Detienen a 43 personas de una organización dedicada a introducir droga desde Sudamérica
- La Guardia Civil ha incautado más de 62 kilos de cocaína
- La droga se distribuía por España y otros países de Europa
La Guardia Civil ha desarticulado una organización dedicada a introducir cocaína en España y otros países de Europa desde Sudamérica, en una operación en la que han sido detenidas 43 personas e incautados más de 62 kilos de esta droga y más de 1,2 millones de dólares americanos falsos.
Según informa la Dirección General de la Guardia Civil, la cocaína entraba en España mediante diversos métodos: utilizando a personas como "mulas", en contenedores marítimos, oculta en aviones o mediante envíos postales.
En el caso de la llegada de la droga por vía aérea, la organización contaba con la colaboración de empleados del Aeropuerto Madrid-Barajas que recibían el estupefaciente antes de que llegase a los filtros policiales.
Éstos la hacían llegar a algún miembro de la organización, lo que permitía la entrada de la misma en España eludiendo los controles policiales.
De los 43 detenidos y 124 imputados hay 36 españoles, 88 colombianos, 9 dominicanos y 20 ecuatorianos, además de rumanos, marroquíes, argentinos, peruanos -dos de cada nacionalidad- y un mexicano, un venezolano, un boliviano, un ruso, un holandés, un brasileño y un norteamericano.
Fue hace más de un año, en octubre de 2012, cuando los agentes iniciaron las investigaciones al detectar la presencia en nuestro país de varias personas de origen colombiano, residentes en Alicante, Guadalajara y Madrid, y que presuntamente se dedicaban a la introducción de cocaína en grandes cantidades, procedente de Sudamérica.
El grupo operaba en varios países de Europa
Aunque la puerta de acceso principal del estupefaciente era España, el grupo operaba en otros países europeos, lo que obligó a los agentes a intercambiar informaciones con sus respectivas policías.
Durante más de un año de intensas investigaciones la Guardia Civil ha logrado frustrar otras operaciones de transporte de droga que el grupo pretendía llevar a cabo.
Perfectamente organizados, los miembros de la organización tenían tareas asignadas y adoptaban extremas medidas de seguridad, a fin de no ser detectados, cambiando frecuentemente de domicilios y medios de transporte.
El grupo de los dirigentes, que residían en Colombia, Venezuela, República Dominicana Ecuador y Perú, se encargaba de conseguir la droga, organizar los envíos y posteriormente hacerla llegar a nuestro país.
Las "mulas", previo pago de una cantidad de dinero, viajaban desde España a Sudamérica a fin de traer consigo la droga en su viaje de vuelta, bien en bolsas y maletas o impregnada en sus vestimentas. Para el pago de la droga, a menudo, los encargados de la financiación utilizaban grandes cantidades de dólares americanos falsificados.
Una vez en nuestro país la droga era preparada por los encargados de "cocinarla" empleando distintos precursores químicos, para lo que utilizaban, a modo de laboratorios, dos pisos que poseía la organización en la localidad madrileña de Leganés.
Posteriormente, mediante vehículos previamente preparados con dobles fondos o "caletas", la mercancía era distribuida por carretera a distintas localidades del territorio nacional.
Los beneficios obtenidos se enviaban a Colombia
Los beneficios obtenidos de las actividades ilícitas eran remitidos a Colombia a través de empresas de envío de dinero, utilizando para ello identidades de personas de nacionalidad colombiana, en alguna de las ocasiones sin el conocimiento de éstas. Estos son conocidos como "pitufos".
También empleaban "oficinas" asentadas en Madrid, a las que les entregaban la cantidad de dinero en metálico, más una comisión para disponer inmediatamente del dinero en Colombia, método por el cual podrían haber evadido alrededor de 800.000 euros.
Uno de los principales dirigentes de la organización, ahora detenido, fue anteriormente relacionado con el asesinato y descuartizamiento de dos personas de nacionalidad colombiana en el año 2008, hecho ocurrido en Argentina y con una presunta conexión con el narcotráfico.
Los agentes han efectuado 14 registros domiciliarios en las provincias de Alicante, Murcia, Badajoz, Madrid, Guadalajara, Toledo, Zaragoza, Valencia, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria, así como en Guayaquil (Ecuador), Amsterdam y Rotterdam (Holanda).
En los citados registros, la Guardia Civil se ha incautado de más de 62 kilogramos de cocaína, 32.000 euros en metálico, más de 1,2 millones de dólares americanos en papel moneda falsificado, cheques al portador por un valor total de 175.533 euros, dos armas de fuego con su munición, documentos identificativos falsificados y útiles para su elaboración.
También se han intervenido sustancias químicas precursoras, moldes y diversos elementos para la elaboración, manipulación y embalaje de la droga.