Detectan una nueva fuga de agua contaminada en la central nuclear de Fukushima
- Se trata de dos filtraciones en dos de los tanques que contienen la radiación
- Tepco descarta que uno de ellos haya llegado al mar e investiga el otro
- Especial: Terremoto, tsunami y crisis nuclear en Japón
Los responsables de la central nuclear de Fukushima han informado este lunes de que 1,8 toneladas de agua radiactiva se han filtrado a través de brechas en las barreras que rodean los tanques para almacenar líquido contaminado según un comunicado citado por la agencia EFE.
Las fugas se han detectado concretamente en las bases de los topes que acordonan dos zonas de tanques de almacenamiento diferentes, según ha explicado Tokyo Electric Power (Tepco) en un comunicado.
Tepco cree que el agua contaminada que se ha filtrado de una de las zonas afectadas no ha podido llegar al mar dado que no hay ningún desagüe cerca, al tiempo que investiga si el líquido que se ha salido de la otra zona de contención ha podido llegar al Pacífico a través de alguna canalización.
Las barreras que rodean las 23 áreas destinadas a estos depósitos en la planta tienen 30 centímetros de altura y se construyeron para evitar que el agua que puedan perder estos tanques fluya al exterior como sucedió el pasado verano, cuando uno de estos contenedores perdió 300 toneladas de líquido altamente radiactivo.
Contenedores defectuosos
Esa fuga ha tenido lugar en uno de los muchos tanques que fueron construidos de manera más rápida y económica tras el estallido de la crisis y cuyas juntas están unidas con resina en vez de soldadura.
Desde entonces, Tepco intenta reemplazar lo antes posible todos los contenedores del mismo modelo.
Los más de mil tanques que hay en la planta sirven para almacenar el agua que se usa para enfriar sus maltrechos reactores, la cual se contamina al entrar en contacto con los núcleos parcialmente fundidos de las unidades.
Controlar las fugas de estas cisternas y del líquido contaminado que se acumula en los sótanos de los reactores suponen el principal desafío para los 3.500 técnicos de la planta.
Las emisiones contaminantes de la central, que resultó golpeada por el terremoto y tsunami que devastó el noreste de Japón el 11 de marzo de 2011, mantienen evacuadas a más de 52.000 personas que vivían junto a la central y han afectado gravemente a la agricultura, la ganadería y la pesca local.