Investigación de la evolución de las galaxias para defender la I+D+i
- Estudiantes de la UCM organizan charlas de ciencia y crítica de los recortes
- La investigación de la evolución de galaxias ha inaugurado la Semana de la Ciencia Indignada
Invertir en instrumentos punteros puede generar retornos a las empresas españolas
El estudio de la evolución de una galaxia tal vez no suene como una solución inmediata para mejorar la situación económica, pero es una de las tantas disciplinas que implican investigación, desarrollo e innovación que pueden ayudar a que una sociedad avance.
Es una de las ideas que ha transmitido el profesor e investigador de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Jesús Gallego en la conferencia que ha inaugurado la I Semana de la Ciencia Indignada. Se trata de una iniciativa de las asociaciones de estudiantes Hypatia (Físicas UCM) y Lewis Carroll (Matemáticas UCM) en la que ocho docentes e investigadores imparten charlas de Matemáticas, Física, Biología o Química para difundir su conocimiento y como crítica a los recortes de la financiación de la I+D+i.
La primera charla, que ha albergado un aula de la Facultad de Física de la UCM, ha estado centrada en la investigación de las galaxias de los últimos años y en el desarrollo de los instrumentos más punteros, como los telescopios, para poder avanzar en los resultados.
Los telescopios en la investigación de galaxias
En poco más de una hora, Jesús Gallego ha explicado de forma muy cercana algunos de los principales avances en el conocimiento de las galaxias remotas y las más cercanas, como la Vía Láctea. Ha explicado que al mirar a los confines del Universo, "estamos mirando hacia atrás, intentando hacer una fotografía del Universo en el pasado".
Así, en 1989, dos investigadores, Margaret Geller y John Huchra decidieron conseguir imágenes profundas del Universo con un telescopio de cuatro metros ubicado en Arizona. "Surgió uno de los grandes problemas de la teoría de evolución de galaxias, el exceso de galaxias débiles azules", ha indicado el profesor de la UCM, quien ha revelado que el reto era desvelar si esas nebulosas eran muy lejanas y no se veían con detalle o si eran pequeñas y estaban más cerca.
“Las galaxias débiles azules han sido uno de los grandes problemas del estudio de las galaxias“
Dos de los principales instrumentos de observación del cielo de esos años se encontraban en el observatorio astronómico hispano-alemán de Calar Alto (Almería). Concretamente, un telescopio de 3,5 metros y otro de 2 metros, que unido a la calidad de observación del cielo, se convirtió en un lugar de referencia para la investigación. Otro instrumento ubicado en España y que usa habitualmente el equipo científico de Jesús Gallego es el Gran Telescopio Canarias (en la Isla de La Palma), de 10,4 metros.
Por otra parte, el exceso de galaxias azules, ha indicado el doctor de la UCM, fue una de las causas para financiar el telescopio espacial Hubble. "Al estar en órbita sirve para ver mejor este tipo de objetos. Ha estado dedicado a intentar llegar a los confines del Universo", ha contado y ha destacado que los instrumentos que se han ido desarrollando se dedican a obtener imágenes con más detalle de las galaxias y a intentar ver la distancia que nos separa de ellas.
Los últimos descubrimientos han situado las galaxias a 8,6 y 10,3 Giga-años (entre 8.600 y 10.300 millones de años), aunque son datos que, como ha apuntado el investigador, están por confirmar y para ello se necesitarían telescopios entre tres y cuatro veces más potentes que los actuales, de 30 o 40 metros.
Futuro incierto de la investigación por los recortes
Uno de los futuros instrumentos que podría ayudar a resolver la confirmación de la distancia de las galaxias remotas será el Telescopio Europeo Extremadamente Grande (E-ELT, en sus siglas en inglés) que va a construir el Observatorio Austral Europeo en el desierto de Atacama (Chile), con un presupuesto de más de 1.000 millones de euros a invertir en 14 años y un espejo primario de 40 metros.
“España aún no ha firmado su participación en la construcción del Telescopio Europeo Extremadamente Grande“
Los 14 países participantes en el proyecto son los que aportan la financiación del E-ELT. España es uno de los países que no ha firmado su participación, 40 millones a repartir en una década.
"Los países que participan en la construcción de este telescopio recibirán unos retornos, de un mínimo de 100 millones de euros", ha subrayado Gallego, quien ha criticado que el Gobierno tenga bloqueado esta partida, a su juicio, un presupuesto irrisorio comparado con ciertas partidas en otros ministerios.
Sobre el observatorio de Calar Alto, Gallego ha contado que en 2014 se enfrenta a una reducción del personal de un 40%. Asimismo, en base a un acuerdo firmado en mayo entre el CSIC y el Instituto Max Planck, se ha recortado el presupuesto de este observatorio, que pasa de los 2,1 millones de 2013 a los 1,6 de 2014, mientras que en 2012 contó con 3,7 millones.
"Creo firmemente que el observatorio no se va a cerrar", ha comentado, aunque ha apuntado que el despido de personal solo ahorraría unos 400.000 euros y supondría, sin embargo, el posible cierre de uno de sus telescopios.
Investigación puntera en la UCM
Gallego, quien ha confesado que cuando era adolescente cambió las discotecas por la observación del cielo, ha explicado que decidió "hacer carrera y doctorado" de Astrofísica en la propia UCM. Tras pasar unos años en la Universidad de Santa Cruz (California), volvió a Madrid para dar clase e investigar. Actualmente lidera el grupo Guaix, de Instrumentación Extragaláctica, Astrofísica y Astronómica de la UCM.
Ha destacado que en esta universidad madrileña se consiguió demostrar que casi todas las estrellas del Universo ya se han formado en la actualidad. Fue hace unos 8.000 millones de años cuando casi todas las galaxias formaron sus estrellas. Llevaron a cabo el primer diagrama de fácil comprensión en 1996, y desde entonces se ha evolucionado enormemente.
“Los astrofísicos de la UCM intentan desarrollar un espectrógrafo propio“
Actualmente, el equipo de Jesús Gallego se halla inmerso en el proyecto MEGARA, por el que están intentando desarrollar su propio espectrógrafo, un instrumento que permitirá hacer estudios detallados de galaxias y que se podrá incorporar en el telescopio canario.
El equipo comenzó en 2009 y obtuvo una financiación de 5 millones de euros hasta 2016. Está formado por investigadores de la UCM, empresas y contratados postdoctorales y también ha tenido que enfrentarse a los problemas derivados de los recortes, ya que los retrasos en la llegada de financiación han impedido renovar los contratos de dos investigadores. Uno de ellos ahora trabaja en un banco.
"Las empresas podrían ayudar mucho y no lo hacen. En España la investigación se financia principalmente por las administraciones", ha lamentado Gallego, quien ha concluido su exposición con una cita del libro Realm of the Nebulae, de Edwin Hubble (1936): "Nuestro conocimiento del Universo disminuye rápidamente según nos alejamos de nuestra Tierra. Trabajamos en el límite de nuestros telescopios y la búsqueda continuará".