El disgustado voto del elector español
- PP y PSOE pagan cada vez más caro en simpatía el desgaste de la crisis
- Rajoy y Rubalcaba son los líderes políticos con peor nota y peor progresión
- El declive del bipartidismo hará crecer a IU y UPyD en las elecciones europeas
Este fin de semana se habla de liderazgo y se pasa revista a los proyectos políticos en la conferencia política del PSOE y en la Interparlamentaria del PP. Y también esta semana unos y otros han recibido un jarro de agua fría con el último barómetro del CIS, que consolida en temperaturas gélidas la relación de los votantes con los dos partidos mayoritarios y, aún más, una desconfianza y un desapego generalizados y crecientes hacia sus líderes, que no obtienen un aprobado desde 2011.
"Ocurrió algo excepcional en las elecciones de 2011. Hasta entonces, siempre uno de los candidatos llegaba a las urnas con la confianza mayoritaria de los ciudadanos. En estas, por primera vez los dos candidatos favoritos, Rajoy y Rubalcaba, llegaron con porcentajes mayoritarios de desconfianza ciudadana y eso se ha mantenido hasta ahora", explica a RTVE.es José Pablo Ferrándiz, vicepresidente de Metroscopia.
Es muy llamativo que los votantes del PSOE puntúen mejor a Cayo Lara (4,9) e incluso a la diputada de Geroa Bai, Uxue Barkos (4,84), que a Rubalcaba (4,72), y que los del PP prefieran a Rosa Díez (4,7) y a Soraya Sáenz de Santamaría (el único miembro del Gobierno al que aprueban) antes que a Mariano Rajoy (4,43) [Resultados del barómetro de octubre de 2013 del CIS].
El desgaste del presidente del Gobierno resulta lógico, por ser el rostro visible de un Ejecutivo que ha encabezado los recortes y que gestiona un país con un desempleo disparado, a juicio de los expertos en sociología electoral.
Que la vicepresidenta obtenga mejor nota que su jefe tampoco es nuevo. "Santamaría es la cara visible y con mayor fiabilidad dentro de su partido. No tiene ninguna cartera de ministra, no tiene que hablar de las decisiones del partido y no le afectan los casos de corrupción", valora Ferrándiz.
"A la gente le gusta además que los políticos den la cara. Le pasaba también a Fernández de la Vega, estaba muy bien evaluada porque era la que estaba ahí intentando explicar las cosas", añade.
Rubalcaba, de ser el más valorado al rechazo de sus votantes
Lo que no es tan normal es que el líder del principal partido de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, lejos de aprovecharse del descrédito del rival, despierte también la desconfianza en el 91,1% de los ciudadanos, más aún que el presidente del Gobierno (87,8%), y del 78,4% de los que decían haberle votado en 2011. No solo eso, la mitad de los electores socialistas desaprueban la labor del PSOE en la oposición.
"Es normal que cuando las políticas del PP no son las que se esperaban, parte del voto 'prestado' que confió en él en 2011 se vaya y haya una caída. Pero el PSOE obtuvo ahí su peor resultado histórico. Se quedó con el voto duro, el ‘hueso’ de su electorado, y la mitad de ese electorado ahora está cuanto menos indeciso y evaluando mal a Rubalcaba", reflexiona José Pablo Ferrándiz.
“"Fue ponerse la chaqueta de candidato y todos los males de Zapatero y el PSOE le caen encima a Rubalcaba"“
Para este analista, el "drama" para el secretario general del PSOE es que "viene de ser el mejor evaluado cuando era ministro del Interior y vicepresidente y probablemente el mejor evaluado de España. Pero fue ponerse la chaqueta de candidato y todos los males que aguantaba Zapatero y la marca PSOE le caen encima".
No es una anécdota 'made in Spain', aclara Narciso Michavila, presidente de la consultora GAD3, sino el mal del gobernante que ha puesto -o heredado- rostro a la crisis. "En todos los países, quienes asumen responsabilidades de Gobierno están sufriendo un gran desgaste".
"Es una gran ventaja para los pequeños. Las medidas que toman todas las instituciones son muy dolorosas, y Rosa Díez y Cayo Lara no las tienen que tomar. En el caso del PSOE, todavía acusa la etapa de gobierno", afirma, y compara el caso español en un fenómeno observado en otros países y que ha dado lugar al crecimiento de actores políticos alternativos.
De un modo u otro, la solución para estos partidos está en sus manos, coinciden ambos expertos. "Lo que tiene que hacer el PSOE es algún cambio profundo, más allá de lo que cabe esperar de la Conferencia. El votante está pidiendo un cambio de liderazgo que no afecta solo a Rubalcaba, afecta al proyecto y a las caras. El PSOE lo tiene más fácil para volver a entusiasmar al electorado, porque está en construcción de un proyecto", afirma Ferrándiz.
El PP tiene menos margen. "Dependerá muchísimo de la economía", afirma Michavila. "Va todo unido, en la medida en que la gente salga del desempleo y cotice, las administraciones tendrán más dinero para dedicarlo a la sociedad. Hasta que no se salga del círculo vicioso de la deuda y sus intereses y se entre en ese círculo virtuoso, no podrán hacer nada".
¿Gana el partido de la abstención?
La situación de los líderes es una metonimia de la de sus partidos. PP y PSOE, que alcanzaron en 2011 sendos hitos históricos -aunque de sentido contrario-, se hunden en el voto directo. Si hace un año el PP tenía el 16,1% y el PSOE el 17,6%, hoy sufren una caída libre paralela que les lleva al 11,4% y al 13,%, respectivamente.
Según el barómetro del CIS, si hoy se celebraran elecciones, la elección más frecuente sería sencillamente no ir a votar. Si a esto se añade el porcentaje de encuestados que dicen que votarían en blanco, la suma sería del 29,2% de los votos, más que la suma de voto declarado de PP y PSOE (24,5%).
“El voto en blanco nunca ha sido tan elevado en el CIS, otro "síntoma de lo mal que lo está pasando la gente"“
Las opciones de no votar o votar en blanco crecen ligeramente en la sociedad española: hace un año las elegían el 25,7% de los encuestados. Ahora la consideran casi tres de cada diez electores.
"El voto en blanco nunca ha sido tan elevado en las series del CIS. Es un síntoma más de lo mal que lo está pasando la gente", valora Narciso Michavila.
Pero si estas tendencias prosiguieran, ¿podríamos llegar a unas elecciones generales en las que solo vote la mitad del electorado?. "Pensamos que no", responde el vicepresidente de Metroscopia. "Calculamos aproximadamente un 62% de participación, que sería un porcentaje bajo respecto a otras elecciones. Lo que pone de manifiesto este dato es el cabreo y desafección de la ciudadanía española", interpreta Ferrándiz.
Sin embargo, los especialistas en análisis electoral señalan que este comportamiento en las encuestas tiene algo de cíclico, porque habitualmente "en mitad de la legislatura los partidos pequeños suben y al final de legislatura bajan, cuando el gobierno cosecha los resultados de sus medidas", explica Narciso Michavila.
El bipartidismo pervivirá, también en las europeas
Pero, de todos modos, puede decirse que en España, "el bipartidismo tocó techo en 2008 y a partir de ahí los dos grandes partidos han sufrido una bajada en todas las elecciones. Vamos a una época de bajada del bipartidismo, pero el modelo bipartidista no está acabado", considera este sociólogo, que recuerda que las intenciones que se manifiestan como descontento a mitad de legislatura se convierten en voto útil llegado el día.
“IU y UPyD seguirán subiendo en las elecciones europeas de 2014, "pero menos de lo que se esperaba"“
La próxima cita con las urnas es en mayo de 2014, las elecciones al Parlamento Europeo. Los analistas electorales creen que no es el campo propicio para el voto útil, sino que lo que funciona es un voto 'en conciencia' y, también, el voto de castigo.
En los sondeos que maneja Metroscopia para esos comicios, se sigue notando el desgaste de PP y PSOE y un ascenso de IU y UPyD, "pero menor de lo que se esperaba", anuncia su vicepresidente. "En 2009 ganó el PP al PSOE por cerca de cuatro puntos, ahora la victoria sería por dos a favor al PP".
"Lo lógico es que los partidos pequeños suban bastante y los dos grandes bajen. El partido de gobierno se ve castigado en unas elecciones europeas", coincide Michavila. "Y bajará la participación", vaticina el presidente de GAD3. "En las elecciones de 2009 fue fue del 46%, ahora rondará el cuarenta y algo".