Científicos de la Vall d'Hebron identifican cuatro proteínas diana implicadas en el cáncer de mama
- Cuatro genes producen las proteínas diana en procesos de cáncer de mama
- Han usado cadenas de material genético para erradicar tumores malignos
- Ahora se podrán estudiar nuevas vías terapéuticas sobre las proteínas identificadas
Un equipo del Hospital Vall d’Hebron ha identificado un microRNA que da lugar al descubrimiento de nuevos genes y rutas metabólicas implicadas en el desarrollo de tumores relacionados con el cáncer de mama,el miR-125b. Los resultados han sido publicados en el repositorio de libre acceso PLOS ONE y abren la puerta al estudio de nuevas vías terapéuticas.
El hallazgo, realizado por el grupo de Oncología y Patología Molecular del Instituto de Investigación del Hospital Universitario Vall d’Hebron (VHIR), ha permitido detectar cuatro proteínas diana en tumores mamarios.
El equipo, cuyo estudio ha sido financiado por la Fundación BBVA y está liderado por la investigadora Matilde Lleonart, concretamente ha descubierto el papel destacado de un microRNA o cadena de material genético en el proceso de producción de tumores relacionados con el cáncer de mama, según recoge SINC.
Los microRNAs y su papel en los tumores
Los microRNAs son capaces de regular la expresión de cientos de genes. En concreto, a fecha de hoy se conoce que más de la mitad de todos los genes de nuestro genoma se regulan mediante microRNAs, por lo que su estudio es más que obligado y todas las hipótesis apuntan a su papel clave en el proceso de tumorigénesis.
Las investigaciones están centradas preferentemente en la caracterización biológica y funcional de microRNAs cuya expresión es muy diferente al comparar tejido normal y tumoral de los mismos pacientes.
Tan solo con el patrón de expresión de estas pequeñas moléculas de microRNAs los investigadores pueden predecir a ciegas, sin saber el tejido de origen, si se trata de tejido tumoral. La utilidad de los microRNAs no solamente se limita al pronóstico, sino también al diagnóstico y la terapia.
Objetivo: erradicar los procesos malignos
El trabajo llevado a cabo en el Vall d’Hebron tiene como último objetivo caracterizar microRNAs terapéuticos para erradicar los procesos malignos. El grupo ha llegado a identificar hasta 35 microRNAs distintos en cáncer de mama. Se trata de unas cadenas de material genético que, según explica Lleonart, “representan una firma molecular y, por tanto, su expresión, por sí misma, es representativa de malignidad, ya que existen múltiples genes sobre los que actúan”.
Esta línea de investigación inició trabajos experimentales a partir de tumores humanos, siendo el miR-125b el más diferenciado al comparar tejido tumoral con normal en tejido mamario. Posteriormente se comparó el efecto del miR-125b en diferentes líneas celulares de cáncer de mama con diferentes grados de tumorogenicidad.
De este modo se detectaron los cuatro genes –CK2-α, ENPEP, CCNK y MEGF9– sobre los que es capaz de actuar miR-125b y que producen las proteínas diana en procesos de cáncer de mama. Son genes que abarcan desde receptores de membrana desconocidos hasta proteínas kinasas de carácter universal. Lo que hace miR-125b es inhibir las proteínas que resultan de la expresión de estos genes.
Dos dianas efectivas en el cáncer de mama
Hasta la fecha, hay más de un centenar de dianas terapéuticas que están investigándose en ensayos preclínicos y clínicos, pero solo se ha demostrado la efectividad de dos dianas en el cáncer de mama: los medicamentos que inhiben la sobreexpresión de los receptores HER2 y de los receptores hormonales.
Con los resultados de este estudio, Lleonart concluye que “las cuatro nuevas proteínas diana identificadas con las líneas celulares in vitro han resultado tener un papel relevante en tumores mamarios in vivo, lo que abre la puerta al estudio de nuevas vías terapéuticas sobre las proteínas identificadas, la mayoría de ellas desconocidas hasta ahora”.
“Una de las proteínas ayudará a determinar la agresividad de los tumores“
Concretamente, una de estas proteínas, la CK2-α, se ha identificado como factor pronóstico en cáncer de mama, cuya expresión puede ayudar a los clínicos a determinar la agresividad de los tumores mamarios.