar que no se limitaron a efectuar maniobras de reducción al empresario Juan Andrés Benítez, sino que le dieron golpes, puñetazos y patadas y luego intentaron destruir pruebas.
El conseller ha dado un paso más al denunciar en el Parlament que el informe contiene "incorrecciones e imperfecciones", como por ejemplo en la transcripción de la conversación telefónica que el empresario mantuvo con la Guàrdia Urbana tras la pelea que tuvo con un vecino, previa a la actuación de los Mossos.
En el informe de la Policía Nacional, al que ha tenido acceso Efe, se transcribe la frase de la víctima, que mostraba una gran excitación, de la siguiente forma: "... nos hemos peleado, y se están quedando, y está aquí toda su familia; me han robado de todo".
Según el conseller, la transcripción de esta llamada, que considera "muy importante", se ha hecho de forma "profundamente errónea" en el informe de la Policía Nacional, ya que sostiene que éste dijo antes de que llegara la policía "estoy sangrando" en vez de "se están quedando".
Al trascender el pasado lunes la imputación de los ocho agentes, el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, que se encontraba en Barcelona, avaló el contenido del informe elaborado por la Policía Nacional: "No debía ser muy mal informe, a la vista de esta decisión judicial".