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'La gran belleza', el homenaje de Sorrentino a Roma y a Fellini

  • La nueva película de Sorrentino se estrena este jueves 5 de diciembre
  • Un magistral Servillo encarna al que podría ser el Marcello envejecido de La dolce vita

Por
Tony Servillo, protagonista de 'La gran belleza'.
Tony Servillo, protagonista de 'La gran belleza'.

FICHA TÉCNICA

Título original: La grande bellezza

Año: 2013

Duración: 142 min.

País: Italia

Director: Paolo Sorrentino

Guion: Paolo Sorrentino, Umberto Contarello

Reparto: Toni Servillo, Carlo Verdone, Sabrina Ferilli, Serena Grandi, Isabella Ferrari, Giulia Di Quilio, Luca Marinelli, Giorgio Pasotti, Massimo Popolizio

Hace años que Paolo Sorrentino dejó de ser la gran esperanza del cine italiano, desde que debutó en el largometraje con El hombre en la luna (2001), para hacer realidad que es uno de los grandes cineastas de Italia y de Europa. Con La gran belleza (2013), su último trabajo, lo deja más que sentado y, de paso, homenajea su admirado Federico Fellini, a dos de sus obras maestrasLa dolce vita (1960) y Roma (1972), y a la ciudad eterna.

Todo ello en 142 deliciosos minutos. Casi nada.

La película, candidata de Italia al Oscar a mejor película extranjera, se estrena en las salas españolas este jueves 5 de diciembre, con los estrenos adelantados por el puente de la Constitución.

La Gran Belleza nos lleva a la Roma actual, en un verano en todo su esplendor, y arranca con un visitante japonés que cae fulminado al suelo al observar la belleza de la ciudad eterna desde la colina Janículo. Su protagonista es Jep Gambardella (Toni Servillo), un hombre atractivo y seductor irresistible, que intenta ignorar sus primeros signos de envejecimiento y disfruta al máximo de la vida social de la ciudad, asistiendo a cenas y fiestas chic, como ha hecho toda su vida. Periodista de éxito y seductor innato, escribió una novela de juventud, titulada El aparato humano, con la que consiguió un premio literario y su reputación de escritor frustrado. Esconde su desencanto tras una actitud cínica que le lleva a ver el mundo con cierta lucidez amarga.

Las fiestas en la terraza de su apartamento en Roma, con vistas al Coliseo, son apoteósicas, pero a su alrededor se desarrolla la gran "comedia de la nada". Cansado de su estilo de vida, Jep sueña con volver a escribir, aferrándose a las memorias de un joven amor en el que sigue anclado.

La influencia de Fellini

"Roma y La dolce vita son películas que no puedes ignorar cuando haces una película como esta. Son dos obras maestras y la regla de oro es verlas, no imitarlas. Yo intenté ceñirme a eso. Es verdad que las obras maestras transforman la forma en la que sentimos o percibimos las cosas. Nos condicionan. Por lo tanto no puedo negar que esas películas me hayan influenciado y guiado a la hora de hacer La Gran Belleza. Solo espero que me hayan guiado en la dirección adecuada", confiesa el propio Sorrentino, que escribe el guion junto a Umberto Contarello.

La gran belleza es un desfile constante de personajes y situaciones fellinianas, empezando por Jep Gambardella -interpretado por un inmenso Toni Servillo-, un personaje que podría ser perfectamente un Marcello Rubini (Marcelo Mastronianni) en edad de jubilarse, que sigue siendo un observador de la vida romana, de sus miserias y de sus grandezas.

Las fiestas pasadas de tono de una alta sociedad que es la pura expresión de la decadencia y lo grotesco: stripers que pasan de los 50, mujeres a las que el botox ha deformado el rostro hasta convertirlas en caricaturas, cardenales obsesionados con la gastronomía, artistas conceptuales cuyas performances consisten en estrellar la cabeza contra un muro, nobles reconvertidos en viejos verdes desfasados, políticos corruptos o monjas centenarias que duermen en el suelo... Todo eso es la gran comedia de la nada y todo eso es La gran belleza.

"Paolonunca ha negado su profundo amor hacia Fellini. Del mismo modo que yo, como todos los actores de mi generación,  nunca he negado mi amor por Matroianni o Volonté.  Son nuestras referencias", confiesa Servillo, que trabaja por cuarta vez con el director napolitano.

Pero para este reconocido actor italiano, el referente de la última película de Sorrentino en la filmografía de Fellini es Ocho y medio: "Creo que ambas tienen en común el mismo tema: la disipación; y lo desarrollan de manera extraordinaria. La disipación de la personalidad, del talento, de la propia historia personal, del rol social… Gambardella siente una indiferencia absoluta hacia su gran talento y se propone destruirlo. Siendo muy distintas, ambas películas, en mi opinión, comparten el mismo ritmo y el desarrollo del tema de la disipación".

Aunque, no solo de Fellini vive el cine, y la película "está en deuda", además de con el de Rímini, con "el gran cine italiano de Scola, Ferreri, Monicelli...", confiesa el director.

"La mejor película de Sorrentino"

Para el protagonista, La gran belleza es la mejor película de Sorrentino y la "más personal". En opinión de Servillo, el cineasta italiano hace películas "con libertad absoluta" y sin tener en cuenta las expectativas comerciales y considera que, el paso del tiempo, en lugar de "suavizar o anestesiar su estilo creativo, lo ha magnificado".

El reparto reunido por Sorrentino, que a sus 43 años tiene mucho que hacernos disfrutar aún, lo completan otros grandes del celuloide italiano, como Carlo Verdone, Sabrina Ferilloi, Isabella Ferrari, Iaia Forte, Serena Grande, Dario Cantarelli, Roberto Herlitzka o Guilio Brogi.

Y, su gran protagonista, Roma... "la ciudad maravillosa, reconfortante, y al mismo tiempo llena de peligros escondidos", advierte Sorrentino. No se pierdan la Roma de los créditos finales que nos regala el director en un bello, y eterno, plano secuencia.