Diez tecnologías a seguir de cerca en 2014
- Monedas virtuales, pantallas de superalta definición y gadgets para llevar
- La influencia de la tecnología en cine y TV puede cambiar el panorama
- Nuevas grandes batallas: la privacidad de los usuarios y la publicidad intrusiva, a debate
Si 2013 fue el año de las impresoras 3D, la televisión de alta definición al alcance de todos los públicos y los drones, el año que viene puede sentar las bases para que unas cuantas cuantas innovaciones tecnológicas se conviertan en algo tan cotidiano como Whatsappear, usar Twitter o comprar con el móvil. He aquí diez tecnologías candidatas que suenan como temas de los que se hablará mucho en 2014:
1. Bitcoin
La moneda virtual y descentralizada, que no tiene organismo regulador excepto el que deciden los usuarios del propio mercado, llegó a los periódicos, revistas e incluso a la televisión en horario de máxima audiencia a lo largo de 2013. Aunque ha sufrido muchos altibajos sigue dando de qué hablar.
Los artículos sobre ella oscilan entre una utópica 'revolución económica' del futuro y el 'timo piramidal a gran escala'. No ha ayudado mucho a su despliegue que se haya visto envuelta en robos, blanqueo de dinero y todo tipo de negocios turbios, algo que por lo visto 'desaparecer mágicamente' para los creyentes que cambian su dinero a una moneda virtual sin bancos ni gobiernos que la respalden.
Aunque son pocos los comercios que la admiten si de repente recibiera un respaldo relevante por parte de alguna potente empresa de comercio electrónico o de las tiendas físicas tal vez otro gallo cantaría. Pero habrá que esperar a ver qué sucede con ella en 2014: parece una partida a todo o nada, con un gran final en forma de crash o boom, pero sin lugar para la indiferencia.
2. Pantallas y televisores 4K
Prácticamente todos los fabricantes tienen ya televisores 4K en sus catálogos y algunos los están vendiendo en las tiendas, aunque sus precios sean todavía desorbitados para el público mayoritario.
Esta tecnología de super-alta definición ofrece cuatro veces más resolución que una imagen Full-HD convencional; basta verlas en los escaparates de demostración para apreciar la diferencia.
Hasta ahora el problema era que no había apenas películas, ni emisiones por TDT. Pero en 2014 se solucionarán ambas situaciones con emisiones 4K en varios países y amplios catálogos de películas online en 4K. Lo que habrá que ver es si su precio se acerca a lo que la mayor parte de la gente pueda pagar; algo que podría animar a los más 'locos por la tecnología' a renovar sus televisores Full-HD.
3. La II Guerra de los pop-ups publicitarios
Tan pronto como se vieron aplicaciones comerciales en la web las páginas se llenaron de recuadros publicitarios para llamar la atención de los lectores. Pero como fueron perdiendo efectividad alguien inventó el pop-up, una pequeña ventana que se abría automáticamente al entrar en una página o pulsar en algún enlace.
Tan intrusivos y molestos resultaron que al empezar el nuevo siglo se declaró la I Guerra Mundial contra los pop-ups, que fue ganada por los usuarios con la ayuda de Firefox, Explorer y Google como aliados: incorporaron sistemas anti-popups como opciones por omisión en sus navegadores web.
Pero desde hace tiempo la publicidad en forma de 'ventanas modales' (superpuestas) está escalando hasta el punto que probablemente desencadenará una nueva guerra para evitarla , algo que también sucede con los 'intersticiales' (páginas intermedias previas al contenido real). Y no está muy claro si se podrá parar esta amenaza al ecosistema de Internet esta vez.
4. El fin del PC como caja
Con tabletas cada vez más potentes, portátiles cada vez más ultraligeros y gente que trabaja con la única ayuda de un teléfono móvil, no está muy claro que eso que se sigue denominando 'PC de sobremesa' entendido como una gran caja con chips, cables y discos en su interior tenga algún futuro.
La potencia de los procesadores que incorporan los dispositivos móviles es cada vez mayor, así como su capacidad de almacenamiento (por no hablar de que la mayor parte se guarda 'en la nube').
Para quienes opinan que una buena pantalla es irremplazable o que un teclado físico o un ratón son obligatorios, tampoco hay problema: se pueden usar sin merma de calidad o retardo monitores externos con conexiones inalámbricas HDMI o wifi y cualquier cómodo teclado o ratón con Bluetooth. Quizá el próximo PC quepa simplemente en el bolsillo... y además sirva para hablar por teléfono.
5. La 'TV Cero'
Según Nielsen ya hay más de cinco millones de televisores sin televisión en Estados Unidos (algo más del 2 por ciento), una categoría llamada TV Zero un tanto peculiar que engloba los televisores usados como pantallas que no reciben señal de televisión porque se utilizan de formas alternativas: para videojuegos, navegar por Internet o ver la televisión a través de la red. Esta forma alternativa de entender la televisión como 'ver cualquier contenido en cualquier momento'
es lo que ha hecho que en los últimos tiempos las diferentes cadenas se hayan volcado en mejorar sus emisiones online, con más ofertas de programación, mejor calidad, apps para dispositivos móviles, etc.
Un montón de opciones para que el consumidor de ese tipo de contenidos los disfrute cuando le apetezca, no necesariamente cuando marquen los horarios de programación. Por ahí parece ir el camino que marcan los espectadores.
