Detenido un mozo de almacén por filtrar en internet el último disco de Extremoduro

• Es trabajador un trabajador de la empresa que fabrica y distribruye el disco
• El perjuicio económico se estima en los 120.000 euros
• Podría enfrentarse a penas de prisión de entre seis meses y cuatro años

El líder de Extremoduro, Roberto Iniesta 'Robe'.

La Guardia Civil ha detenido a un mozo de almacén que filtró en internet el último disco de Extremoduro, Para todos los públicos, un mes antes de la fecha en la que estaba previsto que que saliera a la venta. Es la primera vez que se logra identificar en España al presunto autor de la filtración de un disco, que ha sido puesto a disposición judicial.

Así lo han puesto de manifiesto hoy en rueda de prensa el jefe del grupo de delitos telemáticos de Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, Óscar de la Cruz, y el responsable de investigación de piratería de Promusicae, José Luis Pérez Quintero, quienes han explicado los detalles de la operación "Agila".

El detenido se trata de un trabajador de 31 años de la empresa dedicada a la fabricación y distribución del disco. El detenido podría enfrentarse a penas de prisión de entre seis meses a dos años, pero si el juez considera agravantes la pena podría aumentar hasta cuatro años.

El joven se aprovechó de su puesto de trabajo como mozo de almacén para sustraer el CD original antes de que se comercializara. El detenido intentó venderlo por diez euros y logró que se efectuaran 60.000 descargas.

Según Promusicae y la Guardia Civil, esta es la primera vez que se logra identificar y detener al autor de una filtración de este tipo, que en este caso ha provocado un perjuicio económico de 120.000 euros al haberse roto la cadena de difusión y márketing, a los que habría que sumar las pérdidas por las descargas fraudulentas.

Investigaciones a raíz de un anuncio

El jefe de delitos telemáticos de la Guardia Civil ha explicado los detalles de 'Operación Agila', desarrollada en las localidades de Madrid, Alcarcón y Móstoles y ha añadido que el joven no era especialmente "fan" de Extremoduro y, de hecho, si lo hubiera sido no le hubiera causado ese perjuicio, pero alardeaba de la facilidad con la que, gracias a su puesto de trabajo, podría acceder a discos todavía sin publicar y de ofertarlos.

Las investigaciones comenzaron cuando a finales de octubre de detectó el anuncio en un conocido portal de Internet en el que un usuario ponía a la venta, antes de su lanzamiento, el citado disco y mostraba una fotografía del CD, con su carátula y caja incluida.

Cada copia, decía el anuncio, podía ser adquirida a un precio de diez euros por un disco en el que el Extremoduro llevaba un año trabajando.

Tras conocer la oferta, los representantes del grupo de rock contactaron con el anunciante por Internet y le instaron a retirarlo, pero lejos de hacerlo, y en actitud "chulesca", según los investigadores, amenazó incluso con subir los contenidos del disco a la red.

Difusión en webs de todo el mundo

Ya el día 4 de noviembre, como ha explicado el representante de Promusicae, se produce la primera filtración del CD en la red y el detenido ofrece un enlace con dos canciones a modo de prueba. Doce horas más tarde, el disco ya estaba en 17 sitios web distintos de todo el mundo que lo ofrecían.

Setenta y dos horas más tarde, 54 páginas disponían de él, entre ellas algunas de países como Argentina o Uruguay, lo que da idea, ha subrayado Pérez Quintero, de la impunidad con la que actúan los piratas.

Ante esta situación, la discográfica decidió adelantar 20 días el lanzamiento del nuevo trabajo de Extremoduro -estaba previsto para el día 19 de este mes-, pero ya se habían efectuado más de 60.000 descargas, según los cálculos de Promusicae.

Esta organización ha agradecido la celeridad del trabajo de la Guardia Civil, que centró sus pesquisas, además de en la red, en los trabajadores de las empresas de fabricación y distribución de música hasta que dieron con el supuesto autor, un mozo de almacén.

Los agentes registraron su domicilio, analizaron los dispositivos informáticos intervenidos y recuperaron archivos digitalizados del disco filtrado.

egún los agentes, la actividad en algunas redes de intercambio ilícito de archivos aumentó en más de un 1.000 por ciento tras esa filtración.

El detenido, que ya ha pasado a disposición judicial, puede enfrentarse a penas de 6 meses a dos años de cárcel por un delito contra la propiedad intelectual, pero si cuenta con el agravante del prejuicio económico puede incluso castigarse con cuatro años de prisión.