Paco Roca: "Luchar por las libertades es tan necesario como respirar"
- El dibujante publica 'Los surcos del azar', la historia de unos "héroes olvidados"
- Los republicanos que lucharon en el ejército francés contra el nazismo
PACO ROCA (Valencia,1969)
Apasionado lector de Mortadelo y Filemón y Tintín, Paco Roca se inició en el mundo del cómic con historietas eróticas para la revista ' Kiss Comix'. Luego colaboró en la revista 'El Víbora', donde creó el universo 'Road Cartoons' junto al guionista Juan Miguel Aguilera. Con 'El juego Lúgubre' (La Cúpula) buscó paralelismos entre Drácula y Dalí. Un álbum que le abrió el mercado francés donde publicaría obras como 'Las aventuras de Alexandre Icaro' o 'El faro' (2004). Y en 2007-08 se ve sorprendido por el éxito de 'Arrugas' (Premio Nacional del Cómic, así como mejor obra y autor en el salón del cómic de Barcelona). Desde entonces ha publicado 'Las calles de Arena', 'Emotional World Tour' junto a Miguel Gallardo, además de 'El invierno del dibujante' (Mejor Obra y guión en el Salón de Barcelona)
Cinco años ha tardado Paco Roca (Valencia, 1969) en acabar en la que es su mejor obra hasta la fecha, Los surcos del azar (Astiberri), en la que narra la historia de unos “héroes olvidados”, los republicanos que se unieron a "La Nueve", una compañía del ejército francés formada por 150 soldados, casi todos españoles, que tuvo un papel fundamental en la liberación de París.
“Quería hablar sobre el exilio español -nos cuenta Paco- Sobre la odisea de los que tuvieron que huir de España tras la guerra y los diferentes caminos que tomaron en el exilio, en muchos casos marcados por el sufrimiento. De ahí el título que remite a un verso de Antonio Machado (“Para qué llamar caminos a los surcos del azar”)”.
Y es que la muerte de Antonio Machado simboliza -para Roca- “El sentimiento del exilio español, la tristeza, el cansancio y la pérdida de ilusiones”.
Basado en hechos reales
Un proyecto que comenzó en 2008 cuando Paco coincidió, en París, con dos de los republicanos españoles que lucharon en la Nueve, Luis Royo y Manuel Fernández. “Me pareció una historia increíble y comencé a investigar para ver qué podía averiguar” -asegura el dibujante-.
“La Nueve -continúa Paco- era una compañía que formaba parte de la II División Blindada de la Francia Libre del General Leclerc, a la que se unieron porque para ellos la Segunda Guerra Mundial era lo mismo que la Guerra Civil española: la guerra contra el fascismo”
“Eran republicanos que habían combatido tres años en la Guerra Civil. Buscaron refugio en Argelia y les tuvieron trabajando, casi como esclavos, en la construcción del transahariano. Luego volvieron a alistarse en el ejército francés para combatir a Rommel en la campaña de Tunez; de ahí pasaron a Inglaterra, participaron en el desembarco de Normandía, liberaron París y llegaron hasta el Nido del Águila (El lujoso lugar de retiro de Hitler en los Alpes bábaros).
“Ganaron la guerra pero perdieron la batalla”
“La Nueve ganó la guerra y desfiló en un lugar de honor en los Campos Elíseos, junto al General de Gaulle –asegura Roca-, pero al final italianos, franceses, ingleses… todos tuvieron un lugar al que regresar menos los españoles, que además fueron olvidados por la historia”.
“Ellos no hacían distinción entre la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Civil Española, vencer a los alemanes fue su oportunidad para vengarse por la derrota frente a Franco. Ypor carambolas de la historia, los Aliados les dieron la espalda y, en vez de ayudarles a derrotar a Franco, tuvieron que ver cómo le daban legitimidad”.
“Si esta historia tiene un epílogo –asegura Roca- es que, finalmente, en 1998 el gobierno francés reconoció el papel fundamental de esos soldados republicanos en la liberación de Francia y, desde entonces, todos los 26 de agosto (en los desfiles conmemorativos de su fiesta nacional) la bandera republicana ondea junto a la francesa”.
Y es que “Los españoles de La Novena fueron de los primeros en entrar en París” –asegura Paco-.
El protagonista, Miguel Campos
El protagonista de Los surcos del azar es Miguel Campos, “Un soldado real que desapareció en una de las arriesgadas misiones que solía hacer en solitario contra los nazis. Algunos investigadores apuntan que pudo dejar el ejército francés para planear un ofensiva antifranquista a través del valle de Arán o, incluso, que formó parte de tropas antifascistas en Marruecos”-asegura Paco-
“El subteniente canario es un personaje muy interesante con un final novelesco –continúa Roca- se le cita en el libro del capitán de La Nueve, Raymond Dronne. Este oficial decía que Campos era un combatiente nato que se infiltraba en las líneas enemigas y se arriesgaba en las misiones más peligrosas. Ninguno de los soldados españoles era militar de carrera, eran combatientes por accidente, pero Dronne decía que Campos tenía una estrategia y unas habilidades innatas para el combate”.
