Liberadas en Rusia las dos integrantes de Pussy Riot que quedaban en prisión
- María Aliójina y Nadezha Tolokónnikova llevaban casi dos años en prisión
- Descalifica la amnistía de Putin como una "operación de comunicación"
Las dos integrantes del grupo punk ruso Pussy Riot que aún quedaban en prisión, María Aliójina y Nadezhda Tolokónnikova, han salido en libertad este lunes en virtud de la amnistía general que entró en vigor en Rusia la semana pasada.
Ambas llevaban encarceladas desde hace casi dos años, tras ser condenadas por su protesta contra el presidente ruso, Vladímir Putin, en una iglesia.
La tercera miembro del grupo activista condenada, Yekaterina Samutsévich, quedó en libertad condicional en octubre de 2012 por decisión del Tribunal Municipal de Moscú.
"Operación de comunicación" de Putin
Aliójina, que cumplía su pena en una prisión de la región de Nizhni Nóvgorod, a unos 400 kilómetros al este de Moscú, ha sido la primera en pisar la calle.
En declaraciones a la cadena de televisión Dojd, recogidas por AFP, Aliójina ha denunciado la amnistía de Putin como una "operación de comunicación".
"No creo que se trate de un gesto humanitario, más bien de una operación de comunicación", ha declarado la joven, de 25 años. "Si hubiera tenido opción, la habría rechazado", ha añadido.
La activista ha subrayado que la amnistía solo afecta al 10% de los detenidos. "Estoy indignada porque no salgan en libertad todos los presos políticos condenados por el 'Caso Bolótnaya'", ha subrayado Aliójina en alusión a los opositores encarcelados por participar en los disturbios del 6 de mayo de 2012, durante una manifestación contra el Kremlin en el centro de Moscú.
"Lo más difícil en prisión era ver cómo se rompen las personas", ha explicado.
Al mismo tiempo, Aliójina ha lamentado no haber podido despedirse de sus compañeras de celda, toda vez que los funcionarios de prisión no la avisaron de que iba a salir en libertad.
"Me sacaron secretamente en un 'Volga' (coche de fabricación rusa), por lo que lamentablemente no pude despedirme de otras internas", ha declarado.
"Pondré todo mi esfuerzo en ayudar a los presos"
Por su parte, Tolokónnikova, que ha abandonado la prisión de la región siberiana de Krasnoyarsk, a miles de kilómetros de su primer penal, ha asegurado a los periodistas que su liberación es para ella "una carga de responsabilidad" ante la población prisionera de Rusia.
"Todo apenas empieza con mi puesta en libertad, ya que la línea entre la libertad y su falta es muy delgada en Rusia, un Estado autoritario. Pondré todo mi esfuerzo en ayudar a los presos. Ahora estoy unida al sistema penitenciario con lazos de sangre", ha declarado Tolokónnikova, que cumplió 24 años hace poco más de un mes.
Las integrantes del grupo declararon durante el juicio que su acción en la catedral de Cristo Salvador de Moscú tenía fines políticos y no estaba dirigida contra los creyentes ortodoxos.