Magdalena Álvarez vuelve a defender su actuación en la Consejería de Economía
- La exministra atribuye a Empleo la utilización de las transferencias
- La exconsejera de la Junta está acusada de malversación y prevaricación
La exconsejera de Economía y Hacienda de la Junta de Andalucía y exministra de Fomento Magdalena Alvarez ha vuelto a defender este jueves ante la juez que instruye los ERE fraudulentos, Mercedes Alaya, su actuación desde la Consejería de Economía y ha atribuido a la de Empleo la utilización de las transferencias de financiación para conceder ayudas sociolaborales.
A su llegada a los juzgados de Sevilla para declarar por segunda vez como imputada por malversación y prevaricación, ha asegurado que se encuentra "bien" y ha subrayado a los periodistas que no está declarada "culpable" de nada.
En una declaración de una hora aproximadamente, Álvarez, que fue ministra entre 2004 y 2009, ha asegurado a la juez que "la propuesta de utilización de la partida 31L (conocida como fondo de reptiles)" y el uso de las transferencias de financiación la incluye la Consejería de Empleo en su anteproyecto de presupuesto.
Ha añadido que sobre ese anteproyecto la Consejería de Economía y Hacienda que ella dirigía no tenía "la menor competencia" y no intervenía "para nada", porque cuando llegaba de la Consejería de Empleo, "simplemente" se incluía en la estructura de la Ley de anteproyecto y "sin modificar absolutamente nada".
Tras ratificar su anterior declaración, la exministra ha contestado a cuatro preguntas de la juez, con la que ha tenido un pequeño rifirrafe cuando abordaba la capacidad subvencionadora del Instituto de Fomento de Andalucía (IFA), empresa pública que hacía los pagos de los ERE.
En su primera declaración, Álvarez dijo que no sabía si cuando fue consejera, entre 1994 y 2004, el IFA tenía capacidad de conceder subvenciones, y hoy ha aclarado que la tenía desde su creación, en 1987, y cuando citaba textos legales al respecto ha sido cuando se ha producido una divergencia de opiniones entre la juez y ella.
Acudirá a declarar "todas las veces que sean necesarias"
Después de declarar ante la juez, Álvarez dijo a los numerosos periodistas presentes en los juzgados de Sevilla que no encontraba motivos para ampliar su declaración anterior y que acudirá "todas las veces que sean necesarias" para "desenredar este asunto".
Ha asegurado que quería "clarificar" algunas cuestiones sobre las que la juez tenía "dudas", como la potestad sobre la subvencionadora del IFA.
Ante la prensa, la exministra ha dicho: "Estoy muy tranquila porque lo he hecho todo con la mejor voluntad y lo mejor posible, no tengo ningún motivo de preocupación", y ha concluido que se siente inocente porque no está "declarada culpable por nadie, estoy imputada".
"Espero no verles en una temporada, seguiré trabajando desde Luxemburgo para Andalucía", ha agregado Álvarez antes de mostrar su agradecimiento por el respaldo que ha recibido por parte del presidente del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Werner Hoyer, al que ha dicho que informa "puntualmente" de su imputación judicial. Ese respaldo, ha agregado, "es de mucha utilidad" para los españoles porque desde la vicepresidencia del BEI puede apoyar inversiones para el país, ha matizado.
En su primera declaración ante la juez, que se produjo el pasado 8 de octubre y duró tres horas, Álvarez dijo que no conoció los reparos de la Intervención de la Junta a cómo se estaban dando las ayudas y que el Gobierno andaluz "nunca" planteó dotar al sistema de más agilidad.
Con el objetivo de dar mayor agilidad a las ayudas, la Junta instauró un sistema para eludir la fiscalización previa que llevó a un "uso ilegal de fondos públicos", que se otorgaban "con absoluta discrecionalidad, de forma opaca" e incumpliendo los principios de imparcialidad, transparencia y no discriminación, según Alaya.
Segunda declaración ante Alaya
Alaya citó por segunda vez a Álvarez en un auto dictado el pasado 31 de octubre, una semana después de que la Audiencia de Sevilla revocara parcialmente la imputación de la exministra y le ordenara que explicara mejor su acusación pues podría haber alcanzado el "límite máximo" antes de inhibirse.
En el auto de respuesta a la Audiencia, Alaya pidió "calma" para poder culminar con "dignidad" el caso, que empezaron a instruir en enero de 2011 "unos pocos incansables".
La juez añadió que citaba a la exministra "a fin de colmar la exigencia de su derecho de defensa por si quisiera ampliar algún extremo de su declaración", y rechazaba elevar el caso al Tribunal Supremo a pesar de los siete aforados imputados en la causa por su "convicción de que al menos la mayor parte de la causa es inescindible".