Malala recoge el Sájarov: "Si la juventud tiene educación, podrá cambiar el futuro de Pakistán"
- La joven pide al Parlamento Europeo que apoye la educación universal
- "No hay libertad, pero sí esperanza de que unidos podamos cambiar el mundo"
- Ha sido galardonada por su lucha a favor de la educación de las niñas
La joven paquistaní Malala Yousafzai lo ha vuelto a hacer. Ha conseguido poner en pie a toda la Eurocámara en la entrega del premio Sájarov a la Libertad de Conciencia 2013 en reconocimiento a su lucha en defensa al derecho de educación de las niñas con un discurso "maravilloso", en palabras del propio presidente Martin Schulz.
Malala, que tue tiroteada por los talibán por defender la educación universal, ha arrancado los primeros aplausos de los eurodiputados con una cita del gran filósofo francés Voltaire: “No estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero defenderé hasta la muerte su derecho a decirlo”. Una frase que resume su defensa de la libertad por encima de todo.
Ante la atenta mirada de su padre, la persona que más la ha apoyado en su lucha por los derechos de las niñas, Malala ha recibido el premio coincidiendo con el Día del Niño y se lo ha dedicado a "los héroes sin nombre de Pakistán y a todos los que luchan por los derechos y las libertades". Y ha pedido al Parlamento Europeo que apoye a Pakistán y al resto de países en donde ir a la escuela es todavía un privilegio, y no un derecho.
"Hay que cambiar la mentalidad de muchos gobierno. El poder de un país se mide por los hombres y mujeres educados que tiene y no por su número de soldados y armamento", ha afirmado la joven, ataviada con un sari color salmón, con la fuerza y la seguridad que la caracterizan.
"No quieren un iPhone, quieren un bolígrafo"
Hay 57 millones de niños y niñas, más que la población total de España, sin escolarizar, según datos de Unesco. Unos 28,5 millones se encuentran en zonas en conflicto. Casi el 80% viven en África Subsahariana y Asia Meridional, y más de la mitad son niñas.
"Hay mucho niños que no tienen que comer, que no tienen agua para beber, que están sedientos de educación (...). No hay libertad, pero sí esperanza de que todos unidos podamos ayudar a estos niños inocentes a salir de sus problemas", ha subrayado. "Esos niños no quieren una iBox o un iPhone, ni chocolate, quieren un libro y un bolígrafo".
Malala pronunció su primer discurso en público ante la ONU coincidiendo con su 16º cumpleaños el pasado 12 de julio y demostró sus dotes para la oratoria. Su frase "un maestro, un libro y un lápiz pueden cambiar el mundo" removió conciencias y recordó que el conocimiento y la educación son las mejores armas de una sociedad.
El encargado de entregarle el premio, el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, ha señalado a los eurodiputados que "la concesión a Malala del Sájarov trae aparejada la obligación para todos nosotros de luchar porque millones de niños tengan acceso a la educación".
"Que haya niños que no puedan comer ni ir a la escuela es una vergüenza para todos nosotros y en el día mundial del niño nos tenemos que comprometer a defender la educación universal y gratuita a nivel internacional", ha añadido.
Malala empezó su defensa de la educación universal con tan solo 12 años, cuando escribía un blog para la BBC bajo pseudónimo denunciando los problemas de las niñas en Pakistán. El intento de asesinato por parte de los talibantes en octubre de 2012 la convirtió en un icono de la la lucha por la igualdad.
25 años de premios a la libertad de conciencia
La candidatura de Malala se ha impuesto a los otros dos finalistas que optaban al premio este año, entre ellos el exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Edward Snowden, que filtró el espionaje masivo de los servicios de inteligencia estadounidenses y cuya candidatura fue promovida por el grupo de los Verdes y la Izquierda Unitaria Europea.
También optaban al galardón este año tres disidentes bielorrusos -Ales Bialatski, Eduard Lobau y Mykola Statkevich- que fueron detenidos en las protestas pacíficas de diciembre de 2010 en contra d la polémica reelección de Alexander Lukashenko.
La Eurocámara concede este galardón, dotado con 50.000 euros, desde 1988 a personas u organizaciones que se hayan distinguido por su lucha contra la injusticia y la opresión en el mundo. Su nombre rinde homenaje al primer galardonado con el premio, el físico y político disidente soviético Andrei Sájarov.
El premio recaló el año pasado en los disidentes iraníes Nasrin Otoudeh y Jafar Panahi en reconocimiento por su lucha a favor de la democracia y los Derechos Humanos en su país.