La primera ministra de Tailandia ruega a los manifestantes que cesen su acoso
- Se dirige a los opositores visiblemente emocionada
- "No sé hacia dónde retroceder más"
La primera ministra de Tailandia, Yingluck Shinawatra, ha reiterado este martes que seguirá en el puesto de forma interina hasta las elecciones del próximo 2 de febrero.
Las declaraciones de la jefa del Ejecutivo se producen un día después de que decidiera disolver el Parlamento ante las manifestaciones contra su Gobierno que duran ya más de dos meses.
"Todos somos tailandeses, ¿por qué tenemos que dañarnos unos a otros? Ya he retrocedido hasta aquí y no sé hacia dónde retroceder más. ¿Queréis que no vuelva a pisar terreno tailandés?", ha señalado Yingluck, visiblemente emocionada, en las instalaciones militares donde se ha reunido su gabinete.
Al menos 150.000 personas marcharon el lunes desde varios puntos de Bangkok hasta la Sede de Gobierno para exigir un cambio en el modelo democrático del país y la dimisión de la primera ministra.
El líder de las protestas, el ex viceprimer ministro Suthep Thaugsuban, reivindicó en un discurso la "victoria del pueblo frente al régimen de Thaksin", en referencia al ex primer ministro Thaksin Shinawatra, depuesto en 2006 en un golpe militar.
Suthep acusa a la jefa del Gobierno de ser un títere de su hermano mayor, Thaksin, quien según los opositores controla el Gobierno desde su exilio en Dubai, donde vive exiliado para evitar una condena de dos años de prisión por corrupción.
El cabecilla de los opositores dio 24 horas a Yingluck para que dimitiera.
Al menos 5 personas han muerto y un centenar han resultado heridas en las protestas, que comenzaron en octubre y se tornaron violentas con disturbios callejeros y enfrentamientos con la Policía entre comienzos noviembre y comienzo de diciembre.
Los manifestantes exigen que un "consejo popular" no electo asuma el poder y emprenda reformas en el Estado para evitar la corrupción de lo que denominan el "régimen de Thaksin", solución a la que se opone el Gobierno porque la considera antidemocrática.