Antonio Salinas, reelegido por unanimidad como fiscal jefe de Anticorrupción

• Salinas lleva 10 años en el puesto y estará otros cinco más
• Los otros dos candidatos no han contado con el apoyo del Consejo Fiscal

El Consejo Fiscal ha propuesto al fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, que proponga al Gobierno la renovación de Antonio Salinas como fiscal jefe de la Fiscalía Anticorrupción, han informado a Efe fuentes fiscales.

Antonio Salinas, de 65 años, y que lleva ya una década en el puesto, permanecerá al frente de Anticorrupción otros cinco años, con lo que, si finalmente es nombrado por el Gobierno, como es previsible, acabará su carrera profesional en esta fiscalía especial que lleva los casos judiciales más importantes.

Al cargo optaban también otros dos fiscales, Manuel Moix y Manuel Dolz, quienes no han contado con el apoyo del Consejo Fiscal, órgano asesor de la Fiscalía General del Estado.

La Fiscalía Anticorrupción es la encargada de coordinar todas las investigaciones de casos de corrupción o contra la delincuencia organizada que llevan a cabo sus fiscales delegados en toda España, desde el caso Gürtel y Bárcenas en Madrid a los ERE fraudulentos de Sevilla, pasando por el caso Nóos en Palma y la trama de las ITV y el Palau en Barcelona.

El principal rival de Antonio Salinas era el propio fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Manuel Moix, quien sin embargo ha optado a la plaza de Anticorrupción en segunda opción ya que su interés era renovar, como lo ha hecho, en el cargo que ostenta actualmente.

El tercer candidato para Anticorrupción es el fiscal del Supremo Manuel Dolz, quien estuvo encargado del caso Campeón, en el que se investigó al exministro socialista José Blanco por un supuesto delito de tráfico de influencias, asunto que el alto tribunal archivó el pasado 18 de julio.

Fiscal del 'caso Filesa'

Antonio Salinas es jefe de la Fiscalía Anticorrupción desde julio de 2003, cargo en el que sustituyó a Carlos Jiménez Villarejo. Nacido en Tudela (Navarra) en 1946, tras ingresar en la carrera fiscal ejerció durante más de treinta años en Baleares, Castilla-La Mancha y Cantabria.

Salinas fue el fiscal encargado del caso Filesa, que salió a la luz en 1991 y por el que, en 1997, el Tribunal Supremo condenó a ocho personas a penas que iban desde los once años de prisión a los seis meses de arresto.

En 1995, remitió al Supremo su escrito de conclusiones, en el que pedía 186 años de prisión y multas por valor de más de 6.000 millones de pesetas para 23 acusados de la presunta financiación irregular del PSOE.

En 1989 fue uno de los dos miembros de la Junta de Fiscales de Sección encargada del "caso Ertoil" que votó en contra de la citación como imputado del entonces ministro de Ciencia y Tecnología Josep Piqué (PP).

El 25 de julio de 2003, Salinas fue nombrado por el Consejo de Ministros nuevo jefe de la Fiscalía Especial para la Represión de los Delitos Económicos relacionados con la Corrupción, y el 29 de ese mismo mes tomó posesión del cargo en sustitución de Jiménez Villarejo.

El entonces fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, propuso a Salinas tras el resultado de la votación del Consejo Fiscal, dentro del cual 5 miembros votaron a favor de Salinas frente a 4 que postularon que siguiera Jiménez Villarejo.

En octubre de 2008, el entonces nuevo fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, que fue nombrado a propuesta del Gobierno del PSOE, defendió su reelección al frente de Anticorrupción, pese a que de nuevo la Unión Progresista de Fiscales propuso otro candidato, el fiscal Alfonso Aya.