Afganistán y EE.UU. se enfrentan por el calendario del pacto de seguridad
- Kabul dice que no lo firmará hasta después de las elecciones de abril
- Washington quiere un acuerdo ya sobre la presencia de sus tropas en 2014
El Gobierno afgano ha insistido en que Kabul no firmará hasta después de las elecciones presidenciales de abril del año próximo el acuerdo de seguridad con Estados Unidos que autorizaría la continuidad de tropas estadounidenses desde 2015.
El presidente afgano, Hamid Karzai, hizo este jueves esta sorpresiva afirmación durante la sesión inaugural de la Loya Jirga o asamblea tradicional de líderes tribales, sociales y políticos que hasta el domingo o lunes debatirá en Kabul los detalles del pacto.
"Como Karzai dijo claramente en su discurso, una vez hayamos garantizado la paz y la seguridad y celebrado unas elecciones transparentes, entonces el presidente firmará el Acuerdo Bilateral de Seguridad (BSA)", ha manifestado el portavoz presidencial, Aimal Faizi.
"El acuerdo se sellará después de las elecciones, siempre y cuando sea aprobado por la Loya Jirga y reciba el visto bueno del Parlamento afgano. La garantía de la paz y la seguridad en el país es nuestra demanda previa a EE.UU.", ha subrayado Faizi.
Washington quiere un acuerdo pronto
El portavoz ha atribuido la responsabilidad de la firma al propio Karzai, pese a que el presidente deslizó este jueves que el encargado de ratificar el BSA podría ser el nuevo Gobierno afgano que resulte de los comicios, a los que él no se presentará.
Estas declaraciones de Karzai no han sentado bien en Washington, que pretende que el acuerdo se cierre "pronto", tal y como deseó el presidente Barack Obama en una carta enviada a su homólogo afgano el miércoles y difundida a la prensa.
"Es importante que este acuerdo de seguridad sea firmado y aprobado antes de finales de año para que puedan comenzar los preparativos para planificar la presencia post-2014 que EE.UU. pueda tener en Afganistán", ha advertido en una rueda de prensa en Washington el portavoz adjunto de la Casa Blanca, Josh Earnest.
Kabul y Washington comenzaron a negociar hace un año el BSA en el marco de un pacto estratégico más amplio.
Esta alianza de seguridad sancionaría la permanencia de "entre 10.000 y 15.000" soldados estadounidenses en suelo afgano tras la retirada de las tropas de la OTAN en 2014 y por un periodo de diez años (2015-2024).
El conflicto afgano, en un momento sangriento
El borrador del acuerdo contempla que el personal militar y civil estadounidense, no así los contratistas, tendrán inmunidad en Afganistán y solo podrán ser juzgados en EE.UU. por sus acciones, aunque acota el margen de los operativos militares estadounidenses.
Obama garantizó en su carta a Karzai que las fuerzas de su país no podrán entrar en los hogares afganos "salvo circunstancias extraordinarias", como que "la vida o destino" de ciudadanos de EE.UU. esté "bajo riesgo".
La muerte de civiles afganos en operaciones aliadas ha sido uno de los principales puntos de fricción entre Kabul y la comunidad internacional en estos doce años de guerra desde la invasión estadounidense y caída del régimen talibán a finales de 2001.
El conflicto afgano se halla actualmente en uno de sus momentos más sangrientos.