La primera ministra de Tailandia cede ante las protestas y anuncia elecciones
- Yingluck Shinawatra disolverá el Parlamento tras varios días de protestas
- Su partido ha anunciado que se presentará a la reelección
- El rey Bhumibol debe aprobar la disolución y convocar nuevos comicios
La primera ministra de Tailandia, Yingluck Shinawatra, ha anunciado su intención de disolver el Parlamento del país y convocar elecciones dentro de 60 días para tratar de poner freno a la situación de inestabilidad política y protestas en las calles en las que se encuentra el país.
"Sobre la base de consultas con las diversas partes, presento una disolución del Parlamento", ha declarado la presidenta en un discurso televisado. El trámite debe ser aprobado por el rey del país.
La agencia Reuters cita a un funcionario de la autoridad electoral que asegura que la fecha para los comicios podría ser el 2 de febrero.
El Gobierno tailandés ya había ofrecido la posibilidad de disolver la cámara y la celebrar elecciones nacionales con el objetivo de acabar con las protestas antigubernamentales que desde hace semanas anidan en Bangkok.
Por otro lado, el partido de Yingluck ha anunciado que será ella misma quien se presente por la formación a las elecciones.
No cesarán las protestas
Por su parte, el líder de las protestas, el ex viceprimer ministro Suthep Thaugsuban, sobre quien pesan dos órdenes de arresto por destrucción de la propiedad pública y sedición, ha declarado que continuarán con las manifestaciones porque su meta no es la disolución del Parlamento.
De hecho, cerca de 100.000 personas han salido este lunes a las calles de Bangkok para manifestarse en contra del actual Gobierno electo según la policía de la ciudad, con la intención de derrocar al Ejecutivo y propiciar un cambio en el sistema democrático de Tailandia.
Al menos nueve columnas de manifestantes han partido de varios campamentos antigubernamentales esparcidos por la metrópoli tailandesa en un día que la oposición ha bautizado como la "batalla final" contra la corrupción del "régimen Thaksin".
Suthep lidera una de esas columnas, la del Comité Popular para la Reforma Democrática, a la que se le unirán varias universidades, grupos cívicos y los miembros del Partido Demócrata, que en la víspera anunció el abandono en bloque de los asientos que poseía en el Parlamento.
El Gobierno "ha perdido su legitimidad"
Abhisit Vejjajiva, líder del bloque Demócrata y ex primer ministro (2008-2011), ha afirmado que el actual Gobierno ha "perdido" la legitimidad, ha "traicionado" al pueblo y ha "violado" la Constitución. "El Parlamento no puede ser tomado como rehén para que el Gobierno permanezca en el poder", ha declarado el político.
Los manifestantes rechazan acudir a las urnas bajo el actual modelo de elecciones que denuncian estar viciado por la compra de votos y en un escenario en el que sería casi segura su derrota.
“Los manifestantes piden un nuevo líder sin pasar por las urnas“
La principal demanda de la oposición es la aplicación del artículo 7 de la Constitución para que el rey de Tailandia, el octogenario Bhumibol Adulyadej, designe al próximo jefe del Gobierno sin pasar por las urnas.
Este "Consejo Popular" no electo acometería una serie de reformas políticas, como la descentralización del poder del Estado y la reforma de la Policía, entre otras, antes de volver a convocar un referendo que devolviera la iniciativa a la voluntad popular.
Los grupos que lideran las movilizaciones acusan a la actual primera ministra de corrupción y ser un títere de su hermano mayor, el depuesto jefe del Ejecutivo Thaksin Shinawatra, quien según los opositores gobierna desde su exilio en Dubai, donde evita una condena de dos años de prisión por corrupción.
Siete años de crisis política
Tailandia arrastra una grave crisis política desde el 2006 con frecuentes manifestaciones y protestas callejeras que buscan paralizar al Gobierno de turno.
Las protestas, que el pasado fin de semana se tornaron violentas durante tres días con enfrentamientos entre Policía y alborotadores, estallaron hace semanas durante el intento del Gobierno de aprobar una ley de amnistía que hubiera permitido a Thaksin regresar a Tailandia sin afrontar la pena de cárcel establecida.
Dicha propuesta de ley, que fue rechazada por el Senado, también limpiaba a varios políticos del bando Demócrata, como Suthep o Abhisit, de los cargos de asesinato al ser unos de los responsables por las pérdidas de vidas humanas durante las protestas en 2010 de los llamados camisas rojas, seguidores tradicionales de Thaksin.