El comité propuesto por Obama recomienda un mayor control en las actividades del NSA
- El comité independiente ha revisado los programas secretos de la Agencia
- Pide un mayor control judicial, político y civil en la recopilación de información
- El informe presenta un total de 46 recomendaciones no vinculantes
- Constulta el informe (.pdf)
El comité independiente creado por la Casa Blanca para revisar la extensa red de espionaje electrónico de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) ha presentado sus recomendaciones para cambiar los programas secretos revelados por Edward Snowden, que en ningún caso pide que desaparezcan.
"El presidente trabajará con su equipo de seguridad nacional para estudiar el informe del grupo de expertos y determinar qué recomendaciones deberíamos implementar", ha indicado en un comunicado la Casa Blanca.
La revelaciones del ex analista externo de la NSA Edward Snowden sobre programas de espionaje electrónico desataron desde mediados de año la polémica dentro y fuera de Estados Unidos, y llevaron a Obama a proponer dicha revisión con un panel de expertos.
El informe presenta un total de 46 recomendaciones para equilibrar la obtención de información con la protección de la privacidad de las personas en ciertas actividades de la NSA hasta hace meses secretas.
Además, ha pedido mayor control judicial de las actividades de obtención de datos, mayor control político y civil y transparencia para conocer las justificaciones de seguridad nacional que obligan a la puesta en marcha de estos programas sin parangón en otros países y que se han ido perfeccionando desde los atentados del 11-S.
El análisis se centra en los dos primeros programas de espionaje revelados por Snowden: el de recopilación de registros telefónicos tanto dentro como fuera de Estados Unidos y el de espionaje de comunicaciones de extranjeros en internet, entre ellos mandatarios de países aliados.
Fin de la acumulación de metadatos
El panel, compuesto por cinco expertos que se reunieron este miércoles con Obama, recomienda acabar, salvo en casos excepcionales, con la acumulación de metadatos telefónicos (registros, no contenido de llamadas) para su posterior análisis y cruce de informaciones.
En este sentido, pide a la inteligencia estadounidense que desarrolle herramientas que no obliguen a almacenar las ingentes cantidades de datos de la actualidad, teniendo en cuenta que la ciberseguridad es, con el desarrollo tecnológico, cada vez más importante.
"Recomendamos que se cree legislación que ponga fin al almacenamiento en masa de metadatos telefónicos (registros sin contenido)", ha indicado una de las recomendaciones sobre uno de los programas de la NSA que más preocupa en Estados Unidos por vulnerar la Constitución.
La NSA podrá acceder a esta información solo con una orden judicial específica para un caso en concreto y los datos deberían estar en poder de una tercera parte, en este caso los proveedores privados de esos servicios.
Reestructuración en la dirección
El informe de casi 300 páginas pide separar la NSA del Cibercomando del Departamento de Defensa, que actualmente ocupa un solo militar, el general Keith Alexander, algo que la Casa Blanca rechazó anteriormente de plano al complicar la coordinación en materia de inteligencia.
En la actualidad la NSA, la mayor agencia de inteligencia del mundo, trabaja bajo el paraguas del Pentágono, lo que le permite amplios poderes y mayor opacidad en su trabajo, algo que los expertos pidieron que cambie.
Para ello, solicitan que el director de la NSA pueda ser un civil y que su nombramiento tenga que ser confirmado por el Senado, algo que previsiblemente tampoco agradaría a la Casa Blanca, sobre todo en períodos de división legislativa como el actual.
Sobre el programa de espionaje de comunicaciones de internet en el extranjero, las recomendaciones se centran en no vulnerar la privacidad de estadounidenses por error y en no "diseminar" información sobre extranjeros "si no es relevante".
No vigilar extranjeros fuera del territorio estadounidense
Asimismo, pide que no se vigile a extranjeros fuera del territorio estadounidense (donde las garantías legales no les amparan), basándose solamente en sus ideas políticas o religiosas.
Además, recuerda que funcionarios de alto nivel elegidos por el presidente deberán conocer las tareas de espionaje más sensibles, como la vigilancia de políticos y mandatarios extranjeros, algunos de ellos aliados.
Este tipo de revelaciones, que afectaron a gobiernos aliados como el mexicano, el brasileño o el alemán, desataron una gran crisis diplomática y la llamada de embajadores estadounidenses a consultas en todo el mundo.
El informe del panel pide "identificar los usos y límites de la vigilancia de líderes extranjeros y naciones extranjeras".
Los criterios para espiar a un mandatario extranjeros deberán tener en cuenta: si hay amenazas a la seguridad nacional, evaluar si existen "valores e intereses comunes" con ese país, si hay sospechas de que el mandatario esconde información y no es honesto con diplomáticos estadounidenses, y los efectos negativos en la relación bilateral del espionaje