Muere Frederick Sanger, el padre de la genómica y ganador de dos Premios Nobel de Química
- El bioquímico ha muerto a los 95 años en Cambridge
- Recibió dos Nobel por la secuenciación de la insulina y del ADN
El bioquímico británico Frederick Sanger (Rendcomb, 13 de agosto de 1918) ha muerto en Cambridge este martes 19 de noviembre según ha comunicado el instituto que lleva su apellido a través de Twitter. Sanger, considerado el padre de la genómica, ganó dos Premios Nobel de Química, en 1958 y en 1980, por su trabajo sobre la estructura de las proteínas y por sus estudios fundamentales de la bioquímica de los ácidos nucleicos, respectivamente.
Frederick Sanger nació en el pueblo de Rendcombe, en en condado de Gloucestershire, en el sudeste de Inglaterra, donde su padre era practicante médico. Como él mismo narró en la web de los Nobel, "probablemente influenciado" por él, se interesó por la biología y su método científico.
Secuenciación de la insulina y el ADN
Aunque tuvo la intención de estudiar medicina, al llegar a la Universidad de Cambridge se interesó por la bioquímica en cuanto oyó hablar de ella a través del bioquímico Ernest Baldwin y otros miembros del departamento de esta disciplina. "Me parecía que era una manera para entender de verdad la materia viviente y desarrollar una base más científica para muchos problemas médicos", confesaba Sanger.
Tras licenciarse en 1939 y hacer un curso avanzado en Bioquímica, Sanger fue objetor durante la Segunda Guerra Mundial y estudió un doctorado especializado en el metabolismo de la lisina y en un problema práctico relacionado con el nitrógeno de las patatas. Allí aprendió a investigar y a hacer de la ciencia una "manera de vida".
Así fue como se unió a un grupo que trabajaba las proteínas y en particular la insulina. Junto a otros científicos, la posibilidad de determinar la estructura química de estos componentes se hizo realidad. Consiguió desarrollar nuevos métodos para secuenciar aminoácidos y los usó para deducir la secuencia completa de la insulina, lo que le valió el Premio Nobel de Química en 1958.
Tras el hallazgo de la insulina, Sanger desarrollo más métodos para estudiar las proteínas y los núcleos activos de algunas enzimas. Hacia 1960 se interesó por los ácidos nucleicos, el ácido ribonucleico (ARN) y el ácido desoxirribonucleico (ADN).
Así secuenció el ARN y acabó por desarrollar el 'método didesoxi' para secuenciar ADN en 1975, que puede leer entre 500 y 800 bases al mismo tiempo. Esta técnica consiguió que ganara el Nobel de Química en 1980 junto a los investigadores Paul Berg y Walter Gilbert.
Padre de la genómica de vida tranquila
Como recoge el Instituto Sanger, su auspiciador estaba considerado como el padre de la genómica. Le definen como un hombre callado, modesto y con poderosas opiniones. El instituto que lleva su nombre se abrió en octubre de 1993 para abrir el camino a una nueva generación de genetistas. Frederick Sanger se había retirado diez años antes y llevaba una vida hogareña, especialmente dedicada a su jardín.
El investigador se casó en 1940 con Margaret Joan Howe, no dedicada a la ciencia, pero que contribuyó a otorgar tranquilidad al hogar y por tanto al trabajo científico de Sanger, como él mismo indicó. Tenían tres hijos, Robin y Peter, nacidos en 1943 y 1946, respectivamente y Sally Joan, nacida en 1960.