El Ayuntamiento de Madrid inicia el proceso para que Tragsa asuma la limpieza por la huelga
- El Ayuntamiento ha denunciado el incumplimiento de los servicios mínimos
- Las empresas de limpieza presentan a los sindicatos una nueva oferta
El Ayuntamiento de Madrid va a encargar a la empresa Tragsa la retirada de los residuos de las calles de Madrid, tal y como había anunciado la alcaldesa, Ana Botella, al no haberse alcanzado un acuerdo con los sindicatos del servicio de limpieza viaria en Madrid en un plazo de 48 horas.
Además, una vez cumplido el plazo de 48 horas, el delegado de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Diego Sanjuanbenito, ha presentado ante el Juzgado de Guardia de Plaza de Castilla la denuncia a las empresas concesionarias por el incumplimiento de los servicios mínimos en la huelga de limpieza viaria de la capital y por diferentes hechos delictivos relacionados con ella, cuyo coste según el consistorio asciende a más de 573.000 euros.
Para poder llevar a cabo su decisión, el Ayuntamiento y el Ministerio de Agricultura (del que depende Tragsa) han pedido a la Delegación del Gobierno de la capital refuerzos policiales desde la madrugada y hasta que sea necesario ante el temor de que se produzcan altercados cuando la empresa pública asuma los servicios mínimos de la huelga de limpieza viaria.
A unas horas de que la empresa pública active el dispositivo para garantizar los servicios mínimos, las empresas concesionarias del servicio de limpieza viaria en Madrid OHL-Ascan, FCC y Sacyr-Valoriza y los sindicatos UGT, CC.OO. y CGT mantenían a las 22.00 horas la negociación del convenio colectivo del sector en un hotel de Madrid.
Los sindicatos han acudido escépticos a la reunión con la patronal, que comenzó 30 minutos antes del plazo límite marcado por Botella, pero conforme han avanzado las horas la patronal ha considerado "muy posible" llegar a un acuerdo con los sindicatos que por el momento no se ha producido.
Las empresas concesionarias apuraban las horas este viernes para alcanzar un acuerdo y poner fin al conflicto laboral que cumple su undécimo día de huelga indefinida.
Sin embargo, las empresas concesionarias del servicio han presentado esta tarde una nueva oferta de condiciones salariales y laborales para tratar de alcanzar un acuerdo para el convenio colectivo, que ha sido analizada por los sindicatos, quienes han presentado una contraoferta.
Si bien el presidente de patronal que representa a las empresas de saneamiento urbano (ASELIP), Francisco Jardón, ha detallado que la oferta presentada por las empresas se "acerca" a las posiciones de los sindicatos, los representantes de los trabajadores han manifestado que las posturas aún están distantes, pero que se está produciendo una negociación "de verdad". "Se está avanzando", ha dicho el representante de UGT de limpieza viaria, Juan Carlos del Río.
Jardón ha explicado que el encuentro de este viernes es independiente de la negociación del ERE. En ese sentido, el sábado hay previsto un encuentro con la inspección de trabajo y las partes implicadas en la negociación puesto que es el último día del plazo fijado por la reforma laboral para las conversaciones.
Por su parte, el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, ha indicado que espera que la alcaldesa "sepa lo que está haciendo con la empresa TRAGSA y que tenga el adecuado amparo legal", ha indicado en su cuenta de Twitter.
Sin acuerdo sobre el ERE
Los sindicatos han llegado este viernes a una última reunión con "escepticismo". Las empresas concesionarias de la limpieza viaria han reducido hasta 296 el número de despidos incluidos en los expedientes de regulación de empleo (ERE) anunciados, aunque los sindicatos han rechazado esta propuesta porque viene acompañadas por otras medidas que consideran más lesivas.
Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha asegurado que la intervención de Tragsa, está "dentro del marco de la legislación de los derechos laborales", y por tanto no vulneraría el derecho de huelga de los trabajadores.
Antes de que el Ayuntamiento anunciara la intervención de Tragsa, Santamaría había explicado que para que la empresa pública interviniera se tenían que dar dos circunstancias: que no se cumplieran los servicios mínimos y que la situación pudiera derivar en algún riesgo para la salud, algo que considera ya estaba ocurriendo.
El acuerdo está "lejos", según los sindicatos
Según ha asegurado el representante de UGT Madrid en Jardinería, Alfredo Turienzo, están "lejos de llegar a un acuerdo en tanto en cuanto existan despidos y rebajas salariales". Turienzo ha estado presente en una de las tres mesas de negociación abiertas este viernes para intentar poner fin a la huelga indefinida.
Los sindicatos han rechazado la nueva oferta de las empresas porque la reducción en el número de despidos, desde los 1.134 trabajadores iniciales, se quiere compensar con bajadas salariales y modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo que "en conjunto son más lesivas" que las que motivaron el conflicto.
Asimismo, fuentes sindicales han indicado que la nueva propuesta de las empresas incluye, entre otras cuestiones, un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) de mes y medio anual durante cuatro años sin complementar. Además, habrá bajas incentivadas para mayores de 55 años y excedencias voluntarias durante cinco años con un 30 % de salario bruto anual.
Los sindicatos habían advertido que si se autoriza la entrada de los operarios de Tragsa para cumplir los servicios mínimos de la huelga de limpieza, las posturas respecto al conflicto "se van a endurecer".
Los sindicatos de Tragsa, que se encuentra a su vez inmersa en un ERE, ya han mostrado su desacuerdo con la medida pero han manifestado que si se lo ordenan tendrán que cumplir con su obligación.
No hay alerta sanitaria
Los servicios mínimos de Tragsa se mantendrán tanto tiempo como dure el conflicto y los gastos y costes se repercutirán a las concesionarias del servicio, que según Botella son las que tienen la obligación de cumplir los servicios mínimos, por lo que no costarían "ni un euro" a los madrileños.
Mientras, las calles de Madrid siguen llenas de residuos, aunque el Ministerio de Sanidad ya ha manifestado que no existe riesgo para la salud pública.
Se han cumplido once jornadas de huelga en el servicio de limpieza viaria y mantenimiento de jardines en protesta por la presentación de un ERE que afectaría a más de 1.100 de sus 6.000 trabajadores, y de medidas como una bajada de sueldo en torno a un 40% o la puesta en marcha de un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) que supondría que los empleados de la limpieza trabajarían durante meses alternos.