El interventor de Bankia alega que reformuló las cuentas por las recomendaciones del FMI
- No explica por qué el resto de entidades no tuvieron que reformularlas
- Sergio Durá afirma que no conocía el plan para inyectar 7.000 millones
El interventor general de Bankia, Sergio Durá, ha defendido que las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la reforma financiera aprobada por el Gobierno provocaron que la entidad reformulara sus cuentas, que pasaron de unos beneficios de 309 millones a unas pérdidas de 2.979.
Durá ha declarado durante dos horas como imputado en el "caso Bankia" ante el instructor en la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, y ha asegurado que en febrero y marzo de 2012 desconocía que se planteara una inyección de 7.000 millones para recapitalizar la entidad, han informado fuentes jurídicas.
Sin embargo, conocía el grupo de trabajo que se creó para eliminar las dudas que introdujo sobre el grupo la reforma financiera, del que formaban parte Deloitte, miembros del comité de dirección de Bankia y de la consultora McKinsey, cuatro ejecutivos del banco Lazard y tres socios directores del despacho de abogados Clifford Chance.
Durá ha recalcado que, en su opinión, Deloitte no presentó el informe de auditoría a las cuentas formuladas en marzo porque se estaba esperando que el Banco de España aprobara el primer plande recapitalización de la entidad, lo cual ocurrió el 17 de abril de ese año.
El socio encargado de auditar las cuentas de Bankia, Francisco Celma, afirmó durante su testifical el pasado febrero que había advertido reiteradamente a la entidad sobre sus dudas acerca de su viabilidad de que las plasmaría en un párrafo de énfasis en el informe que debía elaborar sobre las cuentas.
También había alertado, según explicó Celma en su testifical, de que incluiría una salvedad porque le faltaba documentación "muy relevante" que llevaba reclamando desde diciembre y sobre la que incidió en la reunión del Comité de Auditoría del 27 de marzo.
De hecho, insistió en que dijo al entonces presidente de Bankia, Rodrigo Rato, la noche después de que el supervisor diera su visto bueno al primer plan de saneamiento: "Si se concreta la inyección y nos dais toda la información que estamos pendientes de recibir, vamos a trabajar día y noche para estar en condiciones de dar una opinión de auditoría que será favorable".
En este sentido, Durá ha asegurado que no tuvo constancia de las advertencias ni las condiciones del auditor, a lo que ha añadido que Deloitte debería haber avisado de que no iba a presentar su informe mediante una carta dirigida a la propia entidad y al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC).
Por otra parte, a preguntas del juez, el máximo responsable de las cuentas de Bankia ha señalado que la crisis económica y la situación macroeconómica llevaron a un cambio de estimación del valor de los activos de Bankia.
Así, ha precisado que circunstancias excepcionales obligaron a reformular esos balances de 2011, que en marzo daban unos beneficios de 309 millones y en mayo, ya bajo la presidencia de José Ignacio Goirigolzarri, arrojaron unas pérdidas de 2.979.
Instado a que precisara cuáles eran esas circunstancias, Durá ha argumentado que se trató de la reforma financiera aprobada por el Gobierno en febrero y las recomendaciones lanzadas entonces por el FMI, aunque no ha podido responder al magistrado por qué estos elementos no obligaron a otras entidades a reformular sus cuentas.
Antes de su declaración, el abogado de Durá ha pedido que se suspenda mientras se resuelve el recurso de queja que presentó después de que Andreu rechazara su petición de anular la providencia por la que le llamó a declarar como imputado a instancias de la Fiscalía Anticorrupción.