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Socialdemócratas y bávaros proponen convocar referéndums en Alemania sobre políticas europeas

  • Plantea consultas sobre adhesiones o cesión de competencias
  • La propuesta surge de una mesa negociadora para la gran coalición
  • La CDU y la propia Merkel se oponen

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De izq a dcha: Gerda Hasselfeldt (CSU), Alexander Dobrindt (CSU), Horst Seehofer (CSU), la canicller Angela Merkel (CDU) y Ronald Pofalla (CDU) durante la ronda de encuentros para forman una coalición
De izq a dcha: Gerda Hasselfeldt (CSU), Alexander Dobrindt (CSU), Horst Seehofer (CSU), la canicller Angela Merkel (CDU) y Ronald Pofalla (CDU) durante la ronda de encuentros para forman una coalición.

La coalición conservadora alemana, formada por los Cristiano Demócratas (CDU) de Angela Merkel y los Social Cristianos bávaros (CSU), ha encontrado un motivo de desunión en una de las propuestas emanadas de las comisiones que negocian una gran coalición de gobierno con el SPD (socialdemócratas).

La propuesta habla de convocar referéndums para aprobar las nuevas adhesiones a la Unión Europea, la transferencia de poderes a Bruselas y cuando Alemania compromete fondos con la UE. De aprobarse, este cambio limitaría las posibilidades de maniobra de Berlín.

"La población debería ser preguntada directamente sobre decisiones de política europea de especial importancia", asegura el documento, producido por un grupo de negociación sobre política doméstica encabezado por el ministro de Interior, Hans-Peter Friedrich (CSU) y Thomas Oppermann por parte del PSD.

La propuesta, sin embargo, tiene pocas opciones de prosperar, porque debe ser aprobada por un foro de discusión mucho más amplio encabezado por Merkel. Y la CDU ya ha dejado claro que no hay consenso.

"Como hasta ahora, hay serias dudas sobre la introducción del referéndum en el nivel nacional", ha declarado Günter Krings, uno de los líderes parlamentarios el partido.

"La democracia representativa se ha probado a sí misma en Alemania, incluyendo lo referente a decisiones europeas, y queremos atenernos a eso", ha añadido.

Tabú de posguerra en Alemania

Los referéndums son habituales en Irlanda, Suiza y en países escandinavos, pero la constitución alemana posterior a la II Guerra Mundial plantea obstáculos para su convocatoria, en parte porque los plebiscitos facilitaron el ascenso de Hitler al poder.

La ley básica alemana solo permite referéndum en circunstancias extremas como cambios constitucionales o fronterizos.

Los alemanes no han votado desde la reunificación, en 1990. Tampoco para sustituir el marco por el euro.

Debido a la crisis del euro, a comienzos de 2012 el Tribunal Constitucional cuestionó la legalidad de algunas medidas y hubo voces que pidieron una reforma constitucional.

El ministro de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, dijo que un referéndum sobre la integración europea podría ser necesario "incluso más rápidamente de lo que hubiera creido".

Desde entonces, y conforme la crisis parecía no amenazar a la moneda única, el debate se ha suavizado y no fue un asunto importante en la reciente campaña electoral.

Una encuesta publicada en junio mostró que el 71% de los alemanes favorecían el voto directo antes de ceder más competencias a la UE.

Merkel se opone

Pero la canciller Merkel siempre ha rechazado la idea, en parte por el peligro dar aire a los partidos populistas, como el euroescéptico Alternativa por Alemania (AfD).

"No creo que esto sobreviva a las negociaciones para formar coalición", ha declarado a Reuters Tanja Boerzel, profesora en la Universidad Libre de Berlín.

"La CSU siempre ha presionado para tener referéndums. No estoy segura de por qué el SPD está de acuerdo en esto, puede ser parte de una estrategia negociadora, algo que el SPD pueda dejar caer a cambio de otra cosa. La CDU es ambivalente, y no creo que Merkel lo acepte", ha añadido.