6. Los gadgets para llevar 'encima'
Durante 2013 se vieron cientos de aparatos y prototipos de gadgets para llevar encima e incluso en la ropa (wearable computing). Desde las futuristas gafas de Google y las decenas de imitaciones a todo tipo de cuantificadores de la vida cotidiana: contadores de pasos (podómetros), analizadores de glucosa, oxígeno en sangre, azúcar, básculas, etc.
Algunos requieren aparatos específicos, otros se están incorporando poco a poco al teléfono inteligente, como todos los relacionados con el ejercicio, la geolocalización o datos sobre el entorno (temperatura, altitud, humedad...).
El siguiente paso será miniaturizarlos aun más para incorporarlos en relojes de pulsera o incluso en pequeños implantes que se pueden llevar tatuados o dentro del cuerpo. Y crear software más fácil de usar, completo e inteligente, que pueda aprovechar toda esa información.
7. La redefinición de la TV tradicional
Durante 2013 hemos visto cómo la televisión ha experimentado con algunas fórmulas nuevas para atraer la atención de los espectadores. El cruce entre los programas en directo y las redes sociales es cada vez más poderoso, y no hay programa en el que falte un hashtag de Twitter o una mención de la página de Facebook en cuestión.
Los 'éxitos' puntuales se miden en Trending Topics. En Estados Unidos, el gigante de Internet Netflix lanzó una temporada completa de una serie de máxima calidad (House of Cards) para ver qué sucedía: con un coste de producción de 100 millones de dólares para una primera temporada de 13 episodios debió ser una experiencia satisfactoria, puesto que ya está rodándose la segunda temporada.
En paralelo, muchas series adecuan sus emisiones y doblajes para estar disponibles a la vez en emisión convencional, canales de pago y a nivel internacional, algo que resulta muy del agrado de los fans. Todo esto es solo una muestra de cómo la tecnología está dando todo un revolcón a la forma tradicional de entender la televisión, haciendo que tenga que buscar nuevas salidas para seguir interesando a la gente.
8. La batalla por la privacidad
En los 80 y los 90 todos sabíamos que los correos electrónicos no eran seguros, que enviar mensajes por Internet era como mandar postales y que cualquiera con suficiente interés podría interceptar las comunicaciones para echarles un vistazo.
Pero pocos imaginaban que el alcance del espionaje global organizado por los Estados Unidosen connivencia con las mayores empresas de Internet y de tecnología del mundo sería tan global, masivo y espeluznante.
Las revelaciones de Snowden han sido solo la punta del iceberg: probablemente el 99 por ciento todavía no ha visto la luz. Así que ahora queda la segunda parte de la historia: retomar la batalla por la privacidad de modo que los usuarios de Internet puedan navegar por una red segura, transmitir mensajes cifrados sin que nadie pueda leerlos y salvaguardar su privacidad. No será tarea fácil, pero la batalla ya hace tiempo que ha comenzado y en 2014 puede que se empiecen a ver los frutos.
9. El nuevo paradigma tecnológico del cine
La dependencia del cine del alquiler durante un par de horas de una butaca en un sitio físico y de la venta de palomitas y refrescos mientras se ve una película ha sido siempre un tanto frágil; más aún con la llegada de Internet y de formas alternativas de ver los estrenos al mismo tiempo que llegan a las salas o incluso antes.
Expertos de la talla de Steven Spielberg ya están vaticinando un gran crash: "En algún momento todo esto se va a derretir. Habrá una implosión en la que tres, cuatro o seis mega-hits con superpresupuestos se la pegarán en todos los morros y eso va a hacer que cambie de nuevo el paradigma del cine".
El futuro es una incógnita, pero George Lucas lo ve así: "Acabaremos con menos salas de cine; salas más grandes con un montón de cosas bonitas y entretenidas. Pero las entradas costarán 50, tal vez 100 o 150 dólares: lo mismo que hoy en día cuesta un espectáculo de Broadway, o ir a ver un partido de fútbol".
Menos películas, pero más calidad; estrenos a nivel mundial; espectáculo por todo lo alto... mientras revivimos los "clásicos" o las producciones baratas en la tele: ir al cine será a vivir una especie de "espectáculo de lujo" como era casi hace un siglo.
10. Más coches, bicicletas y transportes eléctricos
El previsible agotamiento de los combustibles fósiles, sus elevados precios y su poder contaminante impulsaron la búsqueda de sistemas alternativos de energía para los vehículos de transporte, de los que en los últimos años se han visto excelentes ejemplos en forma de automóviles eléctricos.
Será difícil que en 2014 alguien vaya comprar un coche y no considere un eléctrico o un híbrido al menos como 'posible opción'.
O que no sienta curiosidad por esas bicicletas recargables que incluyen motores eléctricos para ayudar al pedaleo.
Aunque todavía queda mucho por decidir en la batalla entre las diferentes tecnologías y estrategias (baterías recargables, intercambiables, coches compartidos) e incluso los precios hayan sufrido un peculiar vuelco las continuas subidas y bajadas, está claro que los coches eléctricos son un tipo de vehículos llamados a dominar el futuro y a los que habrá que hacer un seguimiento muy de cerca durante todo el año que viene.