Muere un alcalde filipino y otras tres personas en un tiroteo en el aeropuerto de Manila

• Los otros fallecidos son su esposa y un bebé de un año
• El suceso se produce horas antes de que llegue a Filipinas Ban-Ki moon

Un agente de policía examina el lugar donde se ha producido un tiroteo en el aeropuerto Internacional de Manila.

Un alcalde filipino, su esposa y otras dos personas han muerto tras ser tiroteados en el Aeropuerto Internacional Ninoy Aquino (NAIA) de Manila, donde también han resultado heridas otras cuatro personas, según ha informado la prensa local. El suceso se produce a escasas horas de que llegue a la capital filipina el secretario general de la ONU para evaluar los daños del tifón Haiyan.

El director general de la Autoridad de Aviación Internacional de Manila (MIAA), Jose Angel Honrado, ha confirmado que Ukol Tulumpa, alcalde de Labangan, en el municipio de Zamboanga del Sur, en el sur del país, ha muerto tiroteado por un grupo de hombres armados en la terminal 3 del aeropuerto.

Según el diario The Star, Tulumpa sufrió una emboscada cuando salía de la terminal de llegadas junto a su familia por parte de unos pistoleros que se le acercaron vestidos con uniformes de policía en una motocicleta con la que también huyeron.

La Policía trasladó al alcalde al hospital junto a su esposa y un bebé de un año, y acordonó la zona del asalto donde no había cámaras de seguridad, según la emisora de radio local dzMM.

El alcalde de Labangan ya fue atacado en Manila en 2010, cuando aun ocupaba el cargo de teniente de alcalde.

La investigación policial apunta a un grupo político rival como posible responsable del asalto.

Ban Ki-moon visita Filipinas

Precisamente al aeropuerto de Filipinas llegará en unas horas el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para evaluar la asistencia a las víctimas del tifón Haiyan, conocido localmente como Yolanda, y las necesidades para la recuperación.

Ban visitará la ciudad de Tacloban, una de las más golpeadas por el tifón del pasado 8 de noviembre, que dejó 8.000 muertos y desaparicidos, y más de 14 millones de personas afectadas, entre ellas cuatro millones que quedaron sin hogar.

Naciones Unidas ejecuta un plan de atención a la tragedia y de respaldo a la labor gubernamental. La alimentación, el refugio para los desplazados, la prevención de epidemias y las tareas de reconstrucción sobresalen entre las prioridades de la ayuda a Filipinas.