Arabia Saudí realiza deportaciones masivas de inmigrantes para fomentar el empleo nacional
- La mayoría de las decenas de miles de expulsados son africanos
- El distrito de Manfouha se convierte en centro de entrega voluntaria
- Al menos cuatro personas han muerto ya en disturbios en los barrios pobres
El gobierno de Arabia Saudí está deportando a decenas de miles de trabajadores extranjeros, en especial provenientes de África, como parte de una campaña contra la inmigración y la residencia irregular.
El mayor exportador mundial de petróleo dio un margen de siete meses a los 9 millones de extranjeros que viven en el país para solucionar las posibles irregularidades en sus pasaportes. En caso contrario, se exponen a penas de cárcel o a la expulsión. La Policía está llevando a cabo controles en tiendas, oficinas y mercados para comprobar los visados.
La campaña, supuestamente orientada a terminar con el tráfico de personas como mano de obra barata y a crear más puestos de trabajo para los saudíes (con un 12% de paro), ha obligado a millones de personas ha internarse en un complicado proceso administrativo para renovar sus visados. Otros miles han decidido dejar el país.
Los extranjeros se entregan voluntariamente en Manfouha
Desde que comenzaron los controles, hace 10 días, decenas de miles de personas han sido deportadas.
La Policía ha establecido en Manfouha, un distrito al sur de Riad, una zona especial para que los trabajadores sin visado se entreguen y sean trasladados a un centro para su deportación.
Según la agencia Reuters, autobuses repletos de trabajadores llegan a Manfouha. Una cola de gente se extiende por la carretera que conduce hasta allí, y que está salpicada de basura y bolsas de viaje que han caído de los autobuses.
Este miércoles, un ciudadano sudanés ha muerto en enfrentamientos entre policía antidisturbios, vecinos saudíes del distrito y los propios extranjeros.
El sábado murieron otras dos personas, un saudí y un hombre sin identificar, en incidentes similiares.
En Yeda y en La Meca también ha habido disturbios en fechas recientes, aunque sin muertos.
Según la BBC, 23.000 inmigrantes etíopes se han entregado ya y 30.000 yemeníes han regresado a su país.
Casi un millón de bengalíes, indios, filipinos, paquistaníes y nacionales de otros países han dejado Arabia Saudí en los últimos tres meses.
Otros cuatro millones de inmigrantes habrían obtenido un permiso de trabajo antes de la fecha límite.