El Gobierno sirio denuncia el asesinato de 100 personas a manos de los rebeldes islamistas
- Habría ocurrido en la localidad de Adra, al norte de Damasco
- El OSDH habló de 32 drusos y alauíes asesinados
- Siria pide a la ONU que impida la propaganda que anima a atentar en su territorio
El Gobierno sirio ha denunciado este martes la muerte hace seis días de más de 100 civiles a manos de "terroristas", como las autoridades denominan a los grupos armados opositores, en la localidad de Adra, al norte de Damasco.
En dos cartas dirigidas a la ONU, publicadas por la agencia oficial Sana, el Ministerio sirio de Exteriores ha condenado la matanza, de la que ha acusado al Frente al Nusra, vinculado a Al Qaeda, la Brigada del Islam y el Frente Islámico.
En la última semana, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (ONG con sede en Londres) informó de la ejecución el pasado día 11 de 32 ciudadanos drusos y alauíes, secta a la que pertenece el presidente Bachar al Asad, en Adra por parte de combatientes islamistas suníes.
El Gobierno de Damasco había anunciado que se había producido una masacre en Adra, pero hasta ahora no había ofrecido cifra de víctimas.ç
Asesinato de funcionarios y vecinos
En las misivas, el Ministerio de Exteriores afirma que "terroristas" dispararon a algunos funcionarios que vivían en esa población, los mutilaron y quemaron sus viviendas.
A otras víctimas, según las autoridades, las encerraron en la panadería de la localidad, que hicieron estallar con explosivos.
El Ministerio agrega que los atacantes secuestraron a un número indeterminado de civiles.
El Ejecutivo sirio se queja, además, de las campañas de incitación contra Siria en medios de comunicación financiados por Arabia Saudí y Catar, desde donde, aseguró, se difunden fatwas (edictos islámicos) de tendencia yihadista que promueven la discordia y el asesinato.
En ese sentido, recuerda los llamamientos del líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, para que se lleven a cabo ataques terroristas en territorio sirio.
Por estos motivos, el Ministerio ha exigido al Consejo de Seguridad de la ONU que asuma sus responsabilidades a la hora de aplicar las resoluciones que prohíben el terrorismo y su apoyo.
Adra acoge uno de los polígonos industriales más grandes de Siria y es próxima a la región de Al Qalamun, fronteriza con el Líbano, donde el ejército inició una ofensiva a mediados de noviembre para expulsar a los opositores.
El jueves pasado, las fuerzas armadas anunciaron el lanzamiento de operaciones especiales en Adra, a unos 40 kilómetros al norte de Damasco, tras la masacre del día anterior, sin dar saldo de víctimas.