Más de 11 muertos en Irak en choques tras un violento desalojo de unas acampadas suníes
- Protestaban por la "marginación que sufren" por parte del Gobierno
- Al menos 44 diputados han dimitido en protesta por la actuación policial
Al menos once personas han muerto y más de cuarenta resultaron heridas este lunes en los enfrentamientos armados que han estallado tras el desalojo de las acampadas de los manifestantes suníes en la provincia de Al Anbar, en el oeste de Irak. Los manifestantes iniciaron hace meses las prostestas para quejarse por lo que consideran una 'marginación' por parte del Gobierno de mayoría chií. En protesta por la actuación policial, 44 diputados han dimitido.
Una fuente de la Policía de Ramadi, capital de Al Anbar, ha informado a Efe de que los choques entre las fuerzas de seguridad y los combatientes tribales se han registrado principalmente en esta ciudad y en la localidad de Faluya. La violencia se desató después de que la policía desmantelara las acampadas de los suníes, que protestan por la marginación que sufren por parte del Gobierno, encabezado por el chií Nuri al Maliki.
En una rueda de prensa, 44 parlamentarios han informado de su dimisión en protesta por la actuación policial y han exigido la retirada del ejército de las calles y la liberación de un diputado -favorable a las protestas de los suníes- que fue arrestado la semana pasada. "El país está en peligro y hay que tomar medidas urgentes", ha comentado el presidente del Parlamento iraquí, Osama al Nuyaifi, quien encabeza la coalición opositora Mutahidun (Unidos), a la que pertenecen los 44 diputados.
Por su parte, el viceprimer ministro iraquí, Saleh al Matlak, ha denunciado que la situación política en el país ha llegado a una vía sin salida. "Es grave que estemos en ese punto en el que el ejército haya salido a las calles a matar civiles", ha lamentado Al Matlak, quien ha instado a tomar "firmes" medidas.
Advertencia de al Maliki
Hace ocho días, el primer ministro irakí dio un ultimátum a los suníes para que desalojaran las acampadas porque se habían convertido –según sus palabras- en "una sede y una tapadera" de la organización terrorista Al Qaeda. Las características de la operación policial que se ha llevado a cabo este lunes son todavía confusas, ya que en un principio la televisión oficial Al Iraquiya ha informado de que la policía estaba desmontando las tiendas después de alcanzar un acuerdo con los jeques tribales y la gobernación.
Sin embargo, testigos consultados por Efe han señalado que una gran fuerza compuesta por efectivos del Ejército y la Policía ha entrado en Ramadi a bordo de tanques y vehículos blindados. También han explicado que se han producido violentos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y hombres armados tribales en varias zonas de Al Anbar.
Este repunte de la tensión se produce dos días después de que fuera detenido el destacado diputado opositor Ahmed al Aluani, conocido por su apoyo a las protestas de los suníes y sus críticas a Al Maliki. Su hermano y tres de sus guardaespaldas perecieron en choques con la policía durante el arresto, que se llevó a cabo en Ramadi, donde las autoridades establecieron el toque de queda.
Un año de protestas
A finales del año pasado, miles de iraquíes suníes iniciaron protestas masivas en varias ciudades del país para pedir la liberación de los detenidos y exigir grandes reformas en el proceso político.
Esas protestas se convirtieron en acampadas permanentes en septiembre en las capitales de las provincias de mayoría suní, entre ellas Al Anbar, donde en las últimas semanas se han producido varios ataques graves contra altos mandos del Ejército iraquí.
El pasado mes de abril, al menos 26 personas murieron durante un ataque de las fuerzas del orden contra manifestantes suníes en la localidad de Al Hueiya, en la provincia de Kirkuk, al norte de Bagdad.