Bruselas plantea cambios normativos para evitar que las multinacionales eludan impuestos
- Las modificaciones deben ser aprobadas por unanimidad por los Estados
- Trata de evitar que un pago se beneficie de exención fiscal en dos países
La Comisión Europea ha propuesto este lunes endurecer las normas de la UE sobre el Impuesto de Sociedades con el objetivo de evitar que multinacionales como Starbucks, Amazon, Google o Apple aprovechen brechas legales para esquivar el pago de este tributo. La modificación propuesta podría proporcionar "miles de millones de euros" extra en la recaudación de los Estados miembros, según el comisario europeo responsable de Fiscalidad, Algirdas Semetas.
La propuesta de la Comisión debe ser ahora aprobada por unanimidad por los 28 Estados miembros. Semeta ha pedido a los Gobiernos que demuestren su compromiso en la lucha contra el fraude fiscal apoyando esta medida. Bruselas pretende que esta normativa empiece a aplicarse el 31 de diciembre de 2014.
En concreto, Bruselas plantea una reforma de la directiva que regula las relaciones entre la matriz de una empresa y su filial, cuyo objetivo inicial era evitar la doble imposición de las empresas del mismo grupo basadas en diferentes Estados miembros, pero que se ha utilizado por parte de algunas empresas para no pagar ningún impuesto, según admite el Ejecutivo comunitario.
"La propuesta tiene como objetivo resolver este problema, evitar que se utilicen las diferencias entre las legislaciones tributarias de los Estados miembros para canalizar los beneficios sin ser gravados desde un Estado miembro a otro, o a un país tercero", ha resaltado el comisario de Fiscalidad.
Según la propuesta de Bruselas, se introduciría en esa directiva una regla común anti-abuso que permitiría a los Estados gravar la sustancia económica real e ignorar así las estructuras artificiales utilizadas por las multinacionales para eludir impuestos.
Los pagos deducidos en un país se gravarán en otro
En segundo lugar, la Comisión Europea plantea endurecer la directiva con el objetivo de excluir de las determinados tipos de planificación fiscal -en particular, los créditos híbridos- previstas en la norma.
La directiva actual obliga a los Estados miembros a conceder a la matriz de una empresa una exención fiscal sobre los dividendos que recibe de las filiales establecidas en otros Estados miembros. Pero en algunos casos, los países donde las filiales están establecidas consideran estos pagos como el reembolso de préstamos fiscalmente deducibles, por lo que el resultado final es, según Bruselas, que los pagos entre la filial y la matriz no se gravan en ninguna parte.
Con la propuesta de este lunes, si un pago efectuado a título de un crédito híbrido es fiscalmente deducible en el Estado donde se asienta la filial, deberá ser gravado en el país de la matriz. Con esta medida, las multinacionales ya no podrán planificar sus pagos intragrupo para beneficiarse de esta doble no-imposición.