Los acusados de lanzar tartas a Yolanda Barcina niegan haber estado en el lugar de los hechos
- El fiscal pide cinco años de cárcel y multas por atentado contra la autoridad
- Se les acusa de lanzar tres tartas contra la presidenta de Navarra en 2011
Yolanda Barcina: "Reclamo justicia ante la agresión que sufrí"
Los cuatro acusados de estampar tres tartas a la presidenta del Gobierno de Navarra, Yolanda Barcina, en 2011 han negado en el juicio que ha arrancado contra ellos este lunes en la Audiencia Nacional que estuvieran en la ciudad francesa de Toulouse cuando se produjeron los hechos. Barcina, por su parte, ha reclamado "justicia" ante la agresión que sufrió.
La fiscal de la Audiencia Nacional Blanca Rodríguez ha mantenido este lunes la petición de cinco años de prisión por atentado contra la autoridad para los acusados Gorka Ovejero Bengoa (teniente de alcalde de Arrauzu (Navarra) en el momento de los hechos), Mikel Álvarez Forcada (hermano del dirigente de Batasuna Joseba Álvarez), Julio Martín Villanueva e Ibon García Garrido.
En el juicio, celebrado en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares (Madrid), la abogada de Yolanda Barcina ha solicitado la misma pena excepto para para Gorka Ovejero, para quien ha reclamado seis años y tres meses por su condición de cargo público en aquel momento. La acusación había pedido inicialmente nueve años para Ovejero y seis años para los otros tres acusados.
Por su parte, las defensas han pedido la absolución por considerar que no está probada su participación en los hechos.
La presidenta de Navarra, Yolanda Barcina, recibió tres tartazos durante el pleno de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos en Toulouse el 27 de octubre de 2011. Los hechos fueron reivindicados entonces por el Movimiento de Desobediencia al Tren de Alta Velocidad Mugitu.
En el comunicado aseguraba que "la razón de los tartazos era agradecer los ímprobos esfuerzos que, como máxima responsable política de Navarra, estaba realizando (Barcina) para la imposición del TAV". Según afirmaban, la agresión era "una elegante manera de darle la bienvenida a su cargo de presidenta".
Los acusados niegan que estuvieran en Toulouse
Los cuatro acusados, que solo han respondido a preguntas de sus abogados, han coincidido en negar su participación en los hechos y en señalar que el procedimiento contra ellos se debe a un intento de criminalizar al movimiento contra el tren de alta velocidad.
La fiscal, Blanca Rodríguez, ha informado de que la autoría de los acusados está acreditada con el vídeo del acto, por el que fueron reconocidos por la Policía Foral de Navarra.
Ha añadido que el movimiento al que pertenecen reivindicó la acción y que ellos reconocieron su participación en una rueda de prensa y en una entrevista radiofónica posteriores.
Para la fiscal la acción no se trató de una "tontería" o una "broma" como pretenden hacer ver las defensas sino de un hecho mucho más grave, un atentado a la autoridad que representaba Barcina, que pudo volver luego a la sala a pronunciar su discurso, demostrando que es "una mujer fuerte", a pesar del aturdimiento que sufrió, ha dicho la representante del Ministerio Público.
Barcina: "Reclamo justicia ante la agresión que sufrí"
La presidenta navarra, Yolanda Barcina, ha recordado este lunes como cuando estaba presidiendo la reunión, el 27 de octubre de 2011, en la que participaban representantes de las regiones españolas y francesas a ambos lados de los Pirineos y de Andorra, vio bajar a un grupo de personas trajeadas que se abalanzaron sobre ella y cómo varias de ellas le golpearon con tartas en la cara y en la cabeza.
"Me causó sorpresa, daño y desorientación y me hizo mucho daño. Me levanté por instinto, no podía ver y una persona -su escolta- me sacó de la Sala. Me podían haber dado los golpes que quisieran", ha relatado Barcina.
Ha comentado que lleva muchos años con responsabilidades y nunca antes había experimentado esta sensación de "pensar lo fácil que es atacar a un cargo público".
Unos hechos archivados en Francia
Por su parte, el abogado defensor de Gorka Ovejero, Gonzalo Boyé, estima que no se ha acreditado la autoría de los acusados y ha alegado que, además, hay una falta de jurisdicción para este juicio en España pues se trata de unos hechos ya investigados y archivados en Francia "por falta de suficiente caracterización".
Ha comentado que si esta legislación es aplicable para los crímenes de guerra también debe serlo para las "tartas de merengue" y ha apostillado que cuando al presidente de Estados Unidos, George Bush, le arrojaron una zapatilla en Irak, un periodista fue condenado a tres años de cárcel, lo que provocó un escándalo, situación que ha equiparado para el caso de que haya imposición de penas en este procedimiento.
Este comentario ha provocado aplausos entre simpatizantes de los acusados presentes en la sala que han sido interrumpidos por el presidente del tribunal, Fernando Grande-Marlaska, que les ha advertido de que de repetirse serían expulsados.
A las puertas de la sede judicial se ha concentrado un grupo de personas con pancartas y profiriendo gritos de apoyo a los acusados durante todo el juicio, que ha quedado visto para sentencia.