China y Corea del Sur protestan por la visita del primer ministro de Japón al santuario de Yasukuni
- El lugar es un símbolo del pasado imperialista del país
- Es la primera vez que Abe visita el lugar como primer ministro
El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, ha visitado por sorpresa en Tokio el santuario de Yasukuni, vinculado al pasado militarista del país, lo que ha provocado duras críticas de la vecina China y promete tensar las relaciones con el resto de países que padecieron el dominio colonial nipón durante el siglo XX.
El político conservador ha elegido precisamente el día en que se cumple un año de su llegada al poder para acudir por primera vez como jefe de Gobierno al polémico recinto, que consagra a millones de caídos durante conflictos armados entre 1853 y 1945 y a 14 notorios criminales de la II Guerra Mundial.
Abe, que también fue jefe de Gobierno entre 2006 y 2007, nunca había visitado Yasukuni como primer ministro, aunque sí lo hizo en más de una ocasión cuando fue ministro portavoz en el gabinete del ex primer ministro Junichiro Koizumi.
"Fuerte condena" de China
El Gobierno chino ha manifestado su "fuerte condena" a la visita. "Protestamos y condenamos enérgicamente los actos del líder japonés", ha señalado el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Qin Gang, pocos instantes después de que Abe entrara al santuario sintoísta, situado en una céntrica zona de Tokio.
El Ministerio de Exteriores ha convocado al embajador japonés para mostrarle su protesta, y lo mismo hará el embajador chino en Tokio.
El gesto de Abe no hace sino añadir tensión a la relación bilateral, muy deteriorada desde hace más de un año por el conflicto territorial de las islas Diaoyu/Senkaku, controladas por Japón pero que China reclama desde hace décadas.
De hecho, Japón ha sido deliberadamente ignorado por el presidente chino, Xi Jinping, en la agenda exterior de su primer año en el cargo, y la prensa oficial del régimen comunista ha asegurado que la diplomacia nipona en 2013 fue "antichina".
En el año que termina "Abe ha viajado al exterior 13 veces, a más de 20 países, y ha propuesto políticas para contener a China cuando se ha reunido con altos mandatarios, incluyendo los de EEUU, Francia y 10 países del sureste asiático", ha criticado este jueves el diario en inglés China Daily.
Protesta de Seúl y "decepción" de EE.UU.
Desde Seúl, un alto funcionario del gobierno surcoreano ha advertido que la visita tendrá "grandes repercusiones diplomáticas".
"Japón sabe lo grandes que serán las repercusiones diplomáticas de la visita de su primer ministro al santuario de Yasukuni", ha declarado el funcionario anónimo a la agencia local Yonhap, la fuente gubernamental de Seúl, a la espera de que el Ministerio de Exteriores anuncie este jueves oficialmente su postura y posibles medidas.
Incluso el Gobierno de EEU, el principal aliado de Japón, ha mostrado su "decepción", ya que considera que el gesto de Abe "agravará las tensiones" con sus vecinos.
"Japón es un valorado aliado y amigo. Sin embargo, Estados Unidos está decepcionado con el hecho de que su líder haya llevado a cabo una acción que agravará las tensiones con los vecinos de Japón", ha asegurado la Embajada estadounidense en Tokio a través de un comunicado.
Un santuario rodeado de polémica
El santuario Yasukuni rinde homenaje a quienes dieron su vida por Japón en los conflictos protagonizados por el país durante los siglos XIX y XX, entre ellos 14 oficiales del ejército nipón durante la Segunda Guerra Mundial que fueron juzgados y condenados por crímenes de guerra cometidos durante la invasión de Asia Oriental.
China y Corea del Sur, que fueron invadidas por Japón en la primera mitad del siglo XX, consideran el lugar un símbolo de la opresión colonial nipona y un monumento al militarismo del histórico enemigo.
Cada vez que autoridades de Tokio visitan Yasukuni, los gobiernos de Pekín y Seúl reaccionan con fuertes protestas diplomáticas. Así ocurrió en 2006 con el entonces primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, y en 2012 cuando dos ministros visitaron el templo.
En esta ocasión, además, la visita de Abe coincide con la celebración en China del 120 aniversario del nacimiento de Mao Zedong.
Abe ha tratado de calmar los ánimos y ha asegurado que solo pretendía presentar sus respetos a quienes perdieron la vida por Japón con motivo del primer aniversario de su toma de posesión.