El propio Paco Roca también se convierte en uno de los personajes del libro: “Era necesario que yo me convirtiera en un personaje porque la historia se tenía que contar desde el presente, desde la amargura de esa gente que ha vivido toda su vida en el exilio sin poder regresar a su hogar”.
“A la vez, me servía para reflexionar como los escritores, periodistas o dibujantes de cómic chupamos la información de cualquier tipo sin preocuparnos de los efectos secundarios que nuestras entrevistas pueden causar sobre los protagonistas de las historias, a veces más por egoísmo que por defender una causa social”.
“También me basé en la historia de esos dos únicos supervivientes de La Nueve, sobre todo en la del almeriense que no quiso contar su experiencia hasta hace unos años, cuando por fin habló para un periódico andaluz”.
“Al principio quería hacer unos ‘Malditos bastardos’ españoles”
Aún así, Paco confiesa que, al principio, la historia iba a ser muy distinta: “Cuando empecé quería hacer una especie de “Malditos bastardos” españoles. Pensaba que la historia de La Novena era perfecta para ello, ya que eran la punta de lanza del ejército francés, tenían mucha experiencia en combate por la Guerra Civil y la campaña de Túnez e ideológicamente estaban más comprometidos que los norteamericanos, ingleses o franceses. Tenían un verdadero sentimiento antifascista porque habían visto caer a su país”.
“Era una historia perfecta para la aventura, pero en cuanto profundicé en el tema me dí cuenta de que iba a ofrecer una imagen equivocada de por qué luchaban e iba a dejar fuera muchas cosas. Así que acabé haciendo algo más documental, menos épico. Incluso en las escenas de batalla ofrezco la visión limitada de los soldados. Nada de vistas generales, los soldados solo saben lo que pueden ver, no tienen una visión global del campo de batalla. Quería que el lector se pusiera en su lugar”.
“Hay que saber a quién debemos el final del fascismo”
El cómic tiene un prólogo espeluznante que resume el final de la Guerra Civil española, el intento de huída de los republicanos desde el puerto de Alicante, el 28 de marzo de 1939. "Creo que ese dantesco acontecimiento resume el final de la guerra mejor que el famoso discurso de Franco" -afirma Paco-. ("En el día de hoy, cautivo y desarmado el ejército rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado. BURGOS, 1º de Abril de 1939, Año de la Victoria. El Generalísimo, Franco").
“Mientras se acercaba el ejército de Franco, miles de personas apiñadas esperaban la salvación en forma de unos barcos que no llegarían jamás –asegura Paco-. Hubo muchísimos suicidios. Creo que ese episodio simboliza el final de la guerra y también los años posteriores en los que tuvo lugar la revancha franquista, quizá lo más triste de la historia reciente española, ya que no se dio ninguna dignidad a los perdedores y se mintió al decirles que iban a perdonar a los que entregasen las armas, ya que solo fue el comienzo de las represalias”.
“Por eso -asegura Paco- es tan necesaria la Memoria Histórica. No podemos olvidar a quienes debemos que Europa esté libre del fascismo. Es inaudito que algunos partidos políticos todavía hablen con ambigüedad de los crímenes del franquismo. Eso sería impensable en Francia o en Italia. Hemos hecho una mala transición y si los aliados no nos hubiesen dado la espalda y hubiesen instaurado una democracia en España, nuestra historia sería muy diferente. Por eso es tan importante recordar y no olvidar, para que esas cosas no se repitan”.
“Hay que seguir luchando”
Por último Paco destaca el espíritu de lucha y sacrificio de esos republicanos que lucharon por la libertad durante ocho años, que “Nunca dejaron de intentarlo. Para ellos, luchar era tan necesario como respirar”.
“Actualmente parece que damos muchas cosas por hecho y creemos que no vamos a perder muchos lo conseguido, pero nos hemos aletargado y somos incapaces de luchar por derechos sociales por los que esos republicanos dieron sus vidas. Estamos en una época crítica a nivel europeo, con la crisis y el renacer de la ultraderecha. Y gobiernos como el francés, que tiene una democracia gracias a los exiliados y los extranjeros que combatieron contra los alemanes y que ahora fomentan el racismo con la inmigración. Sin olvidar las leyes que se van a aprobar en España para que no podamos ni protestar. Hay que seguir luchando y recordando, por nosotros y las generaciones que vengan después. Luchar por las libertades es tan necesario como respirar”.
Por último, Paco nos ha avanzado sus proyectos: “Sigo trabajando para el País Semanal en una serie que se publica cada quince días pero que me lleva bastante tiempo. Y soñamos con sacar adelante la película de animación sobre Memorias de un hombre en pijama (Astiberri). Por cierto que el productor, Manuel Cristóbal podría ser un miembro de La Nueve, porque sigue luchando por sacar proyectos de cine adelante a pesar de la crisis”.
Los surcos del azar es ya un imprescindible del cómic español que figurará en todas las entregas de premios del año que viene.