Competencia aconseja una fórmula que subiría la parte no regulada de la luz un máximo del 2,9%
- A ese alza de la energía habría que añadir el 1% previsto de alza de peajes
- Recomienda que esa fórmula fije el coste de la energía de forma trimestral
La Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) recomienda al Gobierno que fije el precio de la energía eléctrica a través de un mecanismo transitorio que fije esa cantidad de trimestre en trimestre. Según sus cálculos, esa fórmula implicaría una subida de la Tarifa de Último Recurso (TUR) de entre un 1,4% y un 2,9% en el primer trimestre de 2014 en la parte del recibo que depende de la energía consumida, por lo que a eso habría que sumar el casi 1% previsto de alza de los peajes decididos por el Ejecutivo.
En su propuesta (ver documento en .pdf), la CNMC explica esa horquilla por que el incremento del precio de la energía dependería de que se escogiese como referencia la cotización de los contratos de los tres meses previos disponibles (un alza del 2,9%) o de los seis meses (una subida del 1,4%). En todo caso, ese incremento sería para la TUR sin discriminación horaria, por lo que los otros tipos de tarifas para pequeños consumidores tendrían subidas distintas.
"A diferencia de lo que ocurre hoy en día en la CESUR, donde a partir de una única subasta se establece el precio del trimestre completo para el consumidor, se utilizaría la media de la cotización del mismo producto pero durante unos meses previos (3-6 meses) a la fecha de vencimiento", señala el regulador, quien opina que así "se estarían suavizando las posibles variaciones estacionales que pudieran derivarse del mercado spot".
Esta propuesta de la CNMC llega después de que ese mismo órgano regulador invalidara la última subasta eléctrica celebrada el pasado día 19 por concurrir "circunstancias atípicas", por lo que el Gobierno procedió a anularla. Si se hubiera trasladado el resultado de esa puja al recibo de electricidad, los consumidores habrían pagado un 11% más en sus facturas de la luz a partir de enero.
Una vez anulada la subasta, la CNMC debía presentar "a la mayor brevedad" una propuesta para establecer un procedimiento que permita fijar un precio de la energía y que se pueda aplicar a partir del próximo 1 de enero. Ahora, el ministro de Industria y Energía, José Manuel Soria, debe llevar este viernes al Consejo de Ministros para su aprobación su propia propuesta, basada en las recomendaciones de la CNMC, que no son vinculantes para el Ejecutivo.
Trimestral y transitorio
En su informe, el regulador de Competencia avisa de que el mecanismo trimestral que se elija debería aplicarse durante "el mínimo tiempo posible y en tanto no se disponga de un procedimiento definitivo".
Además, la CNMC se muestra contraria a que se establezca un precio único para todo 2014 porque supondría "una distorsión la competencia en el mercado minorista".
Según sus cálculos, para fijar ese precio único se podrían tener en cuenta las cotizaciones de los contratos anuales para entrega en todo 2014 o la del sintético anual, que incluye las referencias de esos contratos en los trimestres que componen el año. En ambos casos, el alza del coste de la energía sería inferior al 0,8% con carácter anual.
Por último, el informe de la CNMC recuerda que, sea cual sea el mecanismo que decida establecer el Gobierno, "sería necesario introducir algún sistema de cobertura alternativo" para eliminar cualquier riesgo a las comercializadoras de último recurso (CUR), es decir, para que "su margen no se viera afectado por la evolución del precio del mercado".
Esas comercializadoras son las que se encargan de facturar la energía eléctrica a los clientes incluidos en la TUR (son cinco y se incluyen, aunque de forma independiente, en las cinco grandes eléctricas) y, como su retribución está regulada debe estar libre de riesgo, según explica Competencia.
Con el sistema de la subasta eléctrica esa red de seguridad está articulada, pero sin ella, la CNMC propone plantearse una liquidación a través de las actividades reguladas o que se aplicasen los desvíos sufridos en la TUR en el ejercicio siguiente.
La primera opción tiene como inconvenientes que genería déficit en el sistema eléctrico de costes reconocidos y podría considerarse como ayuda de Estado a las CUR. Mientras, la segunda posibilidad haría que, al repercutir la diferencia de un año en las tarifas del siguiente, se perdiera la referencia de los mercados en el mismo plazo que se comercializa la energía, lo que implicaría una distorsión en el mercado minorista.