La Cámara de Representantes de EE.UU. aprueba el acuerdo que da estabilidad fiscal hasta 2015
- La reducción moderada del gasto disminuye el déficit sin subir impuestos
- Se eliminan los recortes automáticos que afectaban al Pentágono
- Deberá ser votado y aprobado por el Senado la próxima semana
La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha aprobado este jueves un proyecto presupuestario hasta 2015, que deroga parte de los recortes automáticos hasta ahora en marcha y supone el primer acuerdo entre demócratas y republicanos desde 2009.
El presupuesto federal proporcionará estabilidad fiscal los próximos dos años, ya que fija el techo de gasto disponible hasta octubre de 2015, si se aprueba también en el Senado.
El plan, que ha contado con el apoyo de 332 legisladores y el voto contrario de 94, reducirá de manera automática el gasto público en 63.000 millones de dólares durante esos dos años, lo que ayudará a reducir el déficit público en 23.000 millones adicionales a lo largo de diez años.
La propuesta, que fue acordada por republicanos y demócratas el pasado 11 de diciembre, será previsiblemente votada y aprobada por la Cámara Alta a comienzos de la semana próxima.
El acuerdo de es una importante victoria para el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, que ha conseguido un gran apoyo de sus correligionarios, pese a la fuerte oposición de el movimiento ultraconservador del Tea Party.
Avance en la política conservadora
Boehner ha dicho que los políticos de esa facción (Tea Party) "han perdido toda credibilidad" por haber rechazado el presupuesto sin conocer los detalles, que negociaron Paul Ryan, el líder republicano en asuntos fiscales en la Cámara, y la senadora demócrata Patty Murray.
Según Boehner, el acuerdo "no es todo lo que queríamos, pero nos ayuda a avanzar en nuestra política conservadora y seguir en la dirección correcta".
Los republicanos han conseguido que no se suban los impuestos y que se elimine parte de los fuertes recortes en Defensa, mientras que los demócratas han frenado significativos recortes en programas sociales.
Por su parte, la líder de la minoría demócrata en la Cámara, Nancy Pelosi, ha dicho que "la ausencia de acuerdo es peor, pese a que no todos estemos felices" y es necesario que el proceso legislativo aparte ya de la agenda el problema del presupuesto.
No habrá subida de impuestos
De este modo, EE.UU. no va a recurrir a un aumento de los ingresos por impuestos, como querían los demócratas, el plan contempla el aumento de las tarifas en billetes de avión y un recorte de salarios y beneficios a empleados federales y militares, para equilibrar ingresos y ahorros.
El nivel de gasto finalmente se va a situar a medio camino entre lo que pedían los demócratas y los republicanos, con 1.012 millones de dólares en el año fiscal 2014 (en marcha desde octubre) y 1.014 millones de dólares en el ejercicio de 2015.
Sin embargo, en la última votación, los congresistas no consiguieron extender las prestaciones por desempleo que caducan el 28 de diciembre para 1,3 millones de personas.
Los congresistas demócratas han criticado esta falta de acción e incluso pidieron que no se declare un receso sin haber solucionado el asunto de las prestaciones.
El acuerdo evita un nuevo cierre de la administración
El pacto proporcionará capacidad de financiación al Gobierno estadounidense hasta 2015. Así entre otras cosas, se evitaran cierres de la Administración como el vivido el pasado octubre (esta situación duró 16 días y puso al país en jaque con un gasto estimado de 10.000 millones y 120.000 empleos) y amenazas de suspensión de pagos como la sufrida en ese mismo mes.
Esta insólita situación derivó de la falta de acuerdo sobre el presupuesto para el ejercicio fiscal, un asunto que ha llevado al país a una situación límite cada dos meses. Debido a la forma de estructurar las cuentas públicas del país, la negociación presupuestaria es independiente de la del tope fijado al endeudamiento. Ese techo no se negocia cada año, sino que se aborda según las necesidades.
Sin embargo, ambas cuestiones son política fiscal y, en los últimos tres años, los republicanos han logrado vincularlas porque han condicionado su apoyo al aumento del umbral del endeudamiento al recorte del gasto incluido en las cuentas públicas. Durante el último año, además, también han intentado condicionarlo a un retraso en la aplicación de la reforma sanitaria de Obama, cuya financiación no está incluida en el presupuesto federal.