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Irlanda, las lecciones del rescate "sencillo" del FMI

  • Irlanda concluye formalmente este domingo su multimillonario rescate
  • Los analistas, cautelosos, advierten de que eso no significa salir de la crisis

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Irlanda concluye su programa de rescate

Irlanda concluye formalmente este domingo su multimillonario programa de rescate internacional, y se convierte así en el primer país europeo en salir del amparo de Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque lo hace en una situación económica con tantas luces como sombras.

Al contrario que Portugal y sobre todo Grecia, el caso de Irlanda ha sido elogiado por funcionarios del Fondo como un ejemplo de los efectos positivos de las recetas de la institución dirigida por Christine Lagarde.

Dublín ya ha dicho que los tiempos de "emergencia" han concluido y que no solicitará una línea de crédito de precaución, como gesto de salida limpia del rescate.

"Irlanda ha completado con éxito el programa de rescate del FMI y las autoridades europeas (...) Como resultado, Irlanda se encuentra ahora en una situación mucho más robusta que cuando comenzó el rescate", dijo Lagarde en un comunicado.

Tres años y 114.000 millones después

El rescate de la "troika" (BCE, FMI y Comisión Europea), por un monto total de 85.000 millones de dólares (114.000 millones de euros) y una duración de tres años, se produjo en respuesta al mal estado del sector bancario del país por su excesiva exposición a la burbuja inmobiliaria.

No obstante, algunos analistas muestran reserva y cautela ante el supuesto carácter ejemplar del caso irlandés.

"No hay mucha base para la satisfacción. Irlanda sufrió de manera enorme por la avaricia de sus bancos y la mala supervisión del Banco Central Europeo (BCE) y el FMI. Irlanda tenía un sistema económico y legal que funcionaba mejor que Portugal previo a la crisis, lo que ha permitido que la atravesase de mejor manera", indicó a Efe Dean Baker, codirector del Center For Economic Policy Research.

Por eso, Baker subrayó que si se mide el "éxito por la capacidad de Irlanda para pagar su deuda sí lo es, pero si la pregunta es si lo ha sido para la población la respuesta es un inequívoco no".

Una economía más pequeña en el futuro

Las previsiones del Fondo señalan que la economía irlandesa será en 2018 todavía un 5% más pequeña que en 2007, la deuda pública actual es del 124% del PIB y el desempleo está todavía por encima de un 12%.

Además, no se prevé que retome un ritmo de expansión del Producto Interior Bruto (PIB) sostenido hasta 2018, con una muy lenta recuperación por delante.

Pero desde el Fondo se mantiene, quizá con más deseo que convicción, que el caso irlandés prueba la eficacia de las recomendaciones realizadas desde la sede central de Washington.

Aunque es cierto que lo hace bajo la sombra de Portugal, para el que auguran aún un incierto camino de recuperación; y especialmente Grecia, cuya frágil situación tras dos rescates mucho más voluminosos aún despierta las alarmas en la institución internacional.

En este sentido, Jacob Kirkegaard, del Peterson Institute for International Economics, reconoce que el FMI puede considerarse como "razonablemente satisfecho" de lo logrado con el rescate irlandés, pero solo en términos "relativos".  Salir del rescate, añade, no significa "salir de la crisis".

Como lecciones para futuros episodios, Kirkegaard destaca que Irlanda ha puesto de relieve que puedes tener una sólida posición macroeconómica, "pero si tu sistema bancario está en mala situación, todavía estás condenado".

"Una buena posición fiscal, como la de Irlanda y España antes de la crisis con bajo nivel de deuda, no es significativa, si se debe a una burbuja inmobiliaria. Por eso es necesario un mirada en profundidad acerca de la calidad de los ingresos en la supervisión fiscal, no solo a los números del déficit", explicó a Efe Kirkegaard.

En cualquier caso,  los expertos parecen coincidir en que Irlanda era el problema más sencillo,  ahora restan los casos mucho más complejos de Portugal y Grecia.