El Teatro Alcázar Cofidis, último escenario para Amparo Rivelles
- La actriz falleció el jueves a los 88 años de edad
- Consiguió entre otros el Premio Goya a la mejor actriz
Las puertas del teatro Alcázar Cofidis, en Madrid, se abrieron este sábado más temprano de lo habitual para despedir a una de sus grandes actrices, ya que el deseo de Amparo Rivelles fue que se le diera el último adiós en el mismo escenario en el que vivió grandes éxitos.
En el escenario del teatro, rodeado de coronas de flores, se colocó el féretro con los restos mortales de Rivelles, así como un retrato de la artista, un crucifijo y un libro de condolencias.
Dos pantallas en el acceso al teatro y otra más en el vestíbulo emitieron escenas de películas y de obras de teatro en las que intervino Amparo Rivelles, a la que se recordará como la elegante "gran dama" de la escena.
Desde primeras horas de la mañana numerosas personas anónimas y otras relacionadas con el mundo de la cultura y el espectáculo acompañaron a los familiares de la actriz y permanecieron junto al féretro con sus restos mortales.
Las puertas se cerraron pasadas las tres de la tarde cuando entre aplausos de las personas que se congregaron en la calle Alcalá, el féretro, seguido por los familiares de la actriz, fue introducido en el coche que esperaba.
Entre estos se encontraba la actriz Maribel Verdú quien mostró su felicidad "por ver toda la gente que la quería, las demostraciones de amor y lo bonito y lo especial que ha sido todo. Debe estar muy contenta y muy feliz".
Para la actriz, casada con Pedro Larrañaga (sobrino de Rivelles), se ha ido una de las más grandes. "Estará siempre en la historia del cine, el teatro y la televisión de este país, de México y de otros muchos", señaló y destacó que se trataba de una persona "de una generosidad extraordinaria, con un sentido del humor increíble hasta el último momento. La echaremos mucho de menos".
“Estará siempre en la historia del cine, el teatro y la televisión“
Maribel Verdú, que interpreta actualmente en el teatro Alcázar Cofidis la obra Los hijos de Kennedy, comentó que va a ser "muy especial y muy bonito" salir a escena ya que "la energía que se queda en los teatros cuando de repente se va alguien que ha trabajado tantos años en él es algo especial. La energía esta allí y la de ella era muy buena".
El ministro de Cultura habla de su "biografía ejemplar"
El ministro de Educación Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, fue uno de los primeros que se acercaron al teatro a dar el pésame a los familiares de Amparo Rivelles, entre ellos la hija de la artista, su nieto y su sobrino Pedro Larrañaga, quien durante toda la mañana permaneció en el recinto.
Wert destacó la "biografía ejemplar" de la artista y lamentó que con ella "desaparece una exponente más de una generación de actores y actrices absolutamente admirables".
En apenas 15 días "hemos sentido la desaparición de dos grandes damas del teatro, señaló el ministro en alusión al fallecimiento también de Amparo Soler Leal, al tiempo que consideró "ejemplar" la biografía de Rivelles, "sobre todo si tenemos en cuenta -dijo- la circunstancias históricas en las que se ha desarrollado sus 60 años de carrera, una carrera que empieza casi inmediatamente después de la Guerra Civil" española.
Recordó también que la actriz había subido por primera vez a los escenarios a los 14 años y desde entonces siempre estuvo en el teatro, en especial "en este teatro que ella decía era su teatro", subrayó el ministro al salir del Alcázar Cofidis, en Madrid, donde la artista cosechó muchos de sus grandes éxitos y donde había expresado su deseo de que se instalara su capilla ardiente.
Wert quiso destacar también los hitos señalados de la actriz tanto en la cinematografía con la serie de películas que hizo dirigidas por Rafael Gil, así como en la televisión con su "inolvidable" Mariana la Vieja en Los Gozos y las Sombras, una adaptación de la obra del mismo título de Gonzalo Torrente Ballester.
"Con ella desaparece una exponente más de una generación de actores y actrices absolutamente admirables", dijo el ministro que al salir de la capilla ardiente saludo a Asunción Balaguer, viuda de Paco Rabal, quien en ese momento llegaba al teatro.También la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, quiso dar su adiós a "una gran actriz, una gran mujer, una gran persona y una gran madrileña", que en opinión del académico Luis María Ansón "llenaba la escena cuando pisaba las tablas".
“Llenaba la escena cuando pisaba las tablas“
En el día de su despedida, destacan su sentido del humor
Al igual que Maribel Verdú fueron muchos los que amigos de la actriz que hicieron hincapié en su simpatía y su sentido del humor.
Una de ellas fue Pilar Bardem quien lamentó la gran pérdida que supone para la escena española de una de las mejores actrices que ha habido, "pero personalmente, a parte de su grandeza como actriz, como persona era la mujer más graciosa del mundo. Tenía un ingenio y una capacidad para hacer bromas que los que la tratábamos la vamos a echar mucho de menos".
Concha Velasco coincidió también en la gran perdida de "una grandísima actriz que además era muy inteligente y muy divertida. Siempre veía el lado bueno de las cosas, incluso en los momentos más trágicos".
Con discreción, sentada en una de las butacas de las últimas filas del teatro, Natalia Figueroa, esposa del cantante Raphael, permaneció un largo espacio de tiempo despidiéndose de "una de las más grandes que hemos tenido. Para nosotros, para mi casa, una amiga del alma, más que una amiga era familia".
Amparo Rivelles poseía una de las voces más hermosas que ha habido en el teatro español, según el actor Carlos Hipólito, para quien era "una de las grandes damas de la escena, una mujer extraordinaria con una personalidad arrolladora; una gran actriz que hizo todo, y todo lo hizo bien".
La Duda fue la última obra de teatro en la que se pudo ver a Amparo Rivelles sobre el escenario. Para Juanjo Seoane, productor de esta obra y de otras seis en las que intervino la actriz, "con Amparo se va toda una época, una forma de hacer del teatro español".
Dos de las obras que hizo con Seoane fueron El abanico de Lady Windermere y Los padres terribles, ambas junto a la actriz Carmen Conesa para quien trabajar con ella ha supuesto un antes y un después. "Se ha ido pero nos deja el recuerdo de una gran lección de lo que es la interpretación y la humanidad en un escenario".
María Luisa Merlo, Asunción Balaguer, Jesús Guzmán, Ana Belén, María Barranco, Julia Gutiérrez Caba, Tina Sainz o Aitana Sánchez Gijón han sido otras de las muchas personas que han dado en esta jornada el último adiós a la gran dama del teatro español y de la escena.
Entre sus interpretaciones más elogiadas se encuentran Eloisa está debajo del almendro, Anillos para una dama, de Antonio Gala, y El caso de la mujer asesinadita, de Miguel Mihura, con la que obtuvo el premio que lleva el nombre del autor.
Trabajó además con Orson Welles y vivió en México en un exilio voluntario entre 1957 y 1979, dos décadas en las que destacó como interprete en el país latinoamericano.
Además de nieta de actores, José Rivelles y Amparo Guillén, e hija de actores, Rafael Rivelles y María Fernanda Ladrón de Guevara, era hermana de Carlos Larrañaga y tía de los actores Amparo Larrañaga y Luis Merlo.