Patricia Kraus: "Me encanta que la gente me diga que me parezco a mi padre"

• La cantante publica su duodécimo disco, Divazz
• Combina grandes clásicos con temas compuestos por ella

Patricia Kraus

Con nueve años se puso a estudiar música como el que repite por inercia en el colegio las letras del abecedario. Era lo natural. Su padre, el gran tenor Alfredo Kraus, ensayaba en casa mientras Patricia y sus hermanos aprendían a tocar el piano.

Once discos después de dedicarse a la música electrónica con Wax Beat, allá en los años 90, edita su duodécimo disco, Divazz, con el que cierra una trilogía dedicada a la música negra, su gran pasión. Este miércoles lo presenta en la sala Galileo Galilei.

- Su nuevo disco, Divazz, es el tercero de una trilogía que comenzó en 2009 con Vintage Fun Club y que continuó con Retrocollection, en 2011. Y los tres combinan temas compuestos por usted y canciones míticas como Summertime, No woman, no cry… ¿Por qué esta apuesta?

Tenía muchas ganas de hacerlo, aunque, en el fondo, no tenía tan claro que fuese a acabar en trilogía. Lo que yo me propuse fue hacer una colección de canciones de raíz negra que me han gustado. Al fin y al cabo, es la música que más me gusta y quería ofrecérsela al público. Ten en cuenta que hay mucho público al que le gusta esta música y muy pocos intérpretes españoles que se dediquen a ella. He decidido acabar aquí, con Divazz, y luego ya veremos.

- ¿“Luego ya veremos” significa que va a dejar la música negra?

(Se ríe). No, de momento estoy centrada en este disco y en este tipo de música, pero tal vez transite por otros caminos, sí.

“Los temas clásicos están para hacer cosas con ellos”

- ¿No se siente una quizás demasiado responsable cuando pone voz a clásicos de nada menos que Nina Simone, Aretha Franklin, Van Morrison o Janis Joplin?

Yo más que responsable me he sentido libre, porque, al fin y al cabo, son clásicos, y los clásicos están ahí para cogerlos y hacer cosas con ellos. Si no vas a las fuentes y las revisas y les das un meneo… Todos lo hacemos. No es que sea un deber, pero siempre está bien darles a esas míticas canciones tu espíritu y tu alma.

- ¿Por qué le ha dado por el soul, el jazz y el blues después de dedicarse rock, al pop y a la música electrónica?

(Vuelve a soltar una tímida carcajada). La música electrónica yo la acabé relacionando con la música negra, que es lo que me gustaba desde pequeña. Yo me fijé en grandes voces, como la de Aretha Franklin, que es mi heroína, o en la de Billie Holiday. Y, de hecho, me dediqué durante 10 años a la música electrónica con el grupo Wax Beat, y con él volví a esas melodías. Este tipo de música mezcla mucho la parte negra con ritmos y secuenciadores y maquinitas. Y, a partir de ahí, quise volver a mis raíces. Lo que pasa es que cuando empiezas… Dedicarte a la música negra es complicado.

- Comienza a estudiar música a los 9 años. ¿Tan claro lo tenía?

¡Es que en mi casa se ha escuchado música siempre! Mi padre estaba ensayando todo el rato y yo estaba con mis amigos al lado, escuchándole. No fue algo que me planteara, sino que iba conmigo. Con 9 años empezamos casi todos los hermanos a estudiar piano, aunque luego todos lo dejamos, porque el piano es tremendo… Pero yo continué mis estudios musicales y seguí con guitarra, con canto, y decidí, con 15 años, formar un grupo.

“Tener el apellido de mi padre no me ha allanado el camino”

- ¿Le ha allanado el camino ser hija de Alfredo Kraus?

Allanado, no. Cuando tu padre es una figura tan emblemática no es tan fácil. Sí es cierto que, cuando fui desarrollando mi carrera y empecé a dar la talla de alguna manera, fue un añadido, un plus. Y a mí me encanta que la gente se me acerque y me diga que me parezco a mi padre.

- ¿Cree que ha heredado su voz?

Pues yo no sé si la voz se hereda o no. Nosotros venimos de Canarias, aunque mi abuelo era alemán, y Canarias es una tierra en la que hay muy buenas voces, al igual que sucede en el País Vasco. Pero en mi familia hay muy buenas voces.

- La técnica no se hereda, ¿verdad?

¡No, la técnica me la he currado yo! Y lleva tiempo, porque tienes que ir adaptando y ser humilde. Hay que darse cuenta de que a veces lo haces mal. Yo soy una enamorada de la técnica vocal.

- ¿Qué le decía su padre cuando vio que lo suyo iba en serio?

Mi padre insistía en que estudiara. Que estudiara técnica. Y gracias a ese consejo me he esforzado y puedo afrontar temas tan complejos como los de este disco. Piensa que para cantar jazz no basta con una buena voz.

"La música es una profesión maravillosa"

- Ha dicho alguna vez que la suya es una carrera de fondo…

Sí, las carreras de música son de fondo. Yo me acuerdo de cuando vino aquí Nina Simone, que, si no tenía 80 años, tenía 79. Me pareció maravilloso verle tocar el piano y cantar. Es una carrera de fondo, sí. Yo espero llegar así a los 80 años… ¡A ver cómo llego! Ésta es una profesión maravillosa y cuanto más tiempo pasa, mejor lo puedes hacer.

- En 1987 representó a España en Eurovisión. ¿Qué opinión tiene de este festival a día de hoy?

Bueno… (Se ríe). Para mí aquello supone una anécdota en mi carrera. Fue importante porque yo pasaba de lo privado a lo público, pero el festival ha cambiado mucho. Hoy creo que es más un festival de televisión que otra cosa. Ha variado mucho la fisonomía del concurso y tengo que decir que mucho no lo sigo.

- Cree que programas como Operación Triunfo, en el que ha participado, o La Voz hacen algún favor a la música de este país?

Mira, habiendo pasado por un programa como este, yo creo que estos programas venden televisión. Ni creo que haga industria ni nada. Tiene música, lo que es mejor que otra cosa, que para esto ya esta Gran Hermano.

- Ha dicho también que le debe mucho a Amy Winehouse. ¿Qué le debe?

Bueno, lo dije un poco en plan jocoso. Amy Winehouse volvió a poner en primera plana la música negra. Otra vez la vocalista femenina volvía a los escenarios, porque años atrás se diluyó. Y nos ha hecho un gran favor a las solistas que estamos batallando.

- ¿Qué van a escuchar, en una frase, los que compren su disco, Divazz?

Buena